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- Dos de cada tres personas que fuman desean abandonar el hábito; más de la mitad fracasa en el primer intento.
- Adolescentes, más vulnerables a la adicción al tabaco; el daño pulmonar por humo del tabaco y sustancias tóxicas es incurable.
Con la finalidad de ayudar a sus derechohabientes a evitar el tabaquismo o controlar su adicción, que puede llevarlos a padecer desde enfermedades pulmonares hasta diversos tipos de cáncer, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda ayuda profesional a través de su personal médico y propone a la población conocer los factores de protección que hay en su entorno.
De acuerdo con datos de la última Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos, del Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), dos de cada tres personas que fuman quieren dejar el cigarro, convencidas de que su hábito es dañino, pero la mitad ya lo ha intentado sin éxito.
El doctor Roberto Karam Araujo, líder de proyecto de Prevención y Control de Adicciones, en el Área de Educación para la Salud de la División de Bienestar Social del IMSS, explicó que dentro de esos factores se utiliza el término resiliencia, entendida como “la capacidad del individuo de enfrentar adecuada y efectivamente la adversidad o situaciones de crisis o de riesgo”, como la presión entre pares cuando varios jóvenes invitan a uno a fumar su primer cigarro.
Los adolescentes, dijo, son el grupo con más riesgo de contraer adicciones como tabaco y alcohol, ya que su cerebro aún está en proceso de desarrollo, busca identidad propia y los anuncios y promocionales se dirigen a ellos.
Sin embargo, si un adolescente llega a los 19 años sin haber adoptado este mal hábito, es muy difícil que se vuelva adicto. Lo que nosotros queremos es que las y los jóvenes tengan la capacidad suficiente y el valor de ser expuestos a esta situación y puedan salir adelante sin volverse adictos al tabaco, expresó.
Por ello, apuntó el doctor Karam Araujo, el IMSS cuenta con cursos y talleres de “Habilidades para la Vida”, para enseñar a los jóvenes aptitudes de comunicación, manejo de emociones y resolución de problemas que les ayudarán a tener armas para defenderse ante la adicción, en Centros de Seguridad Social, en los que también se ofrecen espacios para ejercicio físico, así como control y orientación alimentaria.
En la estrategia de estilo de vida activa y saludable, abundó, hay cinco pilares de salud que ayudan a prevenir, controlar o retardar la aparición de enfermedades, entre ellas, la adicción a la nicotina o tabaco, ya que la Organización Mundial de la Salud considera al tabaquismo como una enfermedad.
Asimismo, comentó la importancia de no fumar en casa, porque quienes crecen en lugares donde se fuma, tienen alta probabilidad de volverse adictos en la edad adulta. “Que los padres reconozcan su papel en el desarrollo de este tipo de actitudes y que haya comunicación con su hijo para ayudarlo a conocer los daños de fumar, que muestren interés en sus actividades, en la escuela y conozcan el grupo de amigos con el que convive”.
Al detectar a una persona en riesgo de caer en adicción, el personal de salud está capacitado para brindar consejería breve y escuchar las inquietudes y dudas del paciente. Tanto en las Unidades de Medicina Familiar como en los Centros de Seguridad Social del IMSS se imparten las estrategias de estilo de vida activa y saludable.
“El consejo más importante que podemos dar es que la manera más fácil de no fumar es nunca empezar. De ahí la importancia de los factores de protección, pues los jóvenes cada vez fuman a edad más temprana. En México, anteriormente la edad de inicio en promedio era 17 años; ahora es a los 13 años, y fuman igual mujeres y hombres.
En el país fuman 14 millones y tenemos que sumar los 11 millones de mexicanos que nunca han fumado, pero están expuestos al humo de tabaco ajeno, con un gran riesgo para su salud, finalizó.
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