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Blanca Mercado, autora del libro que lleva el título de este encabezado tiene un Doctorado
en psicología y en bioenergía. La escritora considera que el TDA es un problema
que tanto a los padres como a los adolescentes los altera, se vuelve un caos;
si este problema de atención se detectara desde la infancia como debería de ser
y se tratara no sería tan complicado lo que viven. “Quise especializarme-señala-
en el área del adolescente porque es al que menos quieren tratar cuando tiene
el trastorno, una vez que ya pasó su infancia y qué no se hizo lo que debería
de hacerse con él. Entonces cuando llegan al consultorio son chicos que están
etiquetados de desastrosos; hay padres de familia que llegan buscando más que
una terapia, un exorcismo. Ellos sienten que ya perdieron el control, y el
adolescente llega con muchas heridas emocionales, en su mente y en su forma de
percibirse a sí mismo. En ese momento es cuando todo el caos en la familia se
está viviendo y es cuando uno percibe el trabajo con ellos, que es muy
confrontativo, porque ahora es sanar las heridas que tiene el adolescente
debido a su trastorno de atención y sanar las heridas de la familia al haberse
etiquetado mutuamente o volver a establecer puentes entre padres e hijos. Por
eso escogí en especial la adolescencia, aun cuando este libro podría traer
muchos beneficios desde niños, estoy tocando una parte más difícil en el
adolescente. Está dirigido para padres, para maestros, viene lo que me ha
funcionado de manera muy eficaz con chicos con TDA, sin utilizar medicamento
alguno.
El TDA es una alteración del
sistema nervioso
“La psicología y en bioenergía, es muy importante,
porque lo que yo buscaba es que el chico no sea tratado con medicamento, nada
más por tratarlo, sino que vean que alternativas hay además del medicamento,
que lo único que va a ocasionar es hacer más cómodo y más rápido el proceso, es
algo permanente, pues el TDA no desaparece, se acopla al adolescente, al
adolescente y a la familia a vivir con él, pero es de por vida, ya que no es
una enfermedad, sino una alteración del sistema nervioso. Por lo tanto, hay
actividades muy interesantes, y lo que hice es agrupar más de 12 terapias
alternativas, pero de una manera muy sencilla, muy divertida, muy amena, muy
fácil, desglosada para maestros, para alumnos, incluso para el mismo
adolescente para que logre acompañarse, logre entender lo qué le está pasando.”
TDA en la edad adulta
La psicóloga señala que en su libro no hay
tecnicismos, sino que es un método muy sencillo de cómo vivir con adolescentes
que tienen TDA, que son chicos distraídos, que se desorganizan muy fácilmente,
que tienen problemas con la autoridad, problemas con los límites, problemas con
el orden, son adolescentes que pasan por esa etapa y tienen ciertas
características de ir en contra de las normas. Algunos de los síntomas que
puede sospechar que un hijo o hija, incluso si uno mismo padece TDA son: ser
muy distraído, perder las cosas, cuesta mucho trabajo el orden y la estructura,
a pesar de que se pueden hacer muchas cosas para tener orden, los demás no
entienden por qué se le pierden las cosas a una persona con TDA o si se le
olvidan, o si no sabe, si ya las hiso o no. como adulto empieza uno a
disimularlo con muchas cosas: bromas, o con que se es muy despistado, pero en
realidad es un TDA que no fue atendido. El TDA, se podría confundir con
Alzheimer, pero hay muchas diferencias, sobre todo, que no se presenta al final
con síntomas ya muy específicos de la enfermedad. Esto da a los profesionales
de la salud mental un parámetro desde que el paciente es niño: desde el kínder
era distraído, desde el kínder dejaba todo por un lado, desde el kínder ponía
mucha atención, pero se le iba de la mente a otro lugar. Tienen mucha
imaginación, son muy creativos, son muy divertidos, son muy juguetones, son muy
carismáticos, pero les cuesta mucho trabajo el orden, y esto es desde la
infancia; en la adolescencia se nota con que uno se siente diferente, con que
no se logra ubicar con los estándares de los demás, y en la etapa adulta, se
disimula un tanto por la experiencia, sin embargo, cuando uno sabe que se tiene
un TDA, es más fácil comprenderse, ya no lucha uno en contra de sí mismo, pues
ya está uno consiente que es parte del problema.
TDA= nivel de inteligencia superior
a lo normal
Una de las principales causas del TDA, es la falta
de dopamina, es una sustancia que relaja, que nos permite estar en armonía. Por
lo general, son hiperactivos, hipertensos, se prenden, cambian de emociones de
un momento a otro, son hipersensibles: ven cosas que otros no ven, logran
captar las emociones, son personas muy intuitivas, les gusta mucho el contacto
con las personas, pero todo eso va disimulando las deficiencias que va teniendo
en el niño y en el adolescente, pero en especial, el adolescente lo sufre mucho,
pues los padres y maestros al notar que no aprenden como el resto de sus
compañeros les dicen “¿Por qué no le hechas ganas?”, “¿Por qué no lo haces
mejor?”, “¿Por qué no lo intentas?”, y aquí hay algo muy importante, el
adolescente lo intenta, pero tiene un ritmo diferente. En los cursos que Blanca
Mercado imparte a los maestros, en las escuelas, es como decirles
“¡Felicidades! Si tienes un alumno con TDA ponle todas las ganas porque es la
misma técnica que tienes que utilizar para guiar a un líder, y cuando un chico
es tratado como un líder, da lo mejor de sí mismo. Algo muy bueno, es que justo
que con el TDA, va unido un nivel de inteligencia superior a lo normal, y eso
no se sabe por qué, pero generalmente, el TDA va unido a un coeficiente
intelectual más alto, y eso hace que disimule todos los problemas.
“Imagínate qué rico-explica Mercado-es que tus
padres te hayan acompañado y que hayan
visto que les pasaba y por qué muchas veces el chico o chica no estaban
concentrados y por qué están en una cosa y luego pasan a otra. Muchos adultos
consideran que si el adolescente empieza algo lo tiene que terminar, más no es
así, los adolescentes empiezan algo sin terminarlo, para empezar con otra cosa
y luego hacen otra cosa para regresar a lo primero, porque es la manera que
tienen de estimular su sistema nervioso.”
Centrase en el adolescente con
TDA
La clave de los adolescentes, es que si no se
divierten con lo que están haciendo, por más que los estimulen, no lo pueden
hacer. Eso hace que la gente crea erróneamente que son flojos, pero si no se
conectan con lo que están haciendo, si no les apasiona, no lo hacen. El TDA
tiene que ver mucho con el amor que se tiene uno mismo y con aprender las cosas
de una manera diferente, de una forma divertida. El TDA no impide estudiar,
preparase y superarse y llegar al nivel que uno quiera. Definitivamente, si el
terapeuta, maestro o padre, se centra en el problema, se olvida de la persona.
El interés del presente trabajo es precisamente centrase en el adolescente con TDA.
Lo primero que se debería de considerar es: ¿Cómo son los jóvenes con los que
él convive? ¿Qué buscan, qué les gusta, qué sienten y cómo lo sienten? ¿Qué tan
importante es para ellos el reconocimiento. Al indagar todo esto se van
construyendo las herramientas para trabajar con ellos. Es importante la
identificación con los adolescentes para trabajar las técnicas que propone cada
terapia alternativa propuesta.
Blanca Mercado enfatiza que la empatía representa
la labor de reunir varios aspectos, entre ellos: Saber comunicar, Saber
escucharlos, Saber cómo, cuándo y la forma de confrontar, Saber respetar su
proceso y Flexibilizar el interés por acompañarlos. ¿Cómo comprenderlos si no
se muestra un sincero deseo de conocerlos?, para acercarse a el adolescente
entienda las razones de sus interlocutores es primordial que antes se sienta
comprendido. Pero antes de acompañar a otro ser, primero se tiene que ser claro
consigo mismo. Para acercarse a un adolescente hay que liberarse de todo exceso
por controlar o dominar la situación o la relación, algo que tanto llena el
ego, hasta el punto de no dejar sitio en la habitación más que para uno mismo y
hace a un lado al adolescente con TDA.
Cinco pasos
La psicóloga puntualizó que “He de confesar que
durante mucho tiempo consideré los medicamentos como única opción de
tratamiento para el adolescente, sin embargo, ahora sé que las múltiples
disciplinas ofrecen opciones de trabajo con adolescentes con TDA. Un gran
número de terapeutas han invertido parte de su vida a la investigación de la
adaptación de estos adolescentes a su entorno. En lo personal, lo único que
pretendo en este libro es recolectar la información y plasmarla de forma
sencilla con cinco pasos: el TDA es algo que puede superarse; Padres, maestros,
terapeutas y adolescentes, deben formar un equipo de trabajo íntegro que
permita llegar a un fin común; Cada terapia alternativa propuesta, reúne las
características fundamentales necesarias para promover un mejor desarrollo de
los jóvenes; Mientras más nos familiaricemos con estos rasgos y su manera
alternativa de tratarlos, mejores resultados tendremos; Definitivamente, cada
una de las herramientas expuesta y que es correspondiente a las múltiples
terapias seleccionadas, muestra un camino abierto a la exploración y
descubrimiento latente de recursos efectivos en el tratamiento del TDA.”
Por: Héctor Medina Varalta
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