COMUNICADO DE PRENSA
Martes 22 de mayo de 2007
Colombia
Reporteros sin Fronteras publica el informe : “Paramilitares : unas “Aguilas negras”dispuestas a abatirse sobre la prensa” De marzo de 2003 a marzo de 2006, 30.000 paramilitares, que en otros tiempos fueronreclutados como suplemento del ejército para destrozar a las guerrillas de extremaizquierda, han sido objeto de un proceso de desmovilización emprendido por elPresidente de la República, Alvaro Uribe. Sin embargo, muy pocos de estos milicianosse han reinsertado verdaderamente en la sociedad civil y son muchos, dedicados alnarcotráfico, los que continúan sembrando el terror, en particular en los medios decomunicación locales. La Ley de Justicia y Paz, aprobada en julio de 2005, alestablecer de cinco a ocho años de cárcel para los delitos más graves, les garantizauna impunidad prácticamente total.
En 2006, los supuestos “desmovilizados” fueron culpables del asesinato de dosperiodistas, entre ellos el de Gustavo Rojas Gabalo, apodado “El Gaba”, de RadioPanzenú, ocurrido el 4 de febrero de 2006 en Montería (Noroeste). Muy presentes enlos departamentos de la costa caribeña, algunos grupos reconstituidos, como el delas “Aguilas Negras”, han llevado a cabo varias operaciones intimidantes contraalgunas redacciones, forzando al exilio a una decena de periodistas.
En el momento en que el gobierno de Avaro Uribe se ve salpicado por un escándalo,por sus relaciones con el paramilitarismo - relaciones que en ocasiones hanconfirmado los propios jefes paramilitares, como Salvatore Mancuso - , Reporterossin Fronteras ha querido evaluar el impacto real del proceso de desmovilización enla actividad de los periodistas. Del 28 de abril al 5 de mayo, y aprovechando el DíaInternacional de la Libertad de Prensa celebrado en Medellín, la organización viajóa Colombia y, entre otros lugares, a Montería, vivero del paramilitarismo.
Entrevistándose con periodistas locales o nacionales, en actividad o en el exilio,políticos y militantes de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de lalibertad de expresión, Reporteros sin Fronteras pudo constatar el persistente pesode la amenaza paramilitar, y la autocensura a que se ven obligados los periodistaslocales. La organización está preocupada igualmente por las presiones ejercidasdesde el nivel gubernamental sobre determinados medios de comunicación, y por eltrato desigual que reciben los periodistas, que viven y trabajan inmersos en lainseguridad.
Este informe, dedicado a los paramilitares, no exonera en absoluto a los movimientosguerrilleros de su responsabilidad en los ataques a la prensa, en Colombia. SiReporteros sin Fronteras ha sacado de su lista de predadores al Ejército deLiberación Nacional (ELN), actualmente en conversaciones de paz con el gobierno, laorganización ha mantenido en él a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC), por idénticos motivos que a los paramilitares.
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