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· “ En Durban, necesitamos que las grandes economías se comprometan a un marco legalmente vinculante”, dijo Chris Huhne, Secretario británico de Cambio Climático y Energía
En un discurso ante el Instituto Grantham, Chris Huhne, Secretario de Cambio Climático y Energía del Reino Unido, habló sobre la posición y los objetivos del Reino Unido para la próxima Conferencia de las Partes (COP17) de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a celebrarse próximamente en Durban, Sudáfrica
Sobre la adopción de un acuerdo global, Chris Huhne dijo:
“Un acuerdo global que incluya a todas las principales economías no es un lujo. No es algo opcional. Es una necesidad absoluta. El Reino Unido siempre ha buscado un acuerdo legalmente vincularte en el marco de las Naciones Unidas. ¿Por qué? Porqué ningún problema internacional importante se ha resuelto sin un acuerdo así.
Este compromiso para un compromiso global está contenido dentro de nuestro ADN político: todos los principales partidos políticos están de acuerdo. De hecho fue tan importante para ambos socios de la coalición que fue incluido en el Acuerdo de Coalición.
Pero para aquellos reunidos alrededor de la mesa de negociaciones en Durban, el momento no podría ser más difícil. Europa está inmersa en una crisis monetaria de proporciones constitucionales. Los Estados Unidos están preocupados por la falta de empleo, el bajo crecimiento y una difícil elección presidencial. Por su parte, el Medio Oriente y el Norte de África están consumidos por el debate alrededor de sus reformas políticas.
En estas circunstancias, no podemos esperar mucho. Esto nos pone en peligro de perpetuar el mito de que cada año puede ser, con la misma posibilidad, el año del éxito o el fracaso para un acuerdo global en materia de cambio climático.
Sí, hoy un acuerdo global tal vez esté fuera de nuestro alcance, pero podemos y debemos evidenciar señalas claras de que, a pesar de todo, ese es nuestro objetivo. No tenemos mucho tiempo y ahora estamos yendo hacia un camino peligroso”.
En cuanto a los objetivos del Reino Unido para Durban, el secretario británico dijo:
“Por supuesto no estamos partiendo de cero. Ya hay un acuerdo legalmente vinculante en marcha: el Protocolo de Kioto. Las 37 economías más grandes están formalmente comprometidas en reducir sus emisiones, incluyendo Japón, Rusia, Canadá y la Unión Europea. Pero el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto llega a su fin el próximo año y Japón, Rusia y Canadá han dicho categóricamente que no entrarán en otro periodo.
Permítanme exponer lo que deseamos alcanzar en Durban.
El Reino Unido y la Unión Europea quieren un segundo periodo de compromiso. No creemos que reducir el Protocolo de Kioto vaya a ayudar al planeta – o a nuestras economías verdes. Pero la Unión Europea ya ha rebasado el objetivo de Kioto. Sin el compromiso de otros jugadores clave - grandes países emisores de carbono y economías emergentes- entonces no podremos avanzar mucho.
En Durban, necesitamos que las grandes economías se comprometan a un marco legalmente vinculante – construyendo sobre lo que Kioto comenzó, pero haciendo mucho más. Y requerimos negociaciones sobre este nuevo acuerdo para concluir tan pronto como sea posible, o en el 2015 a más tardar.
Esto no es sólo lo que Gran Bretaña quiere: sino lo que la mayor parte del mundo en desarrollo desea, especialmente las islas vulnerables y los países más pobres. Estamos listos para dar un paso hacia adelante, pero al mismo tiempo necesitamos que otros también estén listos para moverse. Esto no significa que todos tendrán el mismo tipo de compromiso en 5 ó 10 años, sino que todos van a estar en un mismo marco legal. Seguirá habiendo enormes diferencias entre los países para entonces, justo como las hay ahora. China no es y no será lo mismo que Chad o India.
Necesitamos movernos hacia un sistema que refleje la genuina diversidad de responsabilidades y capacidades, más que un sistema que diga tú eres desarrollado si por casualidad te tocó estar en la Comisión para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en 1992. Bajo esta visión de una historia congelada, Singapur es un país en vías de desarrollo y Bulgaria es un país desarrollado.
Por sí mismo, un segundo periodo de compromiso no es suficiente.
Algunos han criticado al Reino Unido y a la Unión Europea por buscar un compromiso hacia un acuerdo paralelo, argumentando que estamos aplazando un acuerdo global hasta el 2020. Permítanme ser claro: nuestra preferencia es un marco que cubra a todos ahora. Algunos de los grandes países en desarrollo dicen que no debemos ni siquiera comenzar pláticas sobre el nuevo Acuerdo sino hasta después del 2015. Entonces, el llamado sólo para un mandato en Durban no es nuestro resultado ideal, pero significaría un paso hacia adelante.
Únicamente un marco exhaustivo, legalmente vinculante para todos puede dar claridad a lo que necesitamos. Los negocios quieren certezas, la gente quiere acciones. Sólo las políticas se quedan atrás.
Esto está empezando a cambiar. Comparado con los acuerdos comerciales internacionales, o las pláticas de no proliferación, realmente estamos teniendo un buen progreso. El último estudio de GLOBE mostró que todas las grandes economías están legislando para mejorar su seguridad energética y crecimiento económico bajo en carbono.
Y cambios recientes de algunos de los grandes jugadores han sido positivos. Esto no hubiera pasado sin el ímpetu otorgado por las negociaciones globales. Por ejemplo, China: su liderazgo ya está planeando para lograr un crecimiento verde. Tienen 6 de las compañías renovables más grandes del mundo y cubren un cuarto de su población en zonas bajas en carbono. Sus objetivos de emisiones domésticas son ambiciosos, su programa renovable es fuerte. Ellos son líderes en el mundo en materia de inversión renovable y producción de paneles solares y pueden organizar su economía alrededor de objetivos estratégicos. La energía limpia es ya un negocio grande, y negocios grandes necesitan certeza para planear. Un compromiso para comprometerse va a dar esa certeza. Pero tenemos que tomar acción ahora”
Y agregó:
“Ayer, el Programa Medio Ambiental de las Naciones Unidas revisó la brecha que actualmente existe entre los actuales compromisos de emisiones – Qué hemos prometido hacer y qué necesitamos hacer para que en 2020 podamos cumplir nuestra meta de los dos grados. La mala noticia es que esta brecha está creciendo. La buena noticia es que todavía podemos reducirla. En Durban, debemos acordar que es imperante reducirla.
También debemos garantizar que la manera en que se miden las emisiones de carbono sea confiable. Todas las principales economías del mundo se han comprometido a reducir sus emisiones, por lo que sistemas de medición, reporte y verificación efectivos garantizarán que se están llevando a cabo acciones efectivas. Además reglas comunes para la rendición de cuentas asegurarán que una tonelada de CO2 pese lo mismo en cualquier parte del mundo. Establecer lineamientos de reporte y verificación para los países desarrollados y en vías de desarrollo sería un gran premio después de Durban. Al mismo tiempo debemos continuar con el buen trabajo que hemos realizado hasta el momento para reducir emisiones las emisiones ocasionadas por la deforestación.
Finalmente debemos hacer más con respecto al apoyo financiero de largo plazo para los países en desarrollo y establecer el Fondo Verde Climático Por otro lado, sería prematuro comprometerse financieramente a un Fondo Verde en Durban, ya que las reglas específicas aun no han sido acordadas. Sin embargo, la intención del Reino Unido es que el Fondo Verde sea, en el futuro, una parte fundamental del panorama financiero resultante. Una vez que las reglas se hayan establecido; y esperamos que esto suceda en el próximo año, comprometeremos una parte sustancial de nuestro financiamiento climático.
Conclusión
El Fondo Verde sigue siendo nuestra meta final.
Y mientras observamos dos semanas difíciles, pero esenciales en Durban, haremos bien en recurrir a la sabiduría local.
Hay un dicho local entre la gente Xhosa y Zulu en Sudáfrica: La trompa del elefante no lo tira. En otras palabras, debemos cargar con nuestros propios problemas.
Cada nación vendrá a la mesa de negociaciones de Durban con sus propios problemas y presiones. No debemos dejar que nos jalen hacia abajo. Si podemos empatar nuestras visiones con nuestro compromiso, nuestras palabras con nuestras intenciones, podremos dar un gran paso hacia un acuerdo legalmente vinculante global.
Eso asegurará nuestra seguridad climática, económica y nuestro futuro.
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