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La Esquizofrenia afecta a 1 de cada mil mexicanos y que esta cifra se podría duplicar en los próximos 10 años.·
La Esquizofrenia puede producir un grado de discapacidad en el 80% de los casos. ·
Los hombres empiezan a padecerla entre los 15 y los 25 años, y las mujeres entre los 25 y 35 años. · La pintura ha demostrado ser una terapia complementaria para las personas que viven Esquizofrenia, ya que ayuda de manera considerable a elevar su calidad de vida. · Este año se celebró la 12va edición del Concurso de Pintura, donde se recibieron 295 pinturas provenientes de toda la República Mexicana. Por esta razón Janssen México crea el Concurso de Pintura “Sensibilidad sin Límites”, con el objetivo de reconocer la sensibilidad y creatividad de las personas que viven con Esquizofrenia; así como fomentar su expresión artística; y promover entre los familiares, cuidadores y médicos una mejor comprensión del paciente, reduciendo así el estigma que existe sobre las enfermedades mentales en México.
Grados de psicosis El Dr. José E. Valadez, médico psiquiatra egresado de la Universidad La Soborne de París Francia, con Maestrías en Racional Emotiva y en Terapia Familiar por la Universidad de Columbia de la ciudad de New York, Maestría en Historia del Arte con especialidad en Arte Contemporáneo, museógrafo, galerista, pintor y crítico de arte, explica que la esquizofrenia es una psicosis. Existe el grado de salud mental, y después el grado de neurosis: las angustias, las ansiedades, las fobias, entre otras, son enfermedades mentales, que no afectan radicalmente la conducta del ser humano; después de la neurosis hay una línea que se llama border line, en seguida aparecen los grados de psicosis, le siguen las psicosis, las enfermedades esquizofrénicas, después existe la maniaco-depresión y la bipolaridad.
Esquizofrenia y bipolaridad Entre las esquizofrenias hay una muy severa, que es la paranoia. De todas estas, está la esquizofrenia catatónica. Estas enfermedades mentales incapacitan al individuo, sin embargo, gracias a la medicina existe la forma de controlar la esquizofrenia; muchas personas que padecen esta enfermedad se ven moderados gracias a los fármacos modernos y llevar una vida regularmente normal, entre paréntesis y puede, de una manera ajustarse a la sociedad, con la conciencia, de que en su momento, pueden tener periodos críticos. No obstante hay diferentes grados de bipolaridad, en el que puede haber severos trastornos de personalidad que pueden confundirse con la esquizofrenia. Por otra parte, la esquizofrenia es una enfermedad mental muy compleja porque puede decirse que tiene la etiología o el origen de la enfermedad con un factor genético muy serio. La esquizofrenia es hereditaria, se puede presentar en hombres y mujeres, y se puede presentar en etapas tempranas. Los síntomas principales pueden ser: irritabilidad, depresión, dificultad para concentrarse, insomnio, comportamientos extraños: escuchar y ver cosas que no existen, tendencia al aislamiento, a disminuir los estados emocionales, ya que crean su propio universo, a sentir la presencia de algo o de alguien.
El caso Vincent Van Gogh La genialidad no es necesariamente una característica de las personas esquizofrénicas, sino que son personas que tienen una capacidad extrema de creatividad. En lo particular, admiro a Pablo Picasso, que para mi gusto era el hombre más extraordinario del siglo XX, pero su genialidad no se debía a que padecía un trastorno emocional o mental, más que nada se debía a que era hijo de un maestro de pintura, y era descendiente de familiares muy sensibles tanto del padre como de la madre. Sin embargo, era muy complicado vivir con él, pero fue un hombre que abrió las puertas del arte al mundo; todos los grandes artistas fueron influenciados por él. Eso no quiere decir que todos los artistas son enfermos mentales, sin embargo, el pintor Vincent Van Gogh es un caso espectacular porque provenía de una familia que se dedicaba a vender arte, tenían dos oficias, una se encontraba en Londres y la otra en París, pero eran de origen holandés. Por otro lado, parte de la familia se dedicaron a ser predicadores, el padre de Vincent era ministro de la iglesia presbiteriana. Ese hombre tuvo varios hijos, entre ellos hubo uno que falleció y entre el dolor y el duelo, nació otro hijo y le pusieron el mismo nombre: Vincent Van Go. De ahí surgió un estigma: el hijo sustituto. Eran muchos conflictos de rivalidad en la formación estructural de un muchacho, pues los esfuerzos del alma se forman a la edad de uno a doce años, es cuándo se forman los principios del bien y del mal. Por lo tanto, Vincent era hijo de un predicador, se llevaba muy bien con la madre; a ella le gustaba pintar y le agradaba conversar con él. No obstante, Vincent se mantenía aislado.
La culpabilidad del superviviente El caso del hijo sustituto también lo vivió Salvador Dalí, ya que nace nueve meses después de la muerte de su hermano. Sus padres, desconsolados, le ponen el mismo nombre, lo visten con su ropa, le dan sus juguetes. También él, al igual que otros hijos sustitutos, experimentará el sentimiento de no ser y se obsesionará con la imagen del desaparecido. La culpabilidad del superviviente organizará su vida en torno a un mecanismo de defensa psicótico, que Dalí llamará método paranoico crítico y que en realidad es una escenificación del desasosiego interior, pero que probablemente lo protegerá de una descompensación grave en la enfermedad mental. Por su parte, en Gerald de Nerval, la enfermedad acabó por imponerse a la inspiración, al igual que Vincent Van Go, presenta una enfermedad maniaco-depresiva que entonces se denominaba locura circular, y que alternaba frases de excitación muy productivas y fases de abatimiento depresivo. La locura estalla en 1841 al regresar de sus viajes por Italia y Bélgica. Su delirio místico teñido de esoterismo lo convertía en un espiritista que escuchaba el espíritu de Adán, Moisés y Josué. Después apareció lo que podemos llamar delirios de grandeza. En plena locura, durante los dos últimos años de su vida, Nerval nos lega el terrible y sublime canto inacabado de Aurelia. Crónica de su locura y descenso a los infiernos a la que acompaña con la perfección estética de un poeta visionario. Dado que en aquella época no había ningún tratamiento para la enfermedad, acabó su vida en un manicomio y sumido en la demencia, el desenlace natural de la locura y de numerosas depresiones.
Esquizofrenia y muerte A su vez, Antonin Artaud interviene en todo momento en la obra y la nutre. "Padezco una terrible enfermedad del espíritu. El pensamiento me abandona por completo", escribe en 1923 a Genica Athanasiou. La disociación de la esquizofrenia es manifiesta desde el principio de la enfermedad: una fase depresiva inicial, a los 18 años, que le impedirá proseguir los estudios. En su fértil delirio místico reaparece constantemente el tema de la identidad: "Había en Marsella, en 1906 o en 1907, un niño llamado Nanaqui [...] en realidad se llamaba Antonin Artaud y 'murió' en el manicomio de Ville-Evrard en agosto de 1939, a los 42 años. Morir a los 42 años no es ningún milagro, y todo el mundo vio salir del manicomio de Ville-Evrard el cadáver de Antonin Artaud, lo que es un milagro es que después de ese crimen el mundo haya continuado, y sobre todo que alguien haya podido ocupar el lugar de Antonin Artaud y sucederle en su dolor. Ese alguien se llama Antonin Nalpas, tal como el jueves por la noche os fue comunicado por Dios..." (Rodez, 31 de julio de 1943).
La realidad de los fármacos En la actualidad existen fármacos excelentes para tratar la esquizofrenia, como la novedosa inyección que se aplica en el hombro o en los glúteos, también existen otros que alteran el metabolismo. El Dr. Valadez comenta que uno de sus pacientes en un cuadro hipomaniaco, con la tarjeta corporativa de su empresa gasto 2 millones de pesos en juguetes electrónicos, la esposa estaba muy angustiada. Tuve que escribir una carta para que ella pudiera regresar todos los productos. Es director de una empresa y es muy productivo, esa es la realidad que ofrece la medicina moderna ante los trastornos de las enfermedades mentales. Es fascinante cómo ese individuo brillante e inteligente pueda ser el director de una empresa muy importante, pero él sabe muy bien qué si no se toma su medicamento puede tener desfaces.
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