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- Un retrato en blanco y negro de Marcelo Ebrard Casaubón
“Estamos frente al producto más afinado de un proyecto político de más de dos décadas que ha sabido esperar su turno en la banca”. Alejandro Páez Varela
Presidente en espera no sólo es una biografía, es también el retrato de un grupo político que ha sabido esperar, estar en la banca y luego recuperarse, y que tiene una puesta muy clara por el país. Es un libro que trata un poco de desentrañar de donde vienen, quiénes son, por qué han pasado del PRI al centro, con un tramo de Partido Verde, luego ahora en la izquierda, intenta también dibujar quién es este grupo y por qué está tan cerca, como nunca de la presidencia de la república, hay que saber que es un proyecto que en algún momento se había desvencijado cuando Camacho Solís pierde la oportunidad de contender por la presidencia y la oportunidad brinca a Ernesto Zedillo. Pero también hay que entender que es un proyecto político que está evolucionando a más; la última jugada del grupo fue renunciar a la posibilidad de la presidencia y convertirse, digamos, en una especie de autoridad moral dentro de la izquierda y acomodarse como tal. “Yo creo que, nunca como ahora, que ahora es encabezado por Marcelo Ebrard está más cerca de la presidencia, ¿para bien o para mal? No lo se. Yo soy sólo un periodista que está aportando información. Presidente en espera permite entender al personaje, pero también permite entender al grupo político que hay detrás de él”
Marcelo Ebrard de carne y hueso
“Ebrard-añade-Páez-es un hombre, dirían los mexicanos, seco. Si ríe, a esa risa le antecede una frase irónica de él mismo. Tampoco acostumbra, en privado, ver a los ojos de la gente. Clava la vista en el techo o en su escritorio y contesta. O pide, u ordena, según sea el caso. Carga un lápiz o una pluma, y hace apuntes a mano. Esconde o pone a la vista, la cajetilla de Marlboro que se promete abandonar.-Ya no fumo-dijo en la primera entrevista para este libro. Y en un descuido, en otro encuentro, la cajetilla reapareció… Sí hay otro Marcelo en público. Es uno que intenta ser más directo, más vivaracho, más expresivo, más expresivo. Pero no es éste, el Marcelo de todos los días en su oficina… este individuo puede ser el próximo presidente de México; se ha preparado para ello. Si no en 2012, en 2018, ¿por qué no? En el camino ha dejado muchas cosas, incluido un segundo matrimonio. Ebrard se divorcia y es, dice, por falta de tiempo para atender su vida personal.
Estructuras ajenas
El título Presidente en espera fue una discusión que Páez tuvo con sus editores. El autor había pensado siempre que Marcelo iba a renunciar a la candidatura-tal y como así sucedió-porque es un grupo muy inteligente, porque traen una puesta muy grande y que va mucho más, que quieren mucho más, y son capaces de sacrificar estas elecciones a cambio de posesionarse en la ciudad de México a cambio de algunas senadurías, pero no por el sólo hecho de tener estas posiciones, sino porque la finalidad, es tener una estructura propia. El gran problema de Marcelo Ebrard es la falta de una organización propia, por eso ha tenido que depender de alianzas poco ortodoxas; su alianza con Jesús Ortega que es un hombre que genera votos, pero no es necesariamente un tipo ético, no es una izquierda inteligente, es una izquierda corporativista, y ese es el amigo de Marcelo Ebrard. “Entonces, creo yo, que están por primera vez ante a una posibilidad de avanzar, pero siempre dependiendo de estructuras ajenas”.
Camacho Solís, el padrino
De acuerdo a Páez Varela, hay varios episodios importantes en la vida de Marcelo Ebrard, el primero cuando a él lo corren de la policía del Distrito Federal-Fox lo corre por los eventos de Tláhuac-y Marcelo se tiene que ir a la banca. Ese evento le permite a Marcelo establecer una relación ya íntima con Andrés Manuel López Obrador, éste último hasta ese momento lo tenía como un colaborador más. Entonces, se convierte a partir de ese momento un colaborador clave para Ebrard, tanto así, que para López Obrador, que el presidente Fox lo hubiera corrido, a Marcelo Ebrard le significa una afrenta que no está dispuesto a aceptar y, entonces empieza la defensa de Marcelo, esto es en el 2004 o 2005, para 2006, Marcelo ya es candidato, son momentos clave para él. Es muy importante, si bien, Manuel Camacho Solís es uno de los hombres formadores, pilares en la formación de Marcelo Ebrard y quien realmente le da una gran oportunidad y quien realmente es su gran padrino y el que lo catapulta es Andrés ManuelLópez Obrador, no Camacho Solís como se cree. Por eso es muy complicado que hubiera una ruptura entre ellos. “Yo creo que es una relación muy razonada la relación entre Marcelo Ebrard y López Obrador.”
Equilibrio de fuerzas
Principalmente Marcelo es un hombre que batalla con la política, es un administrador, es un hombre que se ve a sí mismo administrando un país o una ciudad. Si el ciudadano lo ve en la televisión es un personaje que batalla para estar frente a las cámaras, batalla para estar frente a la gente, se le nota y se le compra, porque tampoco puede uno creer que arrasa masas, arrastre lo tenía López Obrador en la ciudad de México, pues era un hombre con mucho carisma. Ebrard también es un hombre tímido y es un individuo que no le interesa tanto figurar, pararse, dar un gran discurso, dirigirse a las masas, arengar, es un tipo que está pensando más en administrar. Al preguntarle al autor y periodista acerca de la candidatura de López Obrador a la presidencia de la república, contestó: “Yo creo que es otro país-al compararlo con Venezuela-también creo que es otro personaje, también creo yo que no es una buena noticia que el PRI esté creciendo en la forma que lo está haciendo. Yo creo que sería una buena noticia que la izquierda en este momento, representada por López Obrador, creciera, simplemente por cuotas de poder, porque no pueden llegar con todo el congreso, toda la cámara de diputados, todo el senado y demás gubernaturas, etcétera, es gente que sabe cómo conservar el poder. Entonces, no es una buena noticia; no sé cuál vaya a ser el Futuro de López Obrador, pero yo creo que al país le conviene que haya un equilibrio de fuerzas.”
López Obrador, su sueño o su pesadilla
Es parte de su sueño porque es quien le alimenta la esperanza de que es posible crecer y alcanzar la candidatura presidencial y, luego, se convierte en su pesadilla porque se vuelven competencia, no es una competencia insana, yo creo que ellos dialogan más de lo que la gente cree. “En el libro Los Presidenciables, Marcelo Ebrard le dijo al periodista Jorge Ramos que se ha ‘estado preparando muchos años para ser presidente de la República. Quienes lo visitan en su oficina de la colonia Condesa saben de primera mano que el jefe de Gobierno de la ciudad puede en hora y media trazar líneas claras de políticas públicas que necesita el país. Nadie duda, pues, que ‘el mejor alcalde del mundo’ tenga la estatura para ser primer mandatario, sin embargo, ahora a Ebrard sólo le resta despejar una incógnita que muchos tienen: ¿se va a mantener durante toda la ruta que le enfrentará con Andrés Manuel López Obrador en pos de la candidatura?”, escribió el columnista político Salvador Camarena el 21 de julio. “ ‘En pocas palabras, lo que queremos saber es si no nos estás haciendo pendejos, Marcelo’, se sinceraron ante Ebrard el sábado 11 de junio los integrantes de Nueva Izquierda. Enfrentados con López Obrador, la cúpula de ‘Los Chuchos’ quieren abrazar a Marcelo, pero no desean que los vaya a dejar colgados. Por ello, además del acto en el Auditorio Nacional del próximo 24 de julio, donde comenzarán a arroparlo con multitudes, ya están preparando un acto en el Zócalo, para que la alianza entre la corriente mayoritaria del PRD y el Jefe de Gobierno no se pueda romper sin un alto costo para todos. ‘Los Chuchos’ podrán a disposición de Marcelo su plataforma compuesta por 28 de los comités estatales para que, como recuerda Alejandro Páez en Los Suspirantes 2012, pueda contra restar la estructura que López Obrador ha montado mediante Morena, su movimiento”, agrega (“La alianza de ‘Los Chuchos’ y Ebrard”, sitio web sin embargo.mx, 21 de julio de 2011.
El fracaso de Calderón
Por otra parte, Páez escribe en su libro que la guerra contra las drogas de Calderón, que se libra principalmente en el norte de México, es un fracaso. Las cárceles se llenan de narcotraficantes de varios calibres, pero el trasiego sigue y la violencia ha postrado al país: a su sociedad, a su economía. Los desaparecidos se cuentan por miles. El Ejército, institución con un enorme reconocimiento entre los mexicanos, es acusado de violar los derechos humanos, mientras la administración pública federal parece haber concentrado todo su esfuerzo en el combate armado contra los cárteles de la droga. Calderón no habla de otra cosa en sus discursos que del “narco.” … El mismo Calderón Hinojosa ha reconocido que el fracaso de su guerra marcará su sexenio. Así lo dijo en público ante la sociedad civil, cuando el poeta Javier Sicilia, una víctima de la inseguridad que ha abandonado las letras y se ha vuelto activista, lo acorraló en el Castillo de Chapultepec durante las pláticas públicas que sostuvieron en junio de 2011.
Por: Héctor Medina Varalta
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