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Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco, 25 de julio de 2013. Luego de 10 años de estudio, el Servicio de Biología Molecular en Medicina del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, concluye un importante trabajo de investigación que define los tipos de virus (genotipos) de hepatitis B y C que predominan en nuestra ciudad y en el país, demuestra que el genotipo H del virus de la hepatitis B (VHB) es originario de México y que la endemicidad se circunscribe principalmente a población mexicana. Además, considerando que cada genotipo responde de una manera diferente al tratamiento, el genotipo H que predomina en México por lo general pasa desapercibido y no se diagnostica. A esta condición se le llama hepatitis B oculta. La hepatitis B oculta es muy común en México y es una característica del genotipo H. Otra característica es que mientras el genotipo B y C llegan a generar cáncer hepatocelular, en pacientes infectados con genotipo H el carcinoma hepatocelular es muy raro.
La mesa del presídium estuvo compuesto por el Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, Director General OPD Hospital Civil de Guadalajara; Dr. Jaime Andrade Villanueva, Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara; Dr. Benjamín Becerra Ramírez, Director del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”; Dr. Francisco Preciado Figueroa, Director del Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca” y el Dr. Arturo Panduro Cerda, Jefe del Servicio de Biología Molecular en Medicina Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde y Coordinador de la Investigación.
Biología molecular
La ponencia del Dr. Panduro Ortega, se tituló “Distribución de los Genotipos F y H del virus de la Hepatitis B en México y en América Central.” A continuación dio detalles acerca de este genotipo: Lo que a mi corresponde es un tema quizás un poco difícil de trasmitir porque es hablar de ciencia y tratar de exponer lo que hemos contribuido la Dra. Contreras y el Dr. Campos, para contextualizar voy a dar a conocer lo que hemos avanzado, lo que hemos concluido a la ciencia del país y del mundo. Brevemente, voy a dar proceso a la historia de la hepatitis viral. En primer lugar, en los años 50, no sabíamos que existían los virus, simplemente, se moría mucha gente después de que les trasfundían sangre; el avance de la medicina y del conocimiento de los virus a ido asociado a la ciencia. Un avance importante en los años 60, por ejemplo, fue el descubrimiento del microscopio electrónico, y ahí vimos por primera vez, lo que ahora conocemos como antígenos de superficie. Después viene el avance de la inmunología y se descubren anticuerpos y los antígenos, que son muy importantes para el diagnóstico; en los años 70 se empiezan a realizar estudios epidemiológicos en el mundo, en México empezaron a realizarse en 1976; a finales de esta década se hablaba de tres virus: A, B y el nuevo B. En los años 80, la comunidad científica mundial entra a la biología molecular, ésta nos permitía adentrarnos en el genoma y empezamos a conocer de qué estaba formado el ADN del virus. En ese sentido, dimos un paso más a fondo en el diagnóstico de la medicina; en el aspecto del diagnóstico, en 1985 se detectaron los virus de una manera más sensible y más específica a través del uso de la biología molecular, de una forma más sencilla y más específica en el Hospital Civil de Guadalajara y en la Universidad. En primer lugar, el Hospital Civil de Guadalajara es el principal en hacer el diagnóstico molecular de hepatitis B y C a nivel regional, fue el primer avance que tuvimos.
El genotipo H es propio de la población mexicana
El siguiente paso fue detectar los primeros virus que hay, lo que ahora llamamos, generalmente, genotipos. En la hepatitis B hay cepas diferentes, entre ellas se parece un 92 por ciento su DNA o su genoma, pero difiero en un 8 por ciento, cuando digo “difiero” es que es un genotipo diferente. A la hepatitis B, se le empezó a dar un nombre y una letra: genotipo A, B y C y se empezó a estudiarlos. El siguiente avance que hubo fue el de los genotipos que predominaban específicamente en cada población; Asia, es el continente donde hay más casos de hepatitis virales y más casos de carcinoma celular. En Asia los casos de hepatitis que más predominan son el B y el C; en África, por ejemplo, predomina el E; en Europa el A y el D. En cuanto empezamos a observar que las hepatitis son específicas en varios lugares o áreas específicas. En eso hace 10 años, la Dra. Laura Sánchez, que en ese entonces era estudiante, estábamos analizando la sustancia de un virus y pensábamos que ya habíamos descubierto, un nuevo tipo y, al mismo tiempo sale la publicación de que era el genotipo nuevo tipo H, una doctora que nos visitó lo había publicado y puso nuestros datos y salió como tipo H, en ese entonces, predominaba ese genotipo en Centroamérica; en Sudamérica predomina el genotipo F.
Entre 15 y 20 millones de la población ha estado expuesta al virus
Cuando pasaron dos años en la Literatura Internacional (Antiviral Therapy 2013; 18:475-484, revista inglesa), en donde han citado el genotipo H específico de Sudamérica. Lo que nosotros hemos corroborado y demostrado en los últimos 10 años, es que en la publicación que acaba de salir en este momento, demuestra que el genotipo H no es de Centroamérica; el genotipo H, lo estamos demostrando a nivel internacional, que es propio de la población mexicana, ya estaba aquí, incluso, sugerimos, que viene con el periodo de migración de los aztecas y los mexicas y por eso es que tenemos mayor incidencia. Por otra parte, en Japón predominan los genomas B y C, empezaron a realizar estudios moleculares para controlar el ingreso y el egreso de casos nuevos y empezaron a observar que empezaron a subir el genotipo A, se dieron cuenta que mucha gente que viajaba a otros países, lo llevaban a Japón. Por otra parte, con la publicación de esta revista, queda claro que todos los genotipos H que hay alrededor del mundo, son de México y está circunscrita la incidencia de hepatitis B a nuestro virus, no solamente hemos analizado esa distribución específica del país, de los descendientes de la población mexicana, sino que también hemos caracterizado la enfermedad. El genotipo B y C en Asia se asocian en un desarrollo muy fuerte con la cirrosis a nivel celular. En el caso de México, aparentemente, hay una paradoja: se ha pensado que somos una zona de baja endemia (cuando el 2 por ciento de la población está infectada), sin embargo, las investigaciones que hemos realizado en los últimos 10 años han demostrado que en las poblaciones de grupos indígenas son de alta endemia, por ejemplo, en el sur de México cerca del 80 por ciento de poblaciones han tenido contacto con el virus. En el caso de los huicholes es una zona de alta endemia. Investigadores del Instituto de Salud Pública a la par con nosotros, consideramos que en México han estado expuestos al virus, por lo menos entre el 15 y 20 millones de personas.
El mejor diagnóstico: el estudio molecular
La causa principal de exposición al virus, son las emisiones sexuales, sin embargo, quizá la buena noticia, es que no todos los que se infectan desarrollan la enfermedad crónica. Resulta que en el adulto es cuando se va dando, precisamente, por relaciones sexuales; en el adulto, un 5 por ciento desarrolla enfermedad crónica, sin embargo, en el niño que nace de una madre infectada, puede desarrollar hasta un 95 por ciento de daño hepático. Una característica de nuestro país, de como se está confortando el virus, es que nos cuesta trabajo detectarlo. Por ejemplo, hay una condición serológica donde el estudio sale negativo, pero cuando realizamos el estudio molecular, resulta que sale positivo; a esta entidad se le llama hepatitis B oculta, porque si se hace lo más selectivo serológico, no se va a diagnosticar. Por lo tanto, el genoma de la hepatitis del tipo H que predomina en México se oculta, es difícil de diagnosticarlo. El otro aspecto es que en el adulto se resuelve rápidamente y, por lo tanto, muchos de ellos no van a tener necesidad de tratarlo. Por eso vemos, que hay menos casos con daño hepático, sin embargo, la enfermedad está enmascarada, porque las personas tienen sobre peso u obesidad, cirrosis, muchos de ellos al igual que los pacientes con VIH tienen hepatitis B y no se les había diagnosticado. Esto trae más consecuencias porque en este momento en el aspecto científico, queremos saber si el virus se ha adaptado a nuestra población, o si está generando o no, infecciones. Se necesita tener en el país un control estricto para saber si se llegan a incorporar nuevos virus al país, o qué tanto podemos controlar los que ya tenemos.
Antecedentes
Los virus están constituidos por una cadena de ácidos nucleicos, la cual puede ser de DNA o RNA y de una capa proteica. El diagnóstico de las hepatitis virales se hace primero a través de la determinación de la detección de la capa proteica del virus utilizando antígenos o anticuerpos que reacciones contra estas proteínas. A estas determinaciones se les llama estudios serológicos. El estudio molecular consiste en determinar el RNA o el DNA del virus de una manera directa, sin necesidad de utilizar métodos indirectos como son los estudios serológicos. Las técnicas que se utilizan para el diagnóstico se llaman PCR cualitativo y cuantitativo.
Impacto social
1.- A la Secretaría de Salud a nivel nacional y estatal le permitirá tener mejores estrategias de control de este padecimiento. En la actualidad, los estudios epidemiológicos con diagnóstico serológico son cosa del pasado. La epidemiología molecular definirá las estrategias de control de estos y otros virus. 2.- A los médicos que tratan este tipo de padecimientos, estos nuevos conocimientos, les permitirán elegir una nueva estrategia de tratamiento antiviral. 3.- El paciente infectado con VHB genotipo H, se verá beneficiado cuando se logre diagnosticar la hepatitis B oculta. 4.- Se favorecen nuevas estrategias de diagnóstico molecular. 5.- Conocer los factores de riesgo de nuestra población, nos permitirá evitar la infección y subsecuente la transmisión de la misma. 6.- Un gran avance en la docencia en medicina a nivel mundial. 7.- Un avance científico a nivel internacional. La importancia se puede constatar por medio de la epidemiología molecular al monitorear la importación y/o exportación de virus entre regiones, poblaciones o países alrededor del mundo.
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