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21/11/07

Las enfermedades hepáticas requieren de atención

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* Reunión Anual de la Sociedad Mexicana de gastroenterología.

Debido a que el hígado no tiene ningún nervio, los padecimientos asociados a éste no se identifican a través de dolores, como sucede con otras enfermedades, esa es la razón por la que las diferentes enfermedades hepáticas se descubren de manera tardía, y en ocasiones, cuando son incurables. De ahí la importancia de este tipo de enfermedades, mismas que se analizarán en la Semana Nacional de Gastroenterología, a llevarse a efecto en León, Gto., y que es el encuentro académico más importante en el que se darán cita los principales exponentes de la gastroenterología nacional y los trabajos de investigación que durante el año se realizaron.

De acuerdo con el Doctor Juan Miguel Abdo, presidente de la mesa directiva de la Semana Nacional de Gastroenterología, este año se realizará un curso muy interesante llamado “De las ciencias básicas a la clínica”, con el objeto de decirle a los médicos cómo se aplica lo que se aprende en el laboratorio, en las aulas, en el momento de llevarlo a la práctica clínica.

En este evento se abordan los temas que tienen que ver con el aparato digestivo mediante conferencias, simposios, mesas redondas, talleres, todo en relación a problemas de hígado, a problemas de endoscopia, cirugía y trastornos de la motilidad del aparato digestivo.

Algunas de las enfermedades hepáticas más comunes son:

Hígado graso
Se trata de una infiltración de grasa al hígado y una de sus causas principales es el exceso de consumo de bebidas alcohólicas. Los niveles de glucosa elevados en sangre, tanto por diabetes o por sobrealimentación pueden provocar también el hígado graso.

Hepatitis aguda o crónica (inflamación del hígado)
Estas enfermedades son causadas por diferentes virus, los cuales se transmiten de diversas formas, como alimentos y agua contaminada, transmisión de sangre u otros líquidos corporales, dependiendo del virus que se trate. Actualmente hay virus A, B, C, D y E, y cada uno es diferente y se puede detectar mediante exámenes médicos y de laboratorio. Los tipos de hepatitis B, C y D pueden provocar hepatitis crónica y dar paso a la cirrosis hepática.

Cirrosis Hepática
Es consecuencia de la hepatitis crónica y consiste en la debilitación o muerte de los hepatocitos (los cuales son responsables de la detoxificación y de impedir que las sustancias tóxicas lleguen al cerebro). Actualmente, el diagnóstico de cirrosis hepática ya no significa una condena a muerte, pues ya es posible regenerar los hepatocitos y producir nuevas células que apoyen las funciones hepáticas.

La cirrosis hepática no tratada a tiempo, puede llevar a una de las enfermedades más riesgosas del hígado: la encefalopatía hepática.

Encefalopatía hepática
Cuando la función de los hepatocitos se altera, éstos permiten el paso de sustancias tóxicas al cerebro, lo que puede provocar estado de coma. La encefalopatía no se manifiesta de forma repentina; comienza con pequeñas pérdidas de la capacidad mental como destrezas laborales y capacidad para conducir, cambios en el sueño, cansancio, olvido, falta de concentración y
agresividad, e incluso puede provocar un tipo especial de temblor en las manos llamado asterixis.

La encefalopatía hepática se debe tratar en sus inicios, pues si se atiende así, los hepatocitos pueden recuperar su función y detener el daño cerebral. Si no se atiende a tiempo, con el tratamiento adecuado, la intoxicación al cerebro persiste al grado tal de provocar el estado de coma e incluso la muerte.

Anteriormente, el tratamiento estándar para la encefalopatía hepática consistía en fármacos que reducían la producción de amoniaco en el tracto intestinal, sin embargo, el problema estaba latente, por lo que más tarde los investigadores se enfocaron a la búsqueda de sustancias que no sólo disminuyeran esta producción sino que la eliminaran, como es el caso de L-ornitina L-aspartato, que apoya el funcionamiento de las células hepáticas, por lo que el hígado puede desechar el amonio que se concentra en la sangre del enfermo y que le desacopla el funcionamiento de las neuronas.

La Semana Nacional de Gastroenterología ³Es un evento multidisciplinario siempre en relación a la gastroenterología que permite en sólo una semana actualizarse con lo mejor y lo más nuevo que hay en esta especialidad², continuó el especialista.

Este evento está dirigido a todos los médicos, el área de influencia directa son cirujanos, médicos internistas y gastroenterólogos. Sin embargo también hay eventos dirigidos a médicos generales y familiares así ellos pueden actualizar mucho de lo que saben en relación al manejo general de los pacientes gastroenterológicos, comentó Abdo.

A este congreso anual asisten alrededor de tres mil médicos, de los cuales entre mil 500 y dos mil son médicos especialistas: Cirujanos, internistas, gastroenterólogos y alrededor de 1000 médicos son médicos generales y familiares

“Yo espero que cuando termine la Semana Nacional de Gastroenterología todos los médicos que regresen a sus áreas de trabajo hayan aprendido alguna cosa nueva por lo menos, hayan refrescado algún conocimiento, hayan interactuado o expuesto alguna duda con compañeros de la especialidad o de otras áreas y con esto puedan beneficiar a quien realmente nos interesa, que es su paciente. El paciente es el fin al cual se dedica todo lo que hacemos y cuanto aprendemos, yo creo que si el paciente es beneficiado con lo que aquí se aprenda, estamos completamente seguros que el Congreso Nacional fue un éxito” continúo el Dr Abdo.

El Congreso Nacional inició el 17 y 18 de noviembre con los cursos de precongreso de gastroenterología y pediatría y la Semana Nacional ocupa los días 19, 20 21 y 22 de noviembre 2007. La sede es el Poliforum de León, Guanajuato.

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