Con "El amor intangible", René Avilés Fabila piensa despedirse de la novela

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México, D. F., a 9 de junio de 2008.- De su más reciente novela, El Amor Intangible (Axial Ediciones, 93 pp), René Avilés Fabila dice podría ser la última que escriba para "regresar al cuento, al relato amoroso breve y poder expresar mejor lo que yo quiero".

Sin embargo, en su más reciente empresa literaria que será presentada el domingo 6 de julio en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Avilés Fabila mezcla de manera original la lejana idea de recobrar el género epistolar, con la modernidad del Internet para crear una estructura que al lector de hoy lo llevará por los caminos de la fantasía y la vida cotidiana.

Avilés Fabila se dice esencialmente cuentista tras haberse formado literariamente hablando en la época en que los grandes cuentistas vivían y tenían gran éxito. "Era el camino real de Carlos Fuentes, el cuento, y ya estaban Arreola, Rulfo, Rojas González, Edmundo Valadez, Monterroso, una lista interminable".

Hasta que una editorial "me presionó, me obligó por decirlo de alguna manera a escribir una novela, y acepté y me convertí también en novelista; llevo 7 novelas publicadas hasta el momento".

Mediante este género en El Amor Intangible decidió recuperar la juvenil idea "de escribir un libro epistolar, de intercambio de correspondencia entre un hombre y una mujer" y se topó con que "hoy en día el correo prácticamente no existe a no ser el electrónico" porque el otro, el normal "te sirve para que los bancos te cobren los adeudos, para recordarte que debes pagar tal cosa, porque ya ni siquiera la publicidad te llega por correo postal".

"Entonces decidí que lo mejor era escribir una novela amorosa que se diera de una computadora a otra", expresa el autor.

De El Amor Intangible, René Avilés Fabila dice que es una novela amorosa donde, posiblemente se utilice un mecanismo distinto o novedoso, "pero finalmente es una historia de amor" con una temática: la imposibilidad de la pareja para encontrar la felicidad.

Como "siempre he planteado, la imposibilidad del amor o la dificultad del amor en sociedades como las nuestras, tan llenas de problemas, tan complejas, todavía en búsqueda de relaciones mucho más estables, creo que en estos últimos años el amor ha sufrido serios golpes, porque hay más facilidad para separarte y volverte a reunir, ya no es como antes, hasta que la muerte los separa".

Si ya de si es difícil lograr una relación amorosa perenne, pertenecerse en el ciberespacio resulta una tarea todavía más complicada en el caso del amor pasión.

"El otro de cariño, de afecto, de admiración puede ser eterno, pero el amor pasión tiene una duración relativamente pequeña, modesta; esos son los temas que he tratado y aquí simplemente el instrumento del amor es una computadora", afirma Avilés Fabila.

La otra parte que aborda es la pérdida de la parte mágica de la escritura que, quizá, los jóvenes de hoy trasladan a los famosos emoticones y demás herramientas que provee la red mundial.

Anteriormente escribir una carta de modo tradicional "implicaba conocer la escritura de la mujer o del hombre, el papel, la firma, es decir, rasgos personales que poco a poco se iban conociendo, y si nos ponemos cursis… hasta el papel perfumado que nos cuentan en las películas antiguas, el papel con corazoncitos y cosas por el estilo, que yo lo hacía mucho en la escuela, en la secundaria, hasta la prepa. Me acuerdo que llegué a poner cartas con corazoncitos, dibujitos e ilustraciones".

De las relaciones actuales por Internet el escritor afirma: "Sí creo que quizás haya facilitado la comunicación de la pareja, pero desde luego, se ha perdido cierto tipo de romanticismo, cierta intención, digámosle poética. Se convierte en un asunto de negocio, de asunto a tratar, de haber, quieres verme?".

Finalmente, Avilés Fabila cree que la soledad ha encontrado un cierto refugio en la computación, pero yo creo que le quitan cierto encanto o le dan un encanto diferente al que uno estaba acostumbrado. Seguramente un joven tiene otra experiencia porque nunca ha escrito una carta para meterla a un sobre y enviarla por correo, sino que ha acudido a una computadora".

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