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* Recibió cálido homenaje en el Museo del Escritor, al que también donó el original manuscrito de la que considera su más grande obra, el poemario Los demonios y los días, además de otros objetos personales.
México, D. F., a 10 de octubre de 2008.- Al recibir el emotivo homenaje en el Museo del Escritor por su trayectoria poética y humanista, el maestro Rubén Bonifaz Nuño lamentó que sus problemas con la vista lo alejaran de escribir poesía, porque dictarla sería algo así como encarcelarla, ya que "la poesía ha sido el único acto libre de mi vida".
El también traductor al castellano de la Ilíada de Homero está por cumplir 85 años de vida el próximo mes, por lo que también recibirá un homenaje en el Palacio de las Bellas Artes.
Como parte del reconocimiento de hoy, el poeta nacido en Córdoba, Veracruz, entregó al Museo del Escritor el original manuscrito del poemario Los demonios y los días, obra considerada por el autor como la más importante de su trayectoria: "En él rompí muchas cosas vigentes en ese tiempo y traté de crear un método especial".
Asimismo donó un chaleco brocado, como muestra de que es "el único hombre decente y bien vestido del país", una leontina con reloj con una moneda de oro y una edición de Al polo norte de Emilio Salgari, el primer libro que leyó y por lo tanto, generador de su pasión por las letras. Asimismo, dejó para la galería una colección de fotografías firmadas.
El anfitrión y presidente del Museo del Escritor, René Avilés Fabila, dijo que "Rubén Bonifaz Nuño es el más grande escritor mexicano; el más grande poeta del castellano", a lo que el doctor Honoris Causa por la UNAM respondió en tono de broma "no me disminuyas, no me minimices".
Avilés agradeció que le haya permitido quererlo durante casi 50 años, "estamos verdaderamente emocionados por recibir a Rubén; esta es una oportunidad única" y agregó que "mi querido Rubén, es un hijo perfecto de la UNAM, es un hombre que se ha reconocido, que se ha visto a sí mismo como un producto muy acabado de la UNAM, pero también del otro lado hay que pensar en todo aquello que le dio Rubén Bonifaz Nuño a la Universidad".
Por cierto, el poeta, orgulloso, dice que el centro del país es la UNAM.
"Creo que cuando alguien se acerca a la obra extraordinaria de Rubén, se puede percatar de la grandeza del poeta, del traductor de los clásicos griegos y latinos; sólo pensemos en la monumental tarea que llevó a cabo traduciendo La Ilíada directamente del griego. Porque es también el gran humanista, el maestro, el hombre que ha formado generaciones de escritores, de académicos de profesionales de la literatura", destacó Avilés ante los asistentes al Museo del Escritor.
Pronto el maestro Bonifaz Nuño fue cuestionado por la prensa:
Dio una gran bocanada a su cigarro, antes de responder que compartir estos objetos al Museo del Escritor es "un acto de amistad" y su contribución al proyecto que espera permanezca y se acreciente.
- ¿Por qué escogió estos objetos para traerlos aquí?
- Primeramente porque soy el único hombre decente en este país (una ligera sonrisa); luego, es una buena decisión donar el primer libro que leí, el libro más importante lo empecé a leer cuando tenía 6 años; está un reloj con leontina, que es igual a uno que traigo aunque ya no puedo verlo.
- ¿Qué significa para usted, el número 85?
- La ruina, porque la vejez es una especie de líquido en disolución del ser humano; dos cosas debe temer el hombre: la vejez y la muerte, pero de esas dos, la vejez es la más temida.
- ¿Le falta algo por hacer?
- Claro que si, morirme (suelta otra ligera carcajada). No lo sé, tomar analgésicos o somníferos. Que son esenciales para mí en este momento.
- ¿Qué escritores han dejado huella en usted?
- Pues, por ejemplo, Emilio Salgari, Víctor Hugo, que son los más importante para mí.
Al responder una petición a la definición de poesía, Bonifaz Nuño se lamentó haberse alejado de ella "porque la máquina de escribir no era solo una máquina para escribir, sino una máquina para pensar" y, aseguró, dictarla hoy sería algo así como encarcelarla, ya que "la poesía ha sido el único acto libre de mi vida, lo demás ha sido un trabajo pagado que me ha permitido sobrevivir".
Añadió que "una hoja en blanco y el rodillo de la máquina de escribir es un reflejo de pensamiento, de forma que ahora que no puedo ver, ya no puedo ni pensar".
La Fundación René Avilés Fabila, donde se encuentra temporalmente el Museo del Escritor, presume de una biblioteca con más de 15 mil volúmenes, integrada prácticamente de literatura mexicana, la cual lleva el nombre de Rubén Bonifaz Nuño. Al respecto el escritor y periodista, Avilés Fabila, le comentó: "Así que ya tienes varias bibliotecas con tu nombre y esta crecerá más, incluso en esta ya tenemos el mismo problema que en el resto del Museo, ya no cabe. Felizmente crecimos demasiado rápido".
Avilés Fabila y el Consejo Directivo del Museo del Escritor continúan los trámites ante el CONACULTA, a fin de conseguir como sede del proyecto de los creadores literarios el inmueble conocido como el Ex Oratorio de San Felipe Neri, que se encuentra en la calles de República de El Salvador, en el Centro Histórico.
Avilés Fabila destacó que Bonifaz Nuño ha obtenido todos los reconocimientos significativos en este país, motivo por el cual el Museo del Escritor "se siente muy complacido de tener a Rubén; estamos verdaderamente emocionados de que haya aceptado vencer dificultades para estar con nosotros, con ustedes, con los medios. Yo creo que esto es una oportunidad realmente única".
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12/10/08
La poesía ha sido el único acto libre de mi vida: Bonifaz Nuño
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