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Ø “Cisne Negro” en la BMV.
Ø Luis Téllez, puede resurgir.
Ø Derroche en la crisis.
El evento conocido como “Cisne Negro” podría ocurrir en el transcurso de esta semana con el nombramiento del nuevo presidente de la Bolsa Mexicana de valores –BMV-.
De acuerdo con el concepto de Nicholas Nassim Taleb (2007), en su obra “The Black Swan, the Impact of the Highly Improbable”, El “Cisne Negro” es un hecho percibido como altamente imposible que tiene tres características principales: Es impredecible y por tanto inesperado; tiene efectos considerables; y después de que ha ocurrido, tiende a explicarse mediante razonamientos lógicos, de manera que pareciera evidente que el evento sucedería.
Después de su salida escandalosa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, muchos pensaron que Luis Téllez Kuenzler, abandonaría la vida pública por un buen tiempo.
Sin embargo, Téllez, gracias a un cabildeo intenso que realizó, en unos cuantos días logró el respaldo de importantes personajes con capacidad de influencia (como, el Gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez); Marco Martínez, presidente de Banco Santander; e Ignacio Deschamps, presidente de Bancomer y recientemente electo como presidente de la Asociación de Bancos de México, para que mediáticamente fuera tomado en cuenta como uno de los más fuertes aspirantes a suceder a Guillermo Prieto Treviño, en la presidencia de la Bolsa Mexicana de Valores.
En poco tiempo Luis Téllez se colocó como puntero, sólo igualado por el expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jonathan Davis. Y, en el transcurso de esta semana podría –como dicen los apostadores- hacerse la chica y Téllez y su gente retornar por la puerta grande a la escena pública, en uno de los cargos más importantes del sector político financiero del país.
El “Cisne Negro” ocurrirá, además de que muy pocas veces en la historia se ha dado el caso de que un político denostado y exhibido públicamente, se recupere tan rápido y recobre o supere el nivel político-burocrático que desempeñaba.
De confirmarse el inesperado nombramiento de Luis Téllez como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, se acallará la barahúnda y se replegarán los personajes que generaron el escándalo, como Purificación Carpinteyro, quien verá debilitarse sus intrigas y se colocará en una situación difícil debido a la demanda judicial que enfrenta por haber cometido espionaje en contra del exsecretario de Comunicaciones y Transportes.
Para ganar la presidencia de la Bolsa Mexicana de Valores – y cumplirse “el Cisne Negro”-, Luis Téllez deberá obtener por lo menos 12 de los 23 votos que de manera secreta depositarán en una urna los integrantes de la Asamblea General de Accionistas, integrada por consejeros institucionales e independientes, quienes ocupan esos cargos desde abril de 2008.
Entre quienes votarán para seleccionar al nuevo presidente de la Bolsa, donde ya solamente puntean Luis Téllez Kuenzler y Jonathan Davis, se encuentran: Carlos Hank González, de Interacciones, con quien Téllez, tiene una excelente relación, toda vez que trabajó como subsecretario de Agricultura con su abuelo del mismo nombre; Javier Artigas Alarcón, de UBS; Anthony McCarthy Sandland, de HSBC; el actual presidente de la BMV, Guillermo Prieto Treviño, quien ocupó ese cargo durante 8 años; Fernando Quiroz Robles, de ACCIVAL; Gonzalo Arturo Rojas Ramos, de SCOTIABANK y Eduardo Valdés Acra, de INBURSA. Otro gran amigo de Luis Téllez, pero que tuvo como importante colaborador a Jonathan Davis, es el exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. Este personaje también va a votar como consejero independiente de la BMV y estará en la disyuntiva de entregar su voto a su amigo Téllez o a su excolaborador, Davis.
De confirmarse “El Cisne Negro” de la BMV, será un hecho de alto impacto, que sentará precedente en la clase política nacional, podría ser el principio del reciclamiento de funcionarios afectados por el escándalo público quienes hasta el momento eran marginados del servicio público o destinados a cumplir funciones de asesoría desde el ámbito privado.
Es así porque de acuerdo con Nicholas Nassim, La ocurrencia de un “Cisne Negro” incrementa la posibilidad de que otro similar se presente.
Murmullos
Senadores VIP
Con una actitud donde la crisis, ni les quita el sueño ni les amarga el desayuno, y con un gasto de aproximadamente mil quinientos millones de pesos, los senadores, continúan levantando un complejo arquitectónico en Avenida Paseo de la Reforma 135, Colonia Tabacalera, casi esquina con Insurgentes, y justo frente al edificio de la Sedesol y la Torre Azul, donde ya despachan los diputados VIP-Azules (un edificio que fue parte de los bienes en poder del IPAB y que fue negociado por Diego Fernández de Cevallos a precio de ganga, utilizando dinero de presupuesto público).
Es un gasto injustificable, ya que en 1982 se inauguró el Palacio Legislativo, diseñado para albergar a todos los integrantes del Congreso de la Unión (628 legisladores en total), pero por capricho, los senadores se han negado a trabajar en el mismo sitio que los miembros de la Cámara Baja. En vez de ocupar la parte que les corresponde del Palacio de San Lázaro han preferido rentar diversas propiedades, distrayendo dinero de nuestros impuestos para enriquecer a particulares, como a los dueño del “edificio del Caballito”, la familia de la señora Yolanda Vargas Dulché, editora de revistas exitosas como Lágrimas y Risas y Memín Pinguin.
Hace unos días vi como avanza la construcción del nuevo edificio de los senadores. A pesar de que la obra ya lleva 15 meses de haberse iniciado, apenas se ha perforado el piso donde se construirán los cimientos y el estacionamiento del recinto que se tiene planeado inaugurar a principios del próximo año. Es claro que el nuevo complejo senatorial, no estará listo en la fecha planeada y que representará más gasto del planeado.
La obra está respaldada por un Fideicomiso (el 1705 de Banobras) – al que me referiré en una entrega posterior- y la está realizando la Constructora Indi, con el arquitecto Jaime Humberto Nenclares García, como responsable. El creador del diseño es el ingeniero Luis Bernardo Argüelles y Medrano.
La licencia de construcción (tipo No.1 06/RCVC-010-2006) vence el 20 de diciembre de 2009, y para mí que van a tener que tramitar una prórroga, pues si en 15 meses no han hecho ni los cimientos, como es que van a construir los 72, 190 metros cuadrados que tendrá el edificio, en solamente 9 meses.
Los senadores deberían pensarle mejor y aceptar trabajar en la parte que les corresponde del Palacio Legislativo de San Lázaro y utilizar esos mil quinientos millones de pesos, para crear, por lo menos, unos 3000 puestos de trabajo, que es lo que verdaderamente necesitamos los mexicanos.
Por: Juan Jacobo Cázares G.
http://www.cazares.es.tl/
jacobo_cazares@yahoo.com.mx
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22/3/09
Barahúnda Política: “Cisne Negro” en la BMV
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