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Más allá de la conocida aplicación estética, el uso terapéutico de la neurotoxina botulínica ha avanzado de manera acelerada en el control de los trastornos del movimiento. Numerosas investigaciones han revelado aspectos importantes de la organización funcional y del control de la actividad neuromuscular.
Los trastornos del movimiento son enfermedades neurológicas que afectan la velocidad, soltura, calidad y facilidad de los movimientos, como contracciones musculares anormales, muy rápidas o excesivamente lentas, las cuales se pueden originar por alteraciones en las regiones motoras del sistema nervioso central (por causas ambientales o hereditarias) o algunos traumatismos (golpes, accidentes, etc.).
Entre los movimientos anormales más frecuentes se encuentran las distonías, definidas por movimientos involuntarios de torsión relacionados con la contracción muscular mantenida y simultánea. Pueden presentarse en reposo o cuando se realiza alguna actividad, también aumentan con la ansiedad y la fatiga y mejoran tras el descanso. Afectan a cualquier área corporal y las formas más frecuentes suelen ser hereditarias y aparecer durante la infancia.
Los tipos más comunes que se presentan en la edad adulta son las distonías focales y segmentarias. La distonía focal más común es la distonía cervical o tortícolis, problema que puede ser incapacitante y extremadamente doloroso. La tortícolis puede ocurrir a cualquier edad, aunque la mayoría de los síntomas inician en la edad mediana, cerca del 10 al 20 por ciento de los pacientes con tortícolis sufren una remisión espontánea (disminución de la gravedad), en ocasiones, por un breve periodo.
Hasta hace algunos años el tratamiento de los trastornos del movimiento se limitaba a la terapia farmacológica que actuaba sobre el sistema nervioso central. Sin embargo, muchos de los medicamentos ocasionaban efectos secundarios importantes que obligaban a abandonar la terapia. De ahí que el uso de la neurotoxina botulínica haya significado una alternativa eficaz para controlar estos problemas, sin efectos colaterales y complicaciones mayores.
La era de las neurotoxinasY llegó una esperanza más para quienes sufren de algún tipo de trastorno del movimiento. En las últimas décadas se ha demostrado que la neurotoxina botulínica es efectiva, rápida y bien tolerada para estos padecimientos. Su aplicación terapéutica se ha centrado para el control de las distonías y los temblores corporales.
Esta terapia inhibe la contracción muscular, y por lo tanto, evita la anormalidad en el movimiento. Hoy ya existe una nueva neurotoxina botulínica tipo A purificada de Merz llamada Xeomeen que ha facilitado aún más el tratamiento de los desórdenes del movimiento. Esta es una formulación innovadora de alta eficacia y tolerabilidad, en la cual se ha eliminado el complejo proteínico mediante un proceso de purificación extensa del complejo de la toxina botulínica.
En poco tiempo Xeomeen ha mejorado la vida de miles de personas que sufren algún tipo de distonía y que han podido recuperar su independencia para realizar actividades cotidianas de manera normal. Aplicada por el especialista, el efecto durará varios meses antes de que sea necesario reaplicar el fármaco.
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16/12/09
La torticolis, un dolor incapacitante
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