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¿Sabía que puede ser un cáncer silencioso o confundirse con una gripa?
¿Sabe usted que el cáncer linfático o Linfoma de No Hodgkin (LNH) puede tener varias causas y que algunas pueden ser imperceptibles y muy graves, repercutiendo seriamente en el tiempo y calidad de vida de las personas que lo padecen?
Si usted padece cansancio, pérdida de peso, sudoración nocturna, hinchazón no dolorosa en cuello, abdomen, axilas e ingles, dolor de huesos y articulaciones, dificultad para respirar o dolor de garganta, probablemente tenga linfoma, aunque los pacientes presentan distintos grados de intensidad y los síntomas pueden llegar a confundirse con una simple gripa.
El Linfoma no Hodgkin (LNH) o cáncer linfático es un cáncer frecuente y repentino. En México, el LNH constituye el tercer cáncer más común en el género masculino (8.16 %) y el quinto más común en el género femenino (3.97 %), y afecta de manera más frecuente y recurrente a hombres de edad avanzada (entre 40 y 60 años).
Es un cáncer silencioso que en los últimos años se ha presentado en la población, sin importar género, edad ni clase social. Cualquier persona puede sufrirlo y su curación depende del grado en el que está el cáncer, un tratamiento oportuno y la forma en cómo el paciente lo enfrenta. Personalidades como Blue Demon, Jackie Kennedy Onassis, Gene Wilder (actor, director y guionista), Paul Allen (cofundador con Bill Gates de Microsoft) y Mario Lemieux (ex jugador de la NHL) padecieron linfoma. La mayoría ha sobrevivido al cáncer gracias a la lucha y fortaleza de su personalidad y con ayuda de un tratamiento eficaz y oportuno.
El cáncer linfático o Linfoma no Hodgkin (LNH), es un crecimiento anormal de células en el sistema linfático que a diferencia de otros tipos de cáncer, no puede ser extraído por una cirugía pues las células están por todo el sistema.
No existe una prevención eficaz del LNH, ya que en la mayoría de los casos no se sabe su causa. Sin embargo, personas con un sistema inmune débil presentan más disposición a contraer este padecimiento.
Es importante que un médico valore la salud del paciente y determine si se tienen que realizar pruebas especializadas para su diagnóstico. Existen otros síntomas, como el crecimiento repentino de un ganglio, que es indoloro y pasa desapercibido por largo tiempo hasta que es descubierto por el tacto, se presenta comúnmente en cuello, axilas, e ingles. Hay sudores nocturnos, pérdida de peso sin razón aparente, erupción o comezón en la piel, dolor en el pecho o en los huesos.
Para su tratamiento se administran distintos fármacos que actúan en las células tumorales hasta que destruyen su ADN. Éstos pueden ser quimioterapias formadas por distintas sustancias (dependiendo del tipo, grado de la enfermedad y tolerancia del paciente). Como complemento se utiliza la radioterapia. También se tiene el transplante de médula ósea para ciertos casos del linfoma agresivo o indolente.
Existen terapias biológicas o terapias dirigidas que aumentan la eficacia del tratamiento, donde los glóbulos blancos que ubican, seleccionan y fijan a las células tumorales del linfoma se replican mediante un proceso que al ser administrados junto con otro tratamiento como la quimioterapia, hacen que los efectos se concentren en las células malignas, haciendo más eficaz el tratamiento. Los anticuerpos se adhieren a las sustancias y eliminan las células cancerosas, impidiendo su crecimiento y su diseminación.
3/6/10
¿Tiene Linfoma No Hodgkin?
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