Por José Martínez M. (*)
México, D. F., a 30 de abril de 2012.-Hace unos días el periódico The New York Times –uno de los medios más
influyentes del mundo– destapó por enésima vez la cloaca de la corrupción que
corroe a México. Ahora le tocó a la cadena de supermercados Wal-Mart, fundada
en 1962 por Sam Walton y cuyos herederos forman uno de los clanes más ricos de
Estados Unidos y asiduos en la lista de los multimillonarios de las revistas
Forbes y Fortune.
En México proliferan este tipo de supermercados gracias a la corrupción. Muchos
de estos establecimientos han sido construidos mediante permisos ilegales a
cambio de sobornos a funcionarios. No son los únicos ni los primeros. El caso
es que las revelaciones del poderoso The New York Times ha exhibido al gobierno
mexicano como un país donde a cambio de “mordidas” se violan las leyes más
elementales.
No está por demás señalar que la corrupción en México es el deporte nacional
por excelencia. Lamentablemente México es un país enfermo. Donde quiera que
ponga uno el dedo brota la pus de la corrupción.
De acuerdo al NYT la subsidiaria en México de Wal-Mart pagó sobornos hasta por
24 millones de dólares para ganar el dominio en el mercado mexicano. La
investigación del rotativo identificó a Eduardo Castro-Wright, entonces
director de la empresa en México, como “fuerza motora detrás de los años de
soborno”, aunque apuntó que hubo cohechos ocasionales antes de su llegada a la
compañía en 2002.
La denuncia fue presentada por Sergio Cícero Zapata, ex abogado de bienes
raíces de Wal-Mart, quien indicó que la firma usó los sobornos para facilitar
“cambios de zonas en los mapas, hicieron desvanecer objeciones ambientalistas,
permisos que típicamente toman meses para su proceso, mágicamente se
materializaron en días”.
Cícero denunció que las prácticas de cohecho estimuladas por Castro-Wright eran
parte de una estrategia expansiva de negocios, para construir cientos de nuevas
tiendas tan rápido que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar.
“El ex ejecutivo dio nombres, fechas y montos de los sobornos, él sabía mucho,
explicó que por años fue el abogado a cargo de obtener los permisos de
construcción para Wal-Mart de México”, indicó el rotativo.
Incluso familiares de personajes como el jefe de Gobierno del Distrito Federal,
Marcelo Ebrard; la primera dama del país, Margarita Zavala y el ex secretario
del Trabajo, Javier Lozano, salieron inmiscuidos en el escándalo, pues varios
de ellos pertenecían a la plantilla laboral de dicha empresa.
El NYT mencionó que la compañía, con sede en Bentonville, Arkansas, inició una
investigación interna luego que Cícero Zapata informara en septiembre de 2005
sobre la campaña de cohechos para obtener permisos en “virtualmente cada rincón
del país”.
Un investigador nombrado por Wal-Mart, ex agente de la Oficina Federal de
investigaciones (FBI), reportó “sospechas razonables” para creer que hubo
violaciones tanto a las leyes mexicanas como a las estadounidenses.
No es ninguna novedad las revelaciones del NYT que han exhibido al gobierno
mexicano, lo lamentable es el grado de impunidad. Es innegable que las acciones
de Wal-Mart se han devaluado en las bolsas, pero en México no pasa nada, nadie
ha sido sancionado. México es el paraíso de la impunidad.
Lo anterior revela que la corrupción ha invadido todos los sectores sociales y
que muchas empresas privadas han florecido al amparo de este fenómeno que
corroe al país en su conjunto.
México, que es campeón de los tratados internacionales, es de los firmantes de
la Convención de la ONU contra la Corrupción, ¿y…?
El problema en nuestro país es que la corrupción ha alcanzado dimensiones
impresionantes, tanto que uno de los principales centros de educación superior
de más prestigio en el país, el Tecnológico de Monterrey, realizó un estudio
que tituló La corrupción-gobierno-empresas en México. La investigación arrojó
datos reveladores. Por ejemplo, estableció que 62 por ciento de las compañías
que operan en México admiten que destinan una porción de sus ingresos a pagar
sobornos a funcionarios públicos para obtener algún beneficio.
El estudio, que se basó en encuestas a 3 mil 985 compañías, tanto nacionales
como extranjeras, demoró un año y costó 430 mil dólares. El coordinador de la
investigación, el doctor René Zenteno, que pertenece al Centro de Estudios
Estratégicos del TEC, en su análisis indica que la corrupción que existe en el
sistema económico representa un serio problema para el entorno productivo del
país, al grado de que todas empresas que admiten pagar sobornos, el 81 por
ciento hace desembolsos ilegales para “agilizar permisos” y el 79 por ciento
“corrompe a funcionarios” para facilitar la conexión de servicios públicos.
Asimismo, el 82 por ciento otorga dinero para “evitar molestias” de
inspectores, mientras que el 52 por ciento lo hace para obtener contratos
gubernamentales. La investigación del TEC contó con la asesoría del Banco
Mundial y de varias instituciones académicas de Estados Unidos, como las
universidades de Yale y de California.
Hay que destacar que esta es la primera vez que se hace un estudio tan amplio
sobre la corrupción en México. María Reyes, que también pertenece al Centro de
Estudios Estratégicos del TEC y que participó en el trabajo de investigación al
comentar algunos pormenores de la investigación, refirió que se habló con los
directivos o los dueños de las compañías y, cuando eso no era posible, con
algún representante designado.
Para el Centro de Estudios Estratégicos del TEC, uno de los propósitos que
animaron el estudio en cuestión fue que los mexicanos tuvieran una fotografía
del problema de la corrupción, como si fuera el diagnóstico de una enfermedad.
Fue así que la investigación reveló que las grandes compañías reconocen que
destinan hasta el 8.5 por ciento de sus ingresos para influir en la
modificación de leyes, regulaciones o trámites que las beneficien.
Las pequeñas y medianas empresas, en cambio, gastan un promedio de 5.2 por
ciento en pagos ilegales a funcionarios.
Con base a esta investigación que abarcó a empresas de los 32 estados del país,
se pudo cotejar que lo que se refiere a licitaciones públicas y corrupción el
22 por ciento del gasto público se destina a contrataciones gubernamentales.
Del total de recursos públicos destinados a realizar contrataciones
gubernamentales, 30 por ciento se destina a la corrupción.
Algunos expertos estiman que los actos de corrupción le cuestan a México 30 mil
millones de dólares anuales (no sólo en compras y obras públicas), lo que
representa entre 3 y 4 por ciento del Producto Interno Bruto, algo así como el
10 por ciento de los impuestos recaudados.
Los sectores empresariales han salido al paso para cuestionar el lastre de la
corrupción. La más representativa de estas organizaciones, Coparmex, en un
diagnóstico sobre este fenómeno sociocultural cuestiona que en México se le
apostó a la creación y acumulación de controles, informes y reportes para
evitar las posibilidades de que hubiera corrupción. Sin embargo, esta
estrategia ha mostrado sus limitaciones.
Allí está el caso de Wal-Mart, que apenas en el año 2009 emprendió un proceso
de renovación tanto de su imagen que incluyó el cambió de logo y el nuevo lema
de la marca: “Ahorra Dinero. Vive Mejor”. Pero en el fondo el código de ética
de Wal-Mart sigue siendo el de la corrupción, como la demostrado The New York
Times.
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*José Martínez M., es periodista y escritor. Es Consejero de la
Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex). Es autor del libro Carlos Slim, Los secretos
del hombre más rico del mundo, y otros títulos, como Las enseñanzas del profesor.
Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de Poder, impunidad y Corrupción y La Maestra, vida y hechos
del Elba Esther Gordillo.
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