El presidente nacional del PRI dice que el regreso a Los Pinos
traerá consigo una nueva correlación de fuerzas con los estados de la
república, con el fin de acabar con el verticalismo y autoritarismo de
gobernadores
Por Agustín Ambriz / Luces del Siglo
Pedro Joaquín Coldwell, presidente nacional del PRI |
Cancún, Qna. Roo., a 9 de julio de 2012.-El confeti, la champaña
y las serpentinas tuvieron que esperar en la sede nacional del PRI, a donde se
ha tomado con mucha cautela el adelantado triunfo de Enrique Peña Nieto
reconocido tanto por el presidente Felipe Calderón Hinojosa como por el árbitro
electoral del país, Leonardo Valdés Zurita.
Desde este emblemático edificio de las históricas glorias del otrora “partido
hegemónico”, a unas horas de conocerse el fallo final del proceso electoral, el
líder de los priístas Pedro Joaquín Coldwell admite que todavía no es tiempo de
cantar victoria ni de echar las campanas al vuelo.
-- ¿Pero si ya prácticamente es un hecho, no? Ya hay reconocimiento oficial de
los principales actores del país --, se le inquiere en entrevista.
-- No, no, no. Tenemos que ser un partido responsable, esperaremos que las
autoridades competentes nos den oficialmente el triunfo y la constancia que así
lo respalde. La elección fue impugnada y habrá que esperar que siga sus cauces
legales.
“Ahorita estamos inmersos en la tarea de la calificación de la elección
presidencial. Hay todo un proceso, se tienen que recontar los votos. Es una
tarea muy ardua y demandante. Dejaremos claro que la elección fue limpia y
nuestro triunfo irrefutable”.
Con los resultados oficiales reportados por el Instituto Federal Electoral
(IFE) que dan el triunfo a Enrique Peña Nieto sobre Andrés Manuel López
Obrador, el escenario político del país pinta como hace 18, 12 y 6 años: una
apretada agenda de reformas estructurales que aguarda en la congeladora
legislativa y que está supeditada a intereses partidistas.
Aunque se confirme su triunfo, el PRI no contará con la mayoría necesaria en el
Congreso de la Unión para hacer solito las reformas. El nuevo presidente tendrá
que buscar nuevamente la negociación con las otras fuerzas políticas si en
realidad quiere que haya cambios verdaderos para los mexicanos.
--¿Repetiremos un gobierno de presidente débil y parlamento fuerte? ¿Habrá
entendimiento?--, se le pregunta a Joaquín Coldwell.
-- México lleva con gobiernos divididos ya, desde 1997, entendiendo por estos
aquellos donde el partido del presidente no tiene mayoría en el Congreso. Pero
en la democracia, cuando la mayoría de la alternativa no te la dan los
electores, entonces tienes que construirla con base en acuerdos políticos con
las distintas fuerzas representativas en el Congreso.
--¿Ahora que será gobierno, no teme el PRI un bloqueo del PAN en aquellas
reformas que no fueron correspondidas con el voto durante el gobierno de Felipe
Calderón?
-- Fueron muchas las reformas importantes del presidente Calderón que el PRI
apoyó, como la reforma de pensión del ISSSTE, la de seguridad pública y
justicia penal. No podemos anticipar lo que hará una fuerza política a partir
de diciembre pero sí sabemos qué haremos nosotros, y dese luego hacer acuerdos
para sacar adelante los cambios que el país requiere.
En México hay una visión peyorativa de los acuerdos de las reformas políticas,
que son comunes y corrientes en las democracias maduras, esa es una forma en
que se hace política.
-- ¿Hay conciencia de que el país no puede avanzar sino se logran esos
consensos? ¿Cómo le van hacer con las izquierdas si sigue la inconformidad?
-- Yo creo que la sociedad está haciendo un reclamo muy fuerte a todos los
partidos políticos. Están condenando la parálisis legislativa. En consecuencia,
serán los electores quienes valoren quiénes sí contribuyen participando para el
país y quiénes contribuyen a la parálisis.
-- ¿Le parece que Peña Nieto será un presidente débil?
-- No, porque está avalado por una elección democrática. El hecho de que el PRI
no logre mayoría dentro del Congreso no me parece una debilidad. La legitimidad
de él dispone del mayor número de votos que ningún otro presidente en la
historia nacional.
La recomposición de la geografía electoral del país después del 1 de julio
llevó al poder al PRI en estados del norte cansados del PAN y a la derrota en
aquellos considerados como sus bastiones del sureste mexicano, Tabasco y
Quintana Roo.
-- ¿Qué pasó ahí señor?
-- Yo creo que las elecciones expresan la pluralidad de la sociedad mexicana.
Somos un país que no es homogéneo y la gente usa cada vez más su voto, y de
manera diferenciada muchas veces. Entonces se ve claro que en algunas zonas, el
PRI pierde y en otras zonas recupera una gubernatura que perdió en 1995. Gana
por ejemplo en el municipio de León, Guanajuato, donde no gobernaba hace 28
años. Entonces en la expresión de este México democrático.
-- Se requerirá una estrategia diferente para recuperar los estados que eran
bastión priísta y que pasaron a las fuerzas de la izquierda, como Tabasco donde
hubo caro completo.
-- Fue el mismo voto que se vio en Tabasco en el 2006. Seguramente influyó la
oriundez del candidato a la presidencia.
Equilibrios en los estados
Oriundo de Cozumel, Quintana Roo, Joaquín Coldwell asegura que, de confirmarse
el triunfo, el PRI que fue prácticamente echado de Los Pinos en el 2000 no será
el mismo que 12 años después recupera la Presidencia de la República.
El líder priísta, en cuyo estado perdió Peña Nieto, refiere que la nueva
alternancia de un presidente priísta traerá equilibrio en aquellos estados
priístas donde los gobernadores siguen siendo autoritarios. Como virreyes, los
calificó el presidente Calderón.
“El PRI ha cambiado mucho. Es un partido que se descentralizó en ese proceso.
Es ahora un partido mucho más generalizado, de decisiones no tan verticales,
sino que van generando acuerdos en las distintas corrientes del partido, de la
estructura territorial. Es un PRI que ha aprendido a competir en democracia”,
comenta.
--Ese cambio no se ve todavía en todos los estados gobernados por el PRI,
abundan los casos de gobernadores autoritarios e inexpertos, ¿cómo van a
contrarrestar eso ahora con un presidente de la república priísta?
-- Precisamente la existencia de un presidente de la república priísta,
establecerá una nueva correlación respecto a las expresiones políticas locales.
-- ¿Qué tipo de correlación?
-- Establecer un mayor balance.
-- ¿Digamos que se vuelven a centralizar algunas decisiones?
-- No, más bien se aspira a nuevos equilibrios y contrapesos de poder. Eso es
lo que debemos encontrar.
-- Con respecto a estas diferencias que hubo en algunos estados, donde los
senadores y diputados del PRI, alcanzaron más votos que Peña Nieto ¿No se pudo
ayudarle a conseguir los mismos votos que sus compañeros de coalición? ¿Qué
pasó ahí? Por ejemplo, en Quintana Roo, donde el ex gobernador Félix González
Canto le ganó al candidato presidencial.
-- Yo no puedo conocer tan pronto las motivaciones de los votantes de todo el
país, eso requiere estudios, la gente hoy en México vota de manera más
diferencial. En Quintana Roo hubo más voto para los candidatos legisladores que
para presidente y hay otras regiones donde sucedió a la inversa.
-- ¿Qué sigue? ¿Qué hará el PRI para que el mayor número de gente crea en él?
-- Me parece que la gente ya le dio voto de confianza al PRI en esta elección y
me parece que nos está dando una segunda oportunidad y tenemos que corresponder
con un gobierno eficaz.
Victoria colectiva
Principal responsable de los resultados electorales de su partido, Joaquín
Coldwell no está de acuerdo con la consideración que algunos han expresado en
el sentido de que el virtual triunfo es una medalla de condecoración más en la
trayectoria del político cozumeleño.
--¿Lo veremos todavía en el CEN del PRI o irá al gabinete?
-- He sido electo para terminar un periodo que llega dentro de 3 años, pero
depende de los priístas. Ahora mis 5 sentidos están en la calificación de la
elección presidencial, de diputados, senadores y gobernadores electos en 7
estados del país
-- Su compañero, el senador Manlio Fabio Beltrones, habla de la necesidad de
los gobiernos compartidos y que el sistema político mexicano transita del
presidencialismo al parlamentarismo ¿Está de acuerdo?
-- Yo creo, que eso lo determinará la evolución política del país y los
acuerdos que deben irse construyendo entre las diferentes fuerzas políticas. En
este momento yo no quisiera anticipar vísperas en ese tema.
-- ¿Pero hay consciencia de que se tiene que avanzar juntos construyendo una
agenda nacional de beneficio general?
-- Sí, la agenda política nacional ya lleva muchos años construyéndose en las
distintas fuerzas políticas y bueno eso seguirá. Repito, ahora estamos inmersos
en la tarea de la calificación de la elección presidencial, en la integración
de las cámaras y ya vendrá el momento para tomar otro tipo de decisiones, yo no
quisiera anticipar juicios.
-- ¿De plano el virtual triunfo no representa otra medalla en su carrera?
-- Yo lo veo como una victoria colectiva,. A mi me tocó coordinar a los
priistas, mal haría yo en darme este merito, aquí está el trabajo de millones
de militantes del PRI, desde los que pegaron propaganda, de los que hicieron
activismo, de los que se presentaron en las casillas, los candidatos,
legisladores, los directivos de campaña. Es un logro colectivo.
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