* Alfredo Neme, vocero de FLAMA, lamentó la creciente dependencia alimentaria en momentos de crisis económica.
Alfredo Neme Martínez, vocero de la Federación Latinoamericana de Mercados de Alimentos, sostuvo que las cifras de los indicadores sobre el crecimiento de la economía mexicana que proporciona el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, demuestran un proceso recesivo en el país que reclama atención inmediata ante el riesgo que ello implica para el comercio tradicional de alimentos y el consumo de la canasta básica.
Luego de analizar los indicadores que el INEGI dio a conocer para medir con precisión el crecimiento de la economía como lo es el Sistema de Indicadores Cíclicos, los cuales en 17 meses consecutivos han establecido variables negativas en su seguimiento, aseveró que lo anterior se demuestra con la primera quincena de febrero donde el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un incremento de 0.12 por ciento y una tasa de inflación anual de 4.21 por ciento.
Recordó que los productos que presentaron un comportamiento por arriba de la media nacional fueron el limón, carne de res, gasolina de bajo octanaje, cebolla, gas doméstico natural, gas doméstico LP, restaurantes y similares, entre otros.
Por ello, las catorce variables coincidentales que implica esta herramienta del INEGI que son Actividad Económica, Actividad industrial, Ventas Netas al Menudeo, Asegurados en el IMSS, Desocupación Urbana, Importaciones Totales, Empleo, Manufactureras, Exportaciones no petroleras, Índice Bolsa Mexicana de Valores, Tipo de Cambio Real, Tasa Interbancaria, Índice Standard & Poors, Nivel de Confianza del Productor y Nivel de Confianza del Consumidor, han otorgado en los últimos meses un panorama desalentador para la economía nacional.
Lamentablemente, dijo, las expectativas para este año tampoco permiten suponer que este macrosistema de indicadores pueda revertirse ya que los inventarios en perecederos y en productos terminados, no apuntan un incremento notable en los pedidos del primer trimestre, más bien tienden a disminuir, además de que el traslado de las formas de pago sigue incrementándose en dos rubros: pago con dinero plástico y pagos en efectivo, es decir que “la Reforma Fiscal debilitará la bancarización”.
Asimismo, criticó el hecho de que en la reciente reunión, entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, se hayan concentrado nueve horas de trabajo en sólo cinco puntos: acuerdos financieros, comerciales y económicos en primera instancia y en segundo nivel exposición de problemas de desarrollo sustentable y seguridad.
Otra vez, agregó, se ignoró el problema toral de México que es la autosuficiencia alimentaria y la dependencia cada vez mayor hacia Estados Unidos y Canadá.
Por lo anterior, consideró que dejar pasar esta oportunidad de altísimo impacto mediático, sin dejar constancia de los desequilibrios alimentarios que no ha podido resolver el TLCAN, sino que se ha agravado en los veinte años que tiene de estar funcionando este mercado común, sólo restan posibilidades de soberanía alimentaria.
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