Fue la noche del 26 de noviembre de 1985 cuando despegó la misión “STS-61-B”, en la queviajó Neri Vela, entonces miembro del programa de colaboración entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la NASA (National Aeronautics and Space Administration),desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, en el trasbordador Atlantis, recordó el Director General de la AEM, Javier Mendieta Jiménez.
El objetivo principal fue poner en órbita tres satélites de comunicación: el Morelos II, de México; el AUSSAT-2, de Australia, y el SATCOM K2, de Estados Unidos de América, detalló.
El modelo del satélite mexicano, explicó, fue el HS-376, de forma cilíndrica, con 6.62 metros de longitud al desplegarse, así como 645.5 kilogramos de peso; permaneció en órbita de almacenamiento hasta abril de 1989 y fue controlado en todo momento desde México.
Su vida útil, precisó Mendieta Jiménez, eraoriginalmente de nueve años; sin embargo, gracias al talento de los ingenieros mexicanos,en 1998 comenzó a operar en órbita inclinada ypudo alargar su durabilidad hasta 2004, cuando se determinó retirarlo de órbita desde el centro de controlo de Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Destacó que el Morelos II representó un gran avance tecnológico para unificar las zonas rurales y urbanas: cubrió el territorio mexicano y ofreció servicios de telefonía, datos y televisión.
En este contexto, Mendieta Jiménez hizo un reconocimiento al trabajo de Neri Vela y compañeros de tripulación con quienes él mismocompartió experiencias en aquél tiempo en las instalaciones de la NASA: Johnson Space Center, en Houston, y Kennedy Space Center, en Florida.
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