· Hoy en día 28 millones de mexicanos viven con dolor y no reciben un tratamiento adecuado
· El Senado propuso un cambio a la legislación en materia de prescripción de opioides para facilitar el acceso a estos medicamentos
· Actualmente existen medicamentos opioides con fórmulas disuasoras del abuso que ofrecen mayor seguridad al paciente
México DF, a 18 diciembre 2014.- El Senado de la República, consciente de la necesidad de la población para tener acceso a medicamentos eficaces y seguros, propuso un cambio al artículo 226 y 234 de la Ley General de Salud.
Este cambio establece que los medicamentos con registro sanitario vigente que contengan alguna sustancia controlada, siempre y cuando demuestren ante la Secretaría de Salud que cuentan con una tecnología que en su formulación o elaboración disuada su abuso, podrán ser clasificados en una fracción distinta a la fracción I de la Ley.
En México, más del 90% de la población que terapéuticamente requiere analgésicos opioides no tiene acceso a ellos,[esta situación se debe a dificultades en la accesibilidad a analgésicos especializados en los cuadros básicos de las instituciones nacionales de salud.
“En la Comisión Nacional de Protección Social en Salud se están enfocando los esfuerzos para dar el acceso a los médicos para la prescripción dentro del cuadro básico y a los pacientes en su adherencia terapéutica a medicamentos especializados y seguros que garanticen la analgesia de calidad y contribuyan a una mejor calidad de vida”, mencionó la doctora Celina Castañeda, especialista en dolor.
La legislación actual nacional estipula en el artículo 138 Bis 2 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, que el dolor es “la experiencia sensorial de sufrimiento físico y emocional, de intensidad variable, que puede presentarse acompañada de daño real o potencial de tejido del paciente”.
De acuerdo con esta ley, los cuidados paliativos deben proporcionar alivio al dolor y a otros síntomas severos asociados a enfermedades en estado terminal.
El mismo artículo en el numeral Bis 12 establece que se proporcionará cuidados paliativos y deberá contarse con el abasto suficiente de fármacos e insumos para el manejo del dolor del enfermo en situación terminal.
El dolor es casi imposible de conocer con precisión, no obstante, resulta de vital importancia medirlo, tanto para su diagnóstico como para el tratamiento correspondiente. A pesar de que existen diversas metodologías para medir el dolor, es generalmente clasificado en dos categorías: el dolor agudo y el crónico. El primero es aquel que no rebasa los tres meses, mientras que el crónico sobrepasa ese límite.
“En la actualidad, el dolor representa un problema de salud mundial y México no está exento de ello, generando altos costos para los centros laborales así como para las familias y los sistemas de seguridad social”, afirma la doctora Magdalena Salado, Jefe de la Clínica del Dolor del Hospital Manuel Gea González.
De acuerdo con la Doctora Salado, “en el Distrito Federal solamente se cuenta con ocho hospitales que ofrecen servicios de control del dolor o cuidados paliativos lo cual es insuficiente para cubrir las necesidades de la población que reside en la capital del país”.
“El paciente que requiere opioides para aliviar su dolor, debe solicitar una cita en un hospital de tercer nivel para acceder a los medicamentos, lo que agrega meses a su sufrimiento y en caso de recibir la receta, debe buscar la farmacia que lo venda”, agregó la especialista. En México en el año 2011 sólo habían registradas 263 farmacias autorizadas para distribuir estupefacientes.
Puntualizó que “actualmente existen tratamientos a base de opioides cuyo desarrollo, formulación y elaboración contienen una tecnología disuasora del abuso, representando una oportunidad para que los pacientes adquieran su tratamiento con mayor facilidad y seguridad. Esta es otra buena razón para actualizar el marco jurídico nacional que permita aliviar el dolor de 28 millones de mexicanos.
Por su parte, la Doctora Castañeda, expresó que “contar con una legislación que tome en cuenta los avances tecnológicos de los medicamentos con formulación disuasora del abuso, permitiría el acceso más amplio a estos fármacos ya que por su perfil de seguridad podría ser posible contar con un inventario adecuado en farmacias y centros de salud que garantice la atención adecuada a pacientes con dolor severo causado por cualquier patología.”
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