La OSIM regresó al estado de Querétaro

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Ø La música les despierta no solamente el oído a los jóvenes intérpretes, sino también, otros aspectos emocionales.

Santiago de Querétaro, Querétaro. Después de 5 años de no visitar Querétaro, la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México –OSIM–,bajo la dirección artística de Sergio Ramírez Cárdenas, regresó a territorio queretano como parte de su 11ª Gira Nacional, presentándose por primera vez en el Templo del Exconvento de San Francisco; un concierto en el cual participó por quinto año consecutivo, el violinista Juan Carlos Malagón, originario de esta ciudad.

Una iglesia completamente llena fue el escenario perfecto para que la agrupación ofreciera su tercer concierto de esta Gira Nacional, ante un público heterogéneo que esperó formado por más de una hora y que lo mismo incluyó a turistas, niños, curiosos y religiosos.

Anteriormente conocido como Convento Grande de San Francisco de Querétaro, de esta estructura arquitectónica sólo se conserva poco menos de una cuarta parte de lo que fue en el siglo XVI, sin embargo, hoy día, es utilizado de manera frecuente para presentar diversas actividades artísticas organizadas por el Conservatorio de Música José Guadalupe Velásquez con sede en esta ciudad, tal y como explica Erick Escandón, maestro de música y coordinador general de la sección infantil de dicho instituto:

“El Conservatorio nació como escuela de música sacra, así que estamos muy relacionados con el ambiente eclesiástico y de la música culta profana. Aquí participan de manera continua tanto los niños cantores como los diferentes ensambles de instrumentistas del conservatorio”, afirmó Erick quien desde hace cuatro años, se ha integrado al contingente que acompaña a la OSIM en sus respectivas giras en calidad de tutor, es decir, como una de las aproximadamente 15 personas que se encargan de cuidar y alentar a los niños y jóvenes durante todos los viajes.

En este concierto, Erick dirigió a la orquesta de la OSIM en la interpretación de Caballería Ligera de Franz Von Suppé; una experiencia que él mismo califica como “un sueño hecho realidad” y que explica: “Me sentí muy cómodo. A los integrantes de la orquesta los sentí muy atentos a las indicaciones quizá, porque los conozco muy bien como agrupación. A muchos de ellos los identifico desde pequeños y los he visto crecer también en lo que se refiere a su calidad musical”. Por este motivo, expresó: “como escuela, en el conservatorio nos hemos fijado el reto de que en las próximas generaciones de la OSIM se incremente el número de niños queretanos que participen en esta agrupación de excelencia que en verdad reúne a los mejores instrumentistas pequeños del país”.

Éste es el caso de Juan Carlos Malagón quien desde los 6 años toma clases en el Conservatorio. De niño cantor se transformó en instrumentista de piano y hoy día, es violinista de la Orquesta de Cámara del Conservatorio, dedicando sus mañanas a las clases de la escuela preparatoria y todas sus tardes, a clases de música, mismas que no sólo se limitan a los talleres de instrumento, sino que buscan una formación musical integral y por lo tanto, abarcan historia de la música, contrapunto, solfeo, armonía y dirección coral.

“He participado en la OSIM desde que tenía 11 años. Desde entonces, estas giras me han ayudado a perfeccionar mi técnica y a ver hacia otros horizontes. He crecido con la OSIM y conforme pasa el tiempo, la calidad de la orquesta ha incrementado mucho. Una característica que se nota si comparamos el repertorio que interpretábamos en el 2003 con el que ahora podemos ejecutar”.

Este mismo punto de vista fue compartido por Erick, quien comentó: “Los niños músicos, independientemente de que después se transformen en profesionales o no, son niños especiales porque tienen un carácter muy sencillo, son sensibles y están alertas a cuestiones sentimentales. La música les despierta no solamente el oído, sino también, aspectos emocionales; además de brindarles grandes satisfacciones como viajar, conocer a otros niños y jóvenes con intereses parecidos a los de ellos y convivir con maestros de gran trayectoria, en fin, les da la oportunidad de crecer como personas.”

Al terminar este concierto en el que los asistentes aplaudieron de pie y solicitaron encore, Juan Carlos concluyó: “Mi vida no sería la misma sin la música. A través de ella puedo expresar mi estado de ánimo. Por eso, invito a los niños a quienes les gusta la música, a que se atrevan, a que se pongan las pilas, pues si bien estudiar música es un camino difícil y hay que dedicarle muchas horas a la semana, sí vale la pena; son más las satisfacciones que se pueden lograr que todo el tiempo y trabajo que se invierte en la preparación musical”.

Este jueves 26 de julio, la OSIM se presentará, en el Teatro Aguascalientes, a las 20:30 horas, de la ciudad de Aguascalientes.

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