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Algunos creen que cada vez se ha dificultado más a los electores mexicanos conocer el enigma en política de lo que son las “mentiras verdaderas”, el como se dan y como se entienden en todos los pasillos de la política mexicana, es decir ¿cuáles serán verdades o cuales mentiras? porque se piensa que el lector, radioescucha o televidente con el bombardeo diario de información “muchas veces manipulada” entenderá y decidirá su opinión en base al número de anuncios publicitarios y opiniones que expresan los partidos y personajes políticos famosos sobre algún tema en particular de la vida nacional .
Sin duda es importante la cantidad de información que se da y se recibe por todos los medios de comunicación, pero hoy con una libertad de prensa que existe en México, basta con pararse en un puesto de periódicos, observando simplemente las revistas y periódicos para comparar si lo que escuchamos accidentalmente en el coche, la oficina o un establecimiento comercial es falso o verdadero, incluso en la televisión con los programas de análisis de opinión donde “algunas veces” nos dan la pauta para entender perfectamente el verdadero o falso manejo de la información.
No se ha entendido que a pesar de que en las pasadas elecciones presidenciales del 2 de julio del 2006 se creo una especie de caos político por la famosa guerra sucia electoral, aun se continua permanentemente confrontando al electorado con campañas electorales que no dan propuestas para buscar un bien común, sino mas bien tienen otro propósito, el denostar, injuriar y tratar de mostrar que el adversario político “es un peligro para la sociedad”, que tiene un nivel de ética tan bajo para que al final de la recta, (el día de las elecciones) hagan qué el pobre electorado no sepa por quien votar, porque le ponen como opciones; ¿por el menos corrupto o por el menos malo?
Por esto es importante que ¿si alguien desea hacer y aplicar un bien común?, ya es necesario guardar la prudencia en la forma de hacer política, para que se les permita respirar a los receptores de la información de vez en cuando, porque la credibilidad de una persona física o moral en cualquier comunidad del mundo se gana en base a la ratificación de principios y valores arraigados en una sociedad. Por esto cuando se pierde la prudencia en la política de las instituciones, se pierde todo el proyecto de destino, sentido, y del camino en el que se quiere continuar, donde entonces es fácil que las organizaciones se colapsen si se pierde la prudencia.
La prudencia en la política mexicana es algo que no se conoce en México, raro es el político o el partido político que lo demuestra en sus acciones diarias, es decir “que tenga congruencia entre lo que dice y hace” porque por lo regular “casi siempre” hoy engaña, mañana dice la verdad, después manipula la información, continuamente desmiente la información y le pone el pie a su adversario al cual casi siempre lo considera enemigo, y lamentablemente “casi siempre” trata de hacer un proselitismo y una publicidad tan sucia que trata de promocionar únicamente las cosas negativas de una gestión legislativa de un compañero o de un gobierno local, estatal o nacional, es decir, por el simple hecho de que pertenezca a otra institución política, se vuelve y se le considera por lo regular “una persona no indeseable en una comunidad”.
Algo que es muy común en México, es que cuando se emborrachan de soberbia y de poder los partidos políticos, sus dirigentes y los legisladores para manipular la política, “todos pierden, o más bien, perdemos todos” porque no se pueden seguir embarcando en un proceso imprudente y de choque permanente, donde la sociedad nacional e internacional los observa para analizar cual será su postura hacia futuro para aceptar o rechazar a la política económica y social que se desea o se requerirá para el país. Es necesario entender que nunca habrá una política que ayude al desarrollo político, económico y social del país, mientras sigan existiendo los mismos políticos en los partidos políticos en la Republica Mexicana, es necesario que se creen y se apliquen candados contra esta gente negativa que por años han vivido y viven del erario publico (por ejemplo los famosos dinosaurios políticos que se reeligen continua y corruptamente a través de procesos plurinominales) , que no aportan lo suficiente para que avance el país y la sociedad, porque lo único que les interesa es beneficiarse a si mismos o a grupos de poder, un ejemplo muy claro fue lo que paso recientemente con la famosa Ley Televisa.
Los video escándalos de toda índole, “que sacan sus trapitos al sol, a la corrupción encubierta”, han impactado al ciudadano por décadas, también lo han hecho recapacitar para entender la verdadera política “del político corrupto e insensible” y que por años han manejado al país, porque a pesar de que han creído que le han dado al elector mas elementos de juicio para madurar, entender y castigar en procesos electorales utilizando su deber cívico en una urna, con su proceso permanente de imprudencia lo único que han hecho es simplemente polarizar a la sociedad, por ejemplo el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática han olvidado que ambos consiguieron 15 millones de votos en la pasada campaña presidencial y cada que pueden, casi siempre están denostándose el uno al otro en un proceso imprudente donde el elector pasa a segundo plano, no importando que con sus hechos y acciones se evalué y se de una imagen negativa hacia la sociedad y al extranjero.
Hoy no es, ni será valido que en las próximas elecciones locales y estatales del sexenio se siga buscando una legalidad de la política sucia, es decir, en una ilegalidad jurídica con campañas permanentemente sucias, ya no se puede permitir en México que se sigan rompiendo esquemas de un derecho cultural jurídico encaminados a alcanzar la democracia, los instrumentos de ilegalidad (espionaje personal o telefónico, guerra sucia mediática, etcétera), que cada día son más frecuentes, ilegalmente legales y sofisticados en campañas electorales deben desaparecer y ser considerados como delitos graves, la Ley ya no debe de permitir que se utilicen como si no fueran un delito, porque recordemos que éstos se manejan a través del cohecho y difícilmente se aplica la justicia a los culpables, un ejemplo de un instrumento de corrupción es el regular financiamiento ilegal cuando casi siempre se salen del presupuesto autorizado por las autoridades electorales, ¿nadie ve y solo se sanciona una pequeña parte?.
La calidad moral de un político, gobernante, diputado y senador e incluso de un partido político en México, debería y debe ser evaluada públicamente a través de un proceso de enseñanza-aprendizaje donde se compruebe y se fiscalice permanentemente que su trabajo mata grilla y esta encaminado a beneficiar a la sociedad, por este motivo se deben de terminar con la combinación de los procesos electorales internos que no sean avalados por la sociedad, es decir, por ejemplo en la ley electoral deben de desaparecer por salud los procesos plurinominales, porque estos se han convertido en un jugoso botín y negocio de las elites del poder político en las instituciones, porque intrínsecamente son una especie de juez y parte, porque se autonombran representantes de la sociedad y en la realidad simplemente representan intereses creados de grupos de poder político y económico.
Por: Carlos Munguia Rodríguez
pluma_dorada1@hotmail.com
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11/9/07
La política y los políticos en México
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