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Recuerda dónde dejó su carro? O ¿los nombres de todos sus familares? Tener una memoria sana es importante, ya que de ella dependen muchas de las actividades que realizamos en la vida diaria.
Pero, ¿qué pasa cuando la memoria no responde como debería? Cuando queremos acordarnos del nombre de alguien ¿y no podemos? O cuando sabemos que algo teníamos que hacer ¿y no recordamos que es? Estos son olvidos que parecen muy comunes, pero cuando se tienen más de 50 años, es un signo que debe tomarse en cuenta, ya que pueden ser el primer indicio de la enfermedad de Alzheimer, la más común de las demencias.
Pero entonces ¿Que hacer para tener una memoria sana?, el doctor Ignacio Orozco Geriatra del Hospital Ángeles México comenta que: Al igual que los músculos del cuerpo, si la mente no se ejercita se deteriora. Es por eso que la actividad mental como realizar crucigramas, jugar memorama, leer, aprender cosas nuevas, son importantes métodos para mantener la memoria en buen estado de salud.
Hay personas que llegan a los 87 años y tienen una agilidad mental que ya quisieran algunos jóvenes, pero esto es porque leen y estudian y mantienen su mente activa.
De tal forma que si usted o algún otro familiar no suelen mantener activa su mente, es mejor que comiencen a hacerlo con lecturas y actividades diversas como el sudoku, dominó, sopa de letras y todos esos juegos mentales que hay, pues es la única manera de que la ejerciten.
Como se sabe, la falta de memoria es la primera señal de la enfermedad de Alzheimer, propia de la tercera edad, y los olvidos aunque muchas veces son comunes en esta etapa de la vida, no todos son por distracción, cuando son frecuentes es mejor tomar medidas en el asunto y acudir con el médico especialista que, en este caso, es el neurólogo, para que realice una valoración adecuada.
La enfermedad de Alzheimer es un padecimiento crónico-degenerativo del cerebro, que tiene distintas etapas y presenta los síntomas iniciales entre los 50 y 60 años de edad. En una primera etapa el paciente manifiesta olvidos frecuentes, por ejemplo, nombres de personas, objetos, acciones que realizó en horas anteriores. Son los llamados olvidos recientes, y que por desgracia muchos toman como propios de la edad adulta y no les dan la importancia debida.
En una segunda etapa, el paciente no tiene control de los sentimientos, por lo que puede volverse agresivo, arroje objetos, se muestre irritable, diga malas palabras e incluso tenga actitudes de violencia física. Posteriormente se presenta un grado de pasividad total, no habla, tiene movimientos lentos, prefiere estar acostado a caminar, es decir, se encuentra en un letargo total que no responde a ningún estimulo y se queda por completo quieto.
Es por ello que hay que estar atento a cada cambio en la memoria, para atenderse a tiempo, puesto que un diagnóstico temprano permitirá controlar la enfermedad e inhibir el deterioro cognitivo con los tratamientos actuales como la memantina de Merz, que ayuda a detener el proceso de la enfermedad y es el único fármaco autorizado en cualquier etapa de la enfermedad, ya sea temprana, media o avanzada.
El Alzheimer no se cura, sólo se controla, es por ello que cuando se tiene en la familia un paciente con Alzheimer el tratamiento debe ser multifactorial donde intervengan: el médico, el cuidador, la familia y el psicólogo. Y el cuidador es el más importante, pues es quien tiene que vigilar el proceso del paciente, por lo que requiere de atención, incluso psicológica.
Tome en cuenta que la enfermedad de Alzheimer afecta de forma diferente a cada persona. Algunos suelen deteriorarse en unos cuantos meses, otros, pasan un par de años cuando inicia su camino hacia el olvido. Pero en ambos casos, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno hacen la diferencia.
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24/7/08
El cerebro también necesita mantenerse en forma
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