>>> TV
-La mayor prevalencia de obesidad provoca un incremento de personas que padecen hígado graso en México.
-El 80% de los adultos obesos y el 50% de niños con exceso de peso tienen hígado graso o esteatosis hepática. Las mujeres son el blanco ideal de la enfermedad, según investigadores.
-Tratamientos con L-ornitina y L-aspartato contrarrestan los padecimientos hepáticos crónicos, uno de los problemas de salud pública en el país.
México D.F. 22 de septiembre de 2008.- En los últimos años la prevalencia de sobrepeso y obesidad en México, el cual ha crecido un tercio entre hombres y mujeres, puede estar provocando una mayor incidencia de Hígado Graso, tanto en adultos como en niños, el cual puede provocar desde cambios neurológicos, hasta cirrosis o cáncer de hígado.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, 25% de pacientes con hígado graso pueden terminar en un plazo de 10 años, padeciendo cirrosis hepática.
Si bien no se conoce la causa específica del hígado graso, se asocia con el aumento de los casos de obesidad, y dietas que generan una aberración en el metabolismo de las grasas (ácidos grasos y triglicéridos), lo que conduce a una acumulación intrahepática de los triglicéridos.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Hospital Universitario San Cecilio, en España, revelan que 80% de los adultos y 50% de los niños obesos padecen de esteatosis hepática no alcohólica, que puede desencadenar padecimientos mortales.
En México este condición hepática va en aumento. El 70 por ciento de la población mexicana tiene obesidad, y la tendencia de sobrepeso ha ido en aumento.
El hígado graso se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas (hepatocitos) y se asocia principalmente a la presencia de obesidad, síndrome metabólico, diabetes, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
En sus primeras etapas, el hígado graso es asintomático, pero en etapas avanzadas, se registra pérdida de peso, debilidad y fatiga.
Clínicamente se observa que el hígado deja de trabajar correctamente y permite la llegada al cerebro de grandes cantidades de amonio, lo que ocasiona cambios neurológicos.
Algunos estudios revelan que es más frecuente en mujeres que en hombres, sin embargo, es posible encontrar personas con hígado graso sin estos factores de riesgo.
Por ahora, la forma más común de diagnosticar la enfermedad es a través de la ecografía, tomografía o resonancia magnética. En otras ocasiones se utiliza la biopsia hepática para diferenciar entre la “esteatosis simple” (acumulación de grasa) y "esteatohepatitis" (grasa asociada a inflamación y fibrosis).
Sobre el tratamiento, se ha visto que un cambio en el régimen alimenticio junto con L-ornitina y L-aspartato (Hepa-Merz), fármaco del laboratorio alemán Merz Pharma, mejoran de manera significativa las funciones del hígado y elevan la calidad de vida de los pacientes.
Normalmente el hígado tiene 5g de grasa por cada 100g de peso. Cuando se diagnostica la esteatosis hepática no alcohólica, este órgano tiene más de 5% de su peso total con contenido graso.
RECOMENDACIONES
- Evitar cambios bruscos de peso.
- Disminuir la ingesta de alimentos grasosos, como chorizo, tocino, carne roja y embutidos; así como de productos con azúcar refinada, como galletas, chocolates y pasteles.
- Evitar el consumo de cualquier tipo de bebida con alcohol.
- Cenar 3 ó 4 horas antes de acostarse.
- Entre cada comida es recomendable dejar pasar un lapso de 4 horas, para que no se sobrecargue el trabajo del hígado.
- Consumir cereales integrales y alimentos naturales, como arroz, pastas, trigo, frutas y verduras, pollo y pescado.
- Realizar ejercicio diario.
<<<regresar/home
22/9/08
Crece incidencia de Hígado graso en México
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario