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- Maestros de escuelas de tiempo completo reciben formación en dirección coral en las aulas.
- “La música tiene el poder de transformar la vida. Los maestros han inventado muchas maneras de abordar la música y de hacer que los niños y niñas canten”, dijo Gerardo Rábago, uno de los docentes invitado por ConArte.
- “Estamos, señala Jorge Córdoba, ante la socialización del único lenguaje común que ha inventado la humanidad, la lectura y escritura musical, al cual hay que acercarse sin miedo, con la certeza de que es como aprender otro idioma”.
- Es el inicio de un proceso de mediano y largo plazo para recuperar la emoción, la alegría de cantar y la revaloración de la música mexicana entre las actuales generaciones de niños, niñas y jóvenes, afirma Lucina Jiménez, autora y coordinadora de esta iniciativa.
Ciento ochenta y cinco maestros de aula de escuelas primarias y maestros de música de las escuelas secundarias públicas reciben su primera formación en Dirección Coral, en el Curso que concluye este viernes, con una demostración ante grupo de cómo trabajar con el material Ah que la Canción; Música Mexicana en la Escuela, elaborado por el Consorcio Internacional Arte y Escuela A. C. (ConArte), bajo la coordinación de Lucina Jiménez.
Ah que la Canción! es un método elaborado especialmente para fomentar la revaloración de la música popular mexicana en el aula y apoyar la formación musical de los maestros, a fin de lograr que miles de niños y niñas recuperen la memoria musical y se rompa con la falta de conocimiento y valoración de la música de autores y compositores de gran calidad. La edición reunió los esfuerzos de la Secretaría de Educación Pública, la Sociedad de Autores y Compositores de México y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en una edición destinada a las escuelas públicas del país.
La Secretaría de Educación Pública, a través de la Administración Federal de los Servicios Educativos del D.F. y el Consorcio Internacional Arte y Escuela A.C., llevan a cabo el programa de implantación del programa, a través de la formación musical de un primer grupo de maestros, a los cuales se sumará en diciembre próximo, otro grupo similar de maestros que enseñan en las escuelas ubicadas en el Centro Histórico, zona donde ConArte imparte el programa Aprender con Danza.
Los salones de la Escuela Secundaria no. 41 “Sor Juana Inés de la Cruz”, ubicada cerca del Metro Fray Servando, exhalan emoción, concentración, risas y canto. Se trata de maestros de aula que probablemente no se habían acercado a la música como parte de su formación docente. Ellos tienen la misión de aplicar este método de canto con sus alumnos, dentro del programa de Escuelas de Tiempo Completo en diferentes zonas de la ciudad de México.
Apenas es la tercera sesión del seminario y la alegría se siente entre los maestros. Varios ya han aplicado lo aprendido en sus salones de clase. Regresan al curso son nuevas ideas de cómo aprovechar el material que incluye la lírica, los datos de contexto sobre autor y obra, las partituras y la grabación de tres discos que sirven como material de trabajo con el grupo.
No cabe duda de que la cada quien construye su pedagogía y su didáctica en un estilo muy personal. En sus ejercicios, hay maestras que exploran la lírica desde la geografía o la historia, buscando ser creativas, otros recurren a la fábula, otros más le dan nuevos usos al material, por ejemplo en poesía coral. El intercambio de recursos didácticos es cotidiano en esta experiencia.
Las expresiones de gusto y emoción no dejan dudas. La música tiene el poder de transformar la vida, dijo Gerardo Rábago, uno de los docentes que ConArte invitó a participar no sólo en este curso, sino en la producción musical de ¡Ah que la canción! El material da para mucho más, comenta emocionado al terminar su clase. Aquí los maestros han inventado muchas maneras de abordar la música y de hacer que los niños y niñas canten.
Jorge Córdoba, uno de los arreglistas que participa del método y del Consejo Consultivo de ConArte, subraya ante sus maestros la importancia de la sensibilidad y la inclusión, en reconocer la parte afectiva de los y las niñas al cantar, mientras les ofrece estrategias docentes de lectura musical a partir de un sistema de equivalencias que les facilita la labor. Al segundo día, los maestros de aula, están trabajando con la partitura.
Estamos, señala, ante la socialización del único lenguaje común que ha inventado la humanidad, la lectura y escritura musical, al cual hay que acercarse sin miedo, con la certeza de que es como aprender otro idioma. Eduardo Gutiérrez y Javier Díaz, dos reconocidos maestros de dirección coral, ofrecen también a sus maestros, estrategias para preparar la clase frente a grupo y les ayudan no sólo con la lectura musical, sino con técnicas de respiración y coordinación, muchos maestros terminan bailando.
Para facilitar el trabajo de vocalización, ConArte, con ayuda del Maestro Jorge Córdoba, la cantante Mireya Ruvalcaba y el apoyo del IMER, Opus 94 y la Administración Federal de los Servicios Educativos en el DF, se dio a la tarea de grabar un disco compacto con vocalizaciones al alcance de niños y niñas, a fin de que los maestros tengan otros recursos didácticos para cuidar el trabajo de voz de los miles de niños y niñas con los cuales la música popular mexicana volverá a las aulas, espacios de formación de primer orden, de donde nunca debió haber salido.
Estamos ante el inicio de un proceso de mediano y largo plazo para recuperar la emoción, la alegría de cantar y la revaloración de la música mexicana entre las actuales generaciones de niños, niñas y jóvenes, es la mejor manera de celebrar el día de Santa Cecilia, protectora de los músicos, comenta la maestra Lucina Jiménez, autora y coordinadora de esta iniciativa.
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13/11/08
¡Ah que la canción!, música mexicana en la escuela
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