Ante el descenso en las encuestas de su
candidato presidencial, el PRI estatal echó mano de la guerra sucia para minar
el ascenso de sus adversarios políticos y evitar que el fenómeno de movimientos
“anti Peña Nieto” arrastre a sus candidatos locales a diputaciones y senadurías
Por Juan Manuel Coronel / Luces del Siglo
Cancún, Qna. Roo., a 12 de junio de 2012.-Las señales de autoritarismo enviadas
por el gobierno priísta de Quintana Roo contra sus adversarios políticos o
todos aquellos que no piensen como él, comienza a preocupar en las dirigencias
nacionales y estatales del PAN, PRD, PT y el Movimiento Ciudadano.
“La guerra sucia no sólo se circunscribe a spots en medios de comunicación. El
gobierno priísta en Quintana Roo, al mando de Roberto Borge, utiliza otros
métodos para golpear y amedrentar a sus detractores políticos”, denuncian los
respectivos dirigentes del PRD y del PAN en la entidad, Emiliano Ramos y
Eduardo Bolio.
Su enojo común se produjo por la destrucción sistemática de los espectaculares
de sus candidatos, así como por la organización de manifestaciones en contra
del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, con personal del
gobierno y líderes de colonias del propio PRI.
Pero lo que provocó la indignación y el terror total fue el retiro de
propaganda proselitista en Chetumal de la candidata presidencial del Partido
Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, utilizando a presuntos policías
estatales que dispararon en contra de militantes panistas.
Operación teatral
Emiliano Ramos explica que las manifestaciones contra Andrés Manuel López
Obrador, hace ya 15 días, son orquestadas desde el gobierno de la entidad,
quien procura que sus candidaturas locales a puestos federales no sean
golpeadas por el efecto “anti-Peña Nieto”.
Luego de que diversas encuestas, entre ellas la realizada por el periódico
Reforma, ubicaran a Andrés Manuel López Obrador a sólo cuatro puntos del
candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, estallaron diversas
manifestaciones en repudio al tabasqueño.
La marcha sirvió como punto de unión para los principales partidos de
oposición, pues también Eduardo Martínez Arcila, presidente del PAN en Benito
Juárez, ve como un montaje la marcha “anti-Peje” y responsabiliza al priísmo
estatal de esta manifestación.
"La violencia está concentrada en los diversos estados que gobierna el PRI
y es claro que Peña quedará en tercer lugar, porque la gente se ha dado cuenta
que el PAN sabe gobernar y las izquierdas son un buen contrapeso para avanzar
en las reformas", declaró a la prensa luego de la marcha.
Los políticos de oposición y algunos medios de comunicación sospechan de la
colusión de las autoridades y sindicatos afines al priísmo para organizar la
marcha “anti-AMLO” con la fachada de ser una manifestación por la paz.
Lideresas de colonias que fueron llamadas a marchar, denunciaron que por
asistir a cada activista se le pagó 500 pesos, mientras que ellos le ofrecieron
3mil pesos por cada 20 recomendados que llevaran.
Candidato al Senado por la segunda fórmula, el perredista Gerardo Mora exige al
gobernador Roberto Borge que saque las manos del proceso electoral. Y aprovecha
para responsabilizarlo de cualquier agresión que sufran los simpatizantes y dirigentes
del movimiento progresista.
Alonso Ventre, candidato del PRD a una diputación federal por el Distrito I, ha
sido víctima de actos de intimidación como el ocurrido al principio de la
campaña cuando su camioneta fue atacada con un arma de “diábolos”, después de
lo cual recibió una carta anónima pidiéndole que abandonara la contienda. El
candidato que ha continuado con sus recorridos denuncia que, como a él, líderes
de colonias y simpatizantes han recibido las mismas amenazas.
El líder del PRI municipal, Mario Machuca Sánchez, se deslindó de las
acusaciones y negó que su partido haya organizado la marcha, aunque reconoce
que varias lideresas afiliadas a su partido estuvieron presentes, aunque de
forma aislada y por su propia voluntad.
Al acecho
La madrugada del pasado 5 de junio en Chetumal, un grupo de activistas del PAN
descubrieron a varios hombres armados en el momento en que descolgaban y
destruían anuncios espectaculares de la candidata presidencial de ese partido,
Josefina Vázquez Mota.
El hecho ocurrió en el cruce de las avenidas Eric Paolo Martínez con 4 de marzo
en la capital del estado, donde el equipo de campaña del candidato del PAN a
diputado federal por el Distrito II, Fernando Zelaya Espinoza, sorprendió a
siete sujetos retirando la publicidad de Vázquez Mota.
Al ser interrogados por los panistas, los individuos se identificaron como
policías judiciales y dijeron que era parte de un operativo estatal para bajar
los espectaculares, acto seguido dispararon al aire y se dieron a la a la fuga
repartiendo también balas contra los vehículos del equipo del candidato que
intentó perseguirlos.
Eduardo Bolio, dirigente estatal del PAN, asegura que existe complicidad de los
órganos de justicia en el estado con el gobierno priísta de Roberto Borge, por
lo cual presentaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República
(PGR), por la ingravidez de la justicia local.
Al ocurrir los hechos, también el secretario general del Comité Directivo
Estatal (CDE) del PAN, Miguel Ángel Martínez Castillo, culpó al gobierno del
estado y responsabilizó al secretario estatal de Seguridad Pública, Bibiano
Villa Castillo, de lo que pudiera ocurrirles a sus candidatos o a sus equipos
de campaña.
“El general Bibiano es el que ha venido a sembrar el terror en la entidad”,
acusa.
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