Guadalajara, Jalisco, 10 de noviembre 2012. De acuerdo a datos de
INMUJERES, en México mueren diariamente 6 mujeres debido a la violencia
ejercida contra ellas. Tanto Jalisco como el Estado de México son los estados
donde hay más femenicidios que en Ciudad Juárez. De cada 10 femenicidios, entre
el 45 y el 60 por ciento son cometidos por su pareja, según la ONU.
“La violencia contra las mujeres duele, lacera, marca, sin importar si
se ejerce en el cuerpo o en el corazón, el efecto es el mismo, destruye las
fibras más sensibles de las mujeres, les roba la posibilidad de mirar de
frente, con dignidad y sin miedo, es por ello que la violencia contra la mujer se vuelve un asunto prioritario que
debe de erradicarse,” comentó Sylvia Sánchez Alcántara, presidenta de la
Asociación “Ya basta de violencia contra la mujer, A.C.”; portadora de la
Antorcha Olímpica en Londres 2012 y Coordinadora General del evento “Reto de
las Mujeres Jalisco”, en el marco de la celebración mundial de l Día
Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer que determinó
la ONU el 25 de noviembre, evento que por quinto año consecutivo se realizó en
el Auditorio Telmex de Guadalajara.
María Ampudia, Asesora de la Comisión Contra la Trata de Personas del
Senado de la República fue una de las ponentes que más conmovió el corazón del
auditorio. Ampudia tiene ya muchos años dedicándose en cuerpo y alma en este
asunto tan penoso y aberrante de la trata de personas del que mucho hemos
escuchado, visto o leído en las noticias.
“Vengo muy cansada, pues ayer tuvimos una reunión muy pesada con
delegados que nos reunimos en la ciudad de Tlaxcala. Esta ciudad es la fuente
de niñas que son vendidas y explotadas sexualmente alrededor de la república
mexicana y otras partes del mundo. Nunca en mi vida me vi tan cerca de los
padrotes que las compran. Vengo desde las 3 de la madrugada en este maravilloso
vuelo que se retrasó un poco, pero ya estoy aquí. Lo único que quiero de
ustedes es tocarles el corazón y hacer conciencia de esta problemática. Es un
tema muy peligroso. No está siendo nada fácil para nosotros porque estamos
tocando temas o cotos de mucho poder. Hay mucho, mucho dinero atrás. Rocío
Orozco que es la persona con la que yo trabajo y la cual me siento muy
orgullosa. Por otra parte, refiero que Jalisco ocupa el segundo lugar en trata
de personas en toda la república mexicana, además, tenemos siete Estados donde
la ley no a sido aceptada, y uno de los Estados que no la tiene es Jalisco.”
Niñas guerreras
La profesión de Ampudia es la tanatología, su historia empieza hace 25
años trabajando con niños en situación de calle. Cuando Rocío le pide que vayan
al Senado para seguir luchando a favor de hacer leyes en contra del trato de
personas, lo hace con mucho gusto, motivada con una frase de la secretaria de
turismo, Gloria Guevara: “Tenemos el tercer lugar en explotación sexual
turística sexual en el mundo, lo que es peor, estamos permitiendo que nuestros
niños mexicanos sean abusados sexualmente por los extranjeros y por nuestros
mismos paisanos. Hay una enorme cantidad de pasajeros que llegan a los puertos
para abusar sexualmente de los niños, y gran parte de los mexicanos no hacen
nada y los que hacen están amenazados.”
“No me importan las amenazas, ni
que me digan que estoy en el tema más complicado, ni que me digan que es el
tema más difícil de abarcar. A las pequeñas que han sido salvadas, les llaman
guerreras, ya que se paran enfrente del público y narran sus historias. Ellas
lo hacen no como víctimas, sino como guerreras, tratando siempre de superar, de
hablar, porque saben que detrás de ellas hay más niñas que están siendo
violadas o secuestradas de 12, 13 o 14 años, incluso, niñas de hasta 8
años”-complementa Ampudia.
La realidad supera la ficción
Hay un caso muy especial de Karlita y su prima hermana quienes estaban
esperando el camión para ser trasladadas a su hogar. De repente se para un
trailero muy agresivo, las toma, las sube y se las lleva. Pasaron muchas horas
en carretera, de pronto se paran en una casucha en la que son recibidas por una
matrona y les dice: “pónganse estos zapatos y estas falditas”. La mujer se las
lleva a un cuartucho, las niñas temblando de
miedo abrazaban sus cuerpecitos y ellas relatan tristemente que a ambas
26 hombres les quitaron la virginidad. Su virginidad fue vendida por 400 pesos.
La familia de las niñas, vuelta loca, después de 24 horas de no encontrarlas,
se contacta con Ampudia y se hace una labor con los procuradores del Estado de
Tlaxcala y el Estado de Puebla que es el recorrido más grande de prostitución
de niñas y es casi imposible encontrarlas, porque a estas niñas las disfrazan:
les cortan el cabello, las tatúan, las hacen parecer más grandes. El infierno
que empiezan a vivir es increíble, porque ellas refieren que lo primero que
sienten es un líquido que les inyectan en la vena, que no es otra cosa, más que
heroína para que relajen el cuerpo y no pongan cara de fuchi a la hora que los
hombres las están violando. Una de ellas logra escapara después de mes y medio
de estarlas violando 40 veces al día (el fin de semana las prostituyen hasta 70
veces, cobrando una cantidad de dinero, se hace la suma y hacemos la cuenta de
que estamos hablando de mucho, mucho dinero), y quitarle a una niña que es
salvada, implica quitarle a la mafia muchísimo dinero. Esta niñita cuando sale
corriendo le pide a una patrulla que le ayude a regresar a su casa, el
patrullero le dice que se agache, pues la va a regresar a su casa lo más rápido
posible. A los pocos minutos el policía le dice que ya llegaron, cuando la niña
se baja se da cuenta que el genízaro la había llevado al mismo lugar. El
castigo que recibió fueron muchos golpes, fracturándole varios huesos, y aun
así la pusieron a “trabajar”. Esta pequeña no se queda tranquila, decide
volverse a escapar y lo hace de nuevo, sabiendo que estaba su vida en peligro.
Testimonio impresionante
“Por Karlita y su prima sabemos muchas cosas, pues gracias a ellas
salvamos a más de 40 pequeñas. La segunda vez que Karlita escapa se encuentra
con una camioneta con una chica de sociedad (así la llama la niña) que iba
acompañada por otras dos mujeres y le dice: ‘por favor, por lo que más quieras,
sálvame, si me dejas aquí me van a matar.’ “Una de las acompañantes le dice a
su amiga que si subía a esa mugrosa ella se bajaba del automóvil, pero la
propietaria del coche no le hizo caso. Esa muchacha es un ángel que cada uno de
nosotros podemos encontrarnos en la vida. Ella lleva lejos a la niña y le da 50
pesos. Karlita se queda muy triste y llorando en la banca de un parque, tal y
como la vistieron en el burdel. De repente, se le acerca un chico con una
Biblia en la mano y le pregunta: ‘¿Qué te sucede? Déjame ayudarte, pues te vas
a congelar, está lloviendo.’ Karlita le dijo muy asustada que no se acercara,
que no la tocara, pues se la quiere llevar. El muchacho con mucha dificultad la
convence de que no le va a hacer nada y le promete que al otro día la llevará a
su lugar de origen. Efectivamente, aquel muchacho la llevó a su casa en la que
vivían otros chicos que estudian la Biblia, uno de ellos le deja su habitación
para que durmiera. Al siguiente día, la suben a un camión, le dan dinero y
Karlita tiene oportunidad de regresar a su casa. Cuando ella ve a sus
progenitores (su papá es sordomudo), su madre la abraza después de tres meses y
medio de haberla perdido. La niña entra en un estado de shok, muy impactada y
muy preocupada, pues pensaba que si no regresaba iban a golpear o matar a su
prima, o podría estar ya muerta. La niña proporciona toda la información a la
policía y se logran salvar a 40 pequeñas.”
Se drogan para poder soportar su existencia
La pequeña guerrera relató que aquellas bestias la hicieron presenciar
como desvirginaban a otra niña que acababan de robar, la tenían amarrada como a
un Cristo, pero los tipos no se daban cuenta que atrás de la cabeza de la
pequeña que estaba siendo prácticamente crucificada había un muro, y cada vez
que un hombre la violaba, su cabeza se pegaba con el muro. Cuando el treceavo
hombre la estaba violando, esa criatura colgó la cabeza, había muerto. Esos hombres obligan a Karlita que baje a la
niña que estaba colgada, la tuvo que cargar y arreglar para enterrarla. Para
una niña de 13 años, esto implica muchísima responsabilidad de sobrevivencia,
pero sobre todo querer vivir en este planeta, que finalmente no le está
ofreciendo otra cosa más que este triste recuerdo.
“Hay niños que se roban para quitarles los órganos, existe la mendicidad
en los pequeñitos que nacen en la calle, que son hijas en situación de calle,
de familias completamente rotas, que no tienen la suerte ni la fortaleza de
salir, y estas mujeres deciden usar droga. Platicando con ellas, me dicen que
las drogas les permiten no vivir el abuso sexual de los taxistas. Mientras
estuve sentada, alrededor de 45 o 50 minutos, vi un promedio de 40 taxistas
pasar y a veces se llevan de dos a tres chicas y les pagan 30 pesos, cantidad
suficiente para que ellas puedan pagar la droga necesaria para no querer vivir
en este planeta. Por cierto, ellas también conciben bebés, obviamente ella
ignoran quien es el padre, pero cuando nacen son robados precisamente para la
mendicidad; este es otro tipo de trata de personas. Estos bebés son vendidos,
drogados, son los que las mujeres viven de ellos pidiendo limosna en las
calles, que cargan para pedirnos dinero, dinero que finalmente damos porque la
lástima no son para las mujeres, sino para los bebés.”
México, segundo lugar de trata de blancas en el
mundo
Hay otro tipo de trata que, especialmente están viviendo algunos lugares
de Jalisco, que es ir a los pueblos a comprarles a las madres a las pequeñas
para las grandes casas y las grandes sociedades tengan servicio y se dejen de
preocupar en estos menesteres. “Tenemos que luchar contra este tipo de
costumbres de los pueblos. Me llena de rabia y poner cara de que no lo siento
para convencer a estas madres de que no lo siento para convencerlas de que no
se deben vender a sus hijas. Platico esto con Rocío y con las organizaciones
que se acercan a nosotros para ofrecernos apoyo, quizás como en todas las
guerras, tendrán que morir muchas pequeñas, pero yo estoy dispuesta a hacer lo
que sea, humanamente hablando, para que las nuevas generaciones: las niñas que
ya nacieron y las que aún no han nacido y son pequeñitas, no vivan esto. Desafortunadamente,
estamos en el segundo lugar de trata de blancas en el mundo, sólo nos gana la
droga. Antes también nos ganaba la venta de armas, ya no; ahora es mucho más
fácil vender a un humano que un arma, es menos complicado. Gracias a Dios y a
un grupo de mujeres y hombres tenemos leyes, pero no había quien defendiera a
estas criaturas, somos pocas las voces. Yo confió, no sé cuántas mujeres, pero
confió en que cada mujer jalisciense se va a unir a nosotros para poder hacer
equipo. Esta es una situación de mujeres, tienen que salir a la calle y
decirles a los hombres que: ‘Los verdaderos hombres no compran mujeres y mucho
menos niñas.’ “Por eso estoy aquí, no me importan cuantas amenazas siga
recibiendo, no me importa cuanto tenga que rezar u orar o encomendarme a cual
santo, seguiré luchando en el bienestar de la niñez.”
Por: Héctor Medina Varalta
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