- El premio de Paula
Markovitch es un filme sobre el mundo infantil violentado por la dictadura
militar en Argentina.
Cuando
era niña se dijo que haría un libro sobre su pueblo natal de San Clemente,
Argentina, un lugar apartado en la playa, austero y de vientos
implacables. 30 años después Paula Markovitch regresó a su tierra,
pero para filmar su primer largometraje como directora, El
premio, película contundente sobre la recuperación de la memoria y la
visión fragmentada de una niña en medio de la dictadura militar.
Hija
de artistas plásticos e intelectuales progresistas, Paula Markovitch es hoy una
de las escritoras de cine en México más destacadas de los últimos
años, Sin remitente, Temporada de patos, Lake Tahoe, Elisa
antes del fin del mundo, Dos abrazos, son algunas de las historias
que avalan su universo creativo.
Aunque
como directora ya tenía experiencia con los cortometrajes Música de
ambulancia y Perriférico, desde siempre estuvo convencida que ella
tenía que filmar El premio y justo cuando comenzó el proyecto en 2006
encontró el respaldo del Instituto Mexicano de Cinematografía. “El Imcine
entendió que se trataba de una historia universal, que trataba de una aspecto
de la condición humana, como es la infancia”, explica la realizadora.
El
premio relata la historia de una madre y su pequeña hija que se
refugian en un apartado pueblo a las orillas del mar, donde el viento y la
miseria cobijan una realidad desoladora. Todo es sugerido, se sabe que
huyen de algo y que la mentira se revela como posibilidad de sobrevivencia.
Paula
Markovitch asegura que su filme es más allá de recuperar la memoria. “La
memoria es un gran tema, pero no sólo se trata de no borrar las heridas, sino
también no borrar la responsabilidad social. Yo creo que cuando hay un
crimen social como el fascismo argentino, no sólo hay víctimas y victimarios,
hay una complicidad con ese crimen y esa complicidad que se tiende a borrar
porque no es un bonito recuerdo.
“Por
eso me parece tan importante la memoria, porque es asumir las
responsabilidades. En las sociedades donde ha habido crímenes, lo primero
es juzgar y castigar a los culpables, pero luego toda la sociedad tiene
que revisar en qué aspectos se ha hecho cómplice y en qué aspectos esa
criminalidad y fascismo han permeado nuestras almas”.
Ganadora
de varios premios nacionales e internacionales como el de Mejor película lo
mismo en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara que en el Festival
Internacional de Morelia, Paula Markovitch comenta que filmar El
premio fue un proceso liberador: “Me reencontré con mis amigos de
infancia y con los amigos de mis papás, fue toda una relación en términos
personales y artísticos”.
El
filme plantea un personaje infantil fragmentado por una realidad cruel y
violenta, que apenas logra percibir. “Los movimientos de izquierda durante la
dictadura militar en Argentina hablaban de la fragmentación, que consistía en
no conocer la vida real del otro, porque si eran atrapados y torturados podrían
delatarlos. La fragmentación llegó a toda la sociedad, por eso trabajé mucho el
tema de la delación, que se propiciaba desde las escuelas donde los niños se delataban
unos a otros, finalmente el fascismo propone la traición, que lleva a una
traición de sí mismo”.
Más
que una película biográfica, la directora asegura que sus recuerdos son unos y
lo que ocurre en la película es otra cosa, “creo que la película cargó mucho
con el dolor. Yo recuerdo mi infancia con enorme felicidad. Para mí era
más importante plasmar que en las situaciones más hostiles como la dictadura la
alegría busca la manera de escabullirse y crecer a través de los juegos
plenos”.
Ser
autora y directora de su película implica para Markovitch procesos de creación
diferentes, pero conectados. El texto literario es un texto dramático que
demanda un trabajo en solitario y es una obra por sí mismo, y la película
representa la puesta en escena de una historia, el de la interpretación, ahí se
combina la mirada de uno con la mirada de los otros, es un trabajo lúdico
y divertido”.
Dado
que su primer pulso creativo es la literatura, Paula Markovitch busca la
posibilidad de publicar el libro sobre su película, “yo generalmente
trabajo el texto de cine sin formato de guión” y de hecho ya tiene algunas
propuestas para editarlo, tras mencionar que en este momento trabaja en el
proyecto de su siguiente película Cuadros en la oscuridad, basada en la
obra pictórica de su padre.
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