- Se hizo un análisis
entre las oportunidades de exhibición cinematográfica de ambos países.
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La formación de
públicos fue uno de los temas de discusión de esta mesa de reflexión.
Como
parte de la VIII sesión de la Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se realizó en la sala Carlos
Chávez del Centro Cultural Universitario la ponencia “Políticas públicas para
el cine en México y Brasil: logros, retos y tareas” donde se hizo un análisis
entre las oportunidades de exhibición de cine de ambos países.
En
la mesa estuvieron presentes el periodista brasileño Evaldo Mocarzel; Víctor
Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores y Realizadores de
Obras Audiovisuales, y Jorge Sánchez, director general del Instituto Mexicano
de Cinematografía (Imcine).
Sánchez,
inició la mesa de reflexión destacando los procesos culturales que han tenido
tanto Brasil como nuestro país: “Somos una cultura dinámica en ciertos sectores
de la población pero poco consistente. Esto no quiere decir debilidad pero sí
dispersión; en Brasil es notable su presencia y dinamismo”.
El
ex Presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas
(AMACC) presentó algunas cifras y datos provenientes del Anuario Estadístico
del Imcine con el fin de hacer una comparación entre Brasil y México en
relación a la cinematografía. Por ejemplo, dijo que hay 5 mil 166 pantallas de
cine en México, el doble que en el país sudamericano. Además, mencionó que en
2011 asistieron 144 millones de espectadores a las salas cinematográficas en
Brasil, mientras que en nuestro país fueron 205 millones.
El
especialista cinematográfico Víctor Ugalde explicó que las situaciones y los
desarrollos de Brasil y México han sido muy similares y enfatizó en la
necesidad de tener una sincronía política con otros países como Argentina y
España con el objetivo de enfrentar a la industria de Hollywood.
“Situaciones
políticas ajenas al cine impiden que se pueda sumar el esfuerzo de la industria
cultural cinematográfica en estos países”, refirió.
Ugalde
también ofreció un panorama económico entre México y Brasil, tras detallar que
en nuestro país se están produciendo cerca de un centenar de películas, a la
vez que Brasil ha superado esa cantidad con 112 producciones realizadas en
2012. “Algo importante de decir es que en Brasil hay 40 distribuidoras y en
México 36, sin embargo, allá tienen cerca de 60 compañías exhibidoras y aquí
hay 8, concentradas en 3 que dominan el mercado”, dijo.
Víctor
Ugalde puntualizó en que, si bien tenemos mecanismos similares de impuso,
México carece de un impuesto en la taquilla como Brasil. Al copiar esa
política, de acuerdo al guionista y director, se generaría dinero suficiente
para impulsar la expresión no sólo a través del cine, sino también en la
televisión. “Tenemos un mal contacto con el público. Se necesita un proyecto de
competencia para la exhibición, de lo contrario el cine mexicano no podrá
crecer”.
Por
su parte, Mocarzel compartió las políticas públicas y culturales que se tienen
en Brasil y puso especial atención en las películas independientes que han
encontrado un espacio de exhibición tanto en festivales de cine como en canales
privados de televisión que, a partir de una ley, deben transmitir durante
cierto tiempo producciones de este tipo en su programación. “’Arte contra la
barbarie’ fue una iniciativa puesta en marcha en Brasil para revitalizar la
producción escénica en teatro y cine”, explicó el también profesor de cine.
Finalmente,
tras una serie de reflexiones entre los ponentes y los asistentes de esta mesa,
se llegó a la conclusión de que es necesario poner énfasis en la formación de
públicos y tejer redes entre diversas asociaciones y organismos para la lograr
una mayor exhibición de cine en México. “Se necesita una penetración del cine
de forma binacional y multinacional que propicie la circulación de las obras
latinoamericanas”, concluyó Jorge Sánchez.
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