POR Héctor Medina Varalta
"Los oídos no pueden escuchar ni la lengua puede describir las torturas de ese infierno interior." Lord Byron
La licenciada y maestra en psicología Yolanda García Ávila, adscrita al departamento de promoción y prevención y tiene el cargo de prevención de trastornos mentales y representante de la coordinación de la Red Jalisciense de la Prevención del Suicidio comenta que la ola de suicidios que se cometen en Guadalajara, se debe, en parte a la desinformación que estamos viviendo, la segunda, es la desintegración familiar; la violencia que se vive en las familias, entre algunas otras situaciones que se viven, puesto que el suicidio es multifactorial, pues no podemos decir que un solo factor determina que una sola persona, independientemente de la edad pueda atentar contra su vida o está pensando en suicidarse, porque todo es un proceso, es todo un fenómeno: desde que el individuo lo empieza a pensar hasta que solamente se queda en el pensamiento, o aquellos que lo intentan y se salvan, o aquellos que desafortunadamente lo logran.
Hay que empezar a determinar las edades en los niños, porque no se puede hablar de un suicidio de un niño menor de 9 años, puesto que todavía no tienen establecido, qué es la muerte, no tienen ese proceso de pensamiento en los que los adultos de 30 o 40 años, después de los 8 o 9 años ya sabemos que no hay ninguna reversibilidad, mientras que menores de 6 años hacia abajo todavía no desarrollan ese proceso, piensan que les pasará como en las caricaturas, ya que son más agresivas que antes, ahora se despedazan y se vuelven a juntar. Por lo tanto, el niño piensa que no le pasará nada que va a volver a respirar, a levantarse, que no le sucederá nada. Aquí hay que tener mucho cuidado cuando escuchamos que nuestros niños, adolescentes y jóvenes manifiestan que quieren quitarse la vida. Independientemente, de la edad que tenga la persona, ante una idea de muerte, hay que entrar de inmediato en un estado de alerta y ese estado de alerta significa que hay que poner atención en lo que está sucediendo e inmediatamente enlazarlos a un área de ayuda, ya sea vía telefónica o acudiendo a un sistema de salud, donde tanto el paciente como los familiares puedan recibir orientación sobre qué hacer en ese momento, a dónde deben acudir y si el familiar requiere atención psicológica o psiquiátrica, y no hay que tener miedo cuando se acude con el psicólogo o con el psiquiatra, es mejor tener una atención oportuna a dejarla pasar.
Familias suicidas
Por otra parte, hay personas que tienen antecedentes en sus familias de intentos de suicidio o de intentos consumados, sin embargo si buscamos este tipo de información en algunas familias, no existe, por lo tanto no se puede determinar el factor. El suicidio es un fenómeno como tal, no una enfermedad. No es que podamos hacer una vacuna y a toda la población se la vamos a aplicar contra el suicidio y ya nadie se va a suicidar, puesto que son multicaúsales, desde cuestiones biológicas, psicológicas, de conducta, sociales, ambientales, que se van que se van jugando.
García Ávila, destacó una actitud muy importante en las personas con ideas suicidas, que no deben pasar desapercibidas por la familia y los amigos: es que si la personas con ideas suicidas platica diez, cincuenta, cien veces o las veces que sea, hay que escucharlos como si fuera la primera vez, ya que para quien lo está viviendo, lo ayuda, porque mientras lo está verbalizando, va entendiendo lo que le está sucediendo, aunque nosotros como familiares o amigos, en ese momento lo que podemos hacer es guardar silencio y escucharlo. Esa es una parte muy importante que nosotros podemos hacer, pues tan sólo escuchándolo lo estamos apoyando. Como no sabemos en ese momento que decir, lo mejor es callar y enlazarlo a un área de ayuda. Tampoco hay que decirle "échale ganas", pues no es así de sencillo, ya que requiere de todo un proceso de checar que tipo de depresión tiene, desde cuándo la padece, tomarse sus medicamentos y pedir un proceso psicológico y darle acompañamiento, y las veces que sea necesario, que externe lo que le está sucediendo. Asimismo, puede encontrar ayuda las 24 horas, los 365 días del año en el Instituto Jalisciense de Salud Mental en los números telefónicos abajo mencionados, quienes son atendidos por psicólogos especializados en intervención en crisis. Ahí pueden recibir orientación, ayuda información y les pueden decir a donde pueden acudir en determinado momento.
Índice de suicidios
Posterior al suicidio, entre los familiares se busca a un culpable; si es el hijo o hija, se busca entre los padres al culpable; si fue la esposa o el esposo, el sobreviviente fue quien tuvo la responsabilidad. Al principio, siempre se busca a un culpable y se vive también el proceso de duelo: la negación ("mi familiar no se suicidó, alguna otra situación le pasó.") y eso lo vemos desde el inicio cuando quieren que en el acta de defunción la palabra "suicidio" no aparezca, sino que parezca que falleció por otra situación muy diferente a lo que realmente sucedió; después de la negación viene el enojo, la parte más difícil, cuando se trabaja la aceptación de duelo que es lo que sucedió realmente con el familiar. El instituto cuenta mayor información en las líneas telefónicas para proporcionar varias áreas, ya que contamos con una red de servicios a través de la Secretaría de Salud donde puede recibir apoyo psicológico los familiares de la persona fallecida, no sólo en CAISAME (Centro de Atención Integral en Salud Mental) estancia breve, sino también en otras áreas como los CISAME, (Centros Integrales de Salud Mental), que tenemos tres en la zona metropolitana y otros más en el interior del estado. Todos tenemos una tarea importante en este sentido, si alguien nos pide ayuda, hay que mostrar interés en lo que nos dice, hay que escucharlo sin juzgar, propiciemos la comunicación sin discutir, no hay que dar consejos en ese momento, buscar de inmediato ayuda profesional, acompañemos a la persona, no lo dejemos solo, hay que trasladarlo, de preferencia a una unidad de salud mental, acompañando a la persona y, en último caso, si no podemos hacer las demás situaciones, llamar a intervención en crisis
¿Qué se siente al intentar suicidarse?
En la década de los 70, un estudiante escribió a Grover B., fundador de Neuróticos Anónimos: Me llamo Fred y soy estudiante de secundaria de New York. En mi clase de Higiene, entre otras cosas, discutiremos el tema del suicidio. Tengo que hacer un reporte al respecto y aunque sé que hay libros disponibles y artículos de periódicos, creo que me ayudaría mucho más de una persona que ha pensado o ha intentado suicidarse. La vida es un precioso regalo, y el pensar en terminar con ella es algo que ningún libro puede explicar, solamente una persona que lo ha intentado puede saberlo. Leí un artículo acerca de usted en El Observador Nacional, el cual fue escrito por James Discroll y aunque me he informado acerca de lo que es N.A. no encontré lo que buscaba. Sé que le estoy pidiendo mucho, pero creo que un cuadro vale más que miles de libros. Mucho le agradeceré si me puede ayudar en este asunto para que yo pueda ayudar a otros (...)
La respuesta de Grover
(...) Me complace poder contarte acerca de mis cinco intentos de suicidio, cómo me sentí en esos instantes y cuáles fueron mis razones para tomar tan drástica decisión (...) Yo he hablado con muchas personas que han tratado de suicidarse y ellas están de acuerdo conmigo y comparten mi experiencia. Nos vemos "de tú a tú", por lo que creo que estoy escribiendo no sólo en mi nombre sino en el nombre de muchos (...) Querer suicidarnos, acabar con nuestra vida, es la última agonía del ser humano. Todos queremos vivir, pero cuando el dolor mental y emocional se convierte en algo tan grande, durante tanto tiempo, la vida se torna en algo insoportable y la muerte parece ser el único escape y el único medio de encontrar la paz deseada. El insoportable e inseparable es la causa de los intentos de suicidio y hay un hecho importante que sobresale entre los otros con relación al suicidio: "No queríamos matarnos, sólo queríamos matar el insoportable dolor que nos carcomía por dentro. Si moríamos en nuestro intento de matar el dolor que sentíamos, eso no tenía la menor importancia (...)
Cabe destacar que Grover se recuperó de sus emociones, poco después intentó ayudar a una mujer que padecía un trastorno mental con la ayuda de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, obteniendo grandes resultados, fue así como nació Neuróticos Anónimos. Así que si usted padece depresión o alguno de sus familiares, no dude en contactarse a cualquiera de estas opciones.
Mayor información: Instituto Jalisciense de Salud Mental 01 800 227 4747 (línea gratuita, interior del Estado, opera las 24 horas los 365 días del año), y para la zona metropolitana 075, también gratuito.
Teléfono N.A. 3613-8560, servicios gratuitos.
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