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Ø Termina el plazo para que salgan de circulación 18 mil autobuses.
Ø La CONATRAM pide al gobierno de Felipe Calderón reconsidere aplazar la normatividad.
Ø La antigüedad de los vehículos no es una causa directa de los accidentes, como asegura la autoridad.
México, DF, 30 de junio del 2008.- Por absurdas disposiciones de la autoridad, a partir del martes 1 de julio, saldrán de circulación 18 mil autobuses modelos 1989 y anteriores, (14 mil de turismo y 4 mil de pasaje), de acuerdo al artículo 74 TER, Fracción V, de la Ley de Caminos y Puentes del Autotransporte Federal.
Raúl Díaz Organitos, delegado de pasaje y turismo del Distrito Federal de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) explicó que el gobierno federal a través de la Secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Seguridad Pública Federal (SSPF) iniciará una despiadada "cacería", a través de operativos conjuntos para sancionar a los transportistas, que no cumplan con la ley.
"Las multas para los operadores, cuyos vehículos ya concluyeron su vida útil de 15 años, es de 500 días de salario mínimo. Lo anterior, ocasionará una ola masiva de desempleo y el traslado de un sinnúmero de hombres camión (que tienen entre 1 y 3 vehículos), al mercado informal", indicó Díaz.
Esta situación, continuó Raúl Díaz, es un duro golpe para el bolsillo de los transportistas, cuyo poder adquisitivo es escaso, dada la competencia desleal. Lo más grave, es que perderán las unidades, que son su principal herramienta de trabajo y el único sustento para mantener a sus familias.
Los operativos estarán a cargo de la Unidad especializada de supervisores de vías generales de comunicación de la Policía Federal Preventiva (PFP), así como de inspectores de la SCT.
El gobierno de Felipe Calderón propuso crear una instancia de coordinación con la participación de las distintas organizaciones de transportistas públicos y privados de carga, pasaje y turismo, entre ellas, las Cámaras Nacional de Pasaje Y Turismo (CANAPAT), Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) y la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP). Sin embargo, sólo es un disfraz para aplicar la normatividad a los vehículos viejos y favorecer los intereses de grupos minoritarios de transportistas, que ya tienen repartido el mercado, en todo el país.
Tan es así, que desde abril pasado, la propia autoridad excluyó del programa de chatarrización de vehículos de carga, pasaje y turismo, a los vehículos modelo 89 y anteriores, dando como un hecho su extinción, a partir del 1 de julio. Esto, desalentó más, a los hombres camión, que en un último intento, pretendieron aprovechar el beneficio fiscal que otorga dicho programa, para renovar sus unidades por autobuses y camiones nuevos y seminuevos.
El esquema de chatarrización, sólo ha beneficiado a grandes empresas como Estrella Blanca, Flecha Amarilla, entre otras, las cuales han renovado la mayor parte de los 3 mil vehículos que, oficialmente, se han registrado como destruidos, desde que inició el programa en octubre del 2003, a la fecha.
El programa de chatarrización a cargo de Nafin, permite destruir unidades con más de 8 años de antigüedad, a cambio de un incentivo fiscal, para comprar unidades nuevas o seminuevas de hasta cinco años. El poder económico de las empresas de pasaje y turismo mencionadas, les ha permitido renovar modelos 1990 al 99, por unidades nuevas, lo que se ha convertido en un fracaso gubernamental para el resto de la industria.
La eliminación de los 18 mil autobuses, por parte del gobierno federal, no evitará el mejoramiento y buen estado de los más de 356 mil kilómetros de la red carretera del país, como lo afirma la autoridad, toda vez que el fin del Programa Nacional de Reordenamiento de Vehículos para el Servicio Público Federal de Pasaje y Turismo y la nueva Norma de Pesos y Dimensiones (NOM-012), permitirá la circulación de unidades hasta con 80 toneladas, mediante un permiso especial.
Tampoco disminuirá el número de accidentes en las carreteras, ya que la mayoría de los siniestros son ocasionados por el pésimo estado de las vialidades, los exagerados pesos y dimensiones de muchos vehículos y el exceso de confianza de conductores de unidades nuevas, a altas velocidades.
La Delegación de Pasaje y Turismo del Distrito Federal de la CONATRAM, que encabeza Raúl Díaz, también rechazó que las unidades de modelos pasados, sean un peligro latente y las responsables de los siniestros en las carreteras, ya que por ser el patrimonio de los hombres camión suelen ser cuidadas a través de un mantenimiento óptimo.
Bajo este panorama, el organismo demandó al gobierno federal reconsiderar el daño económico inmediato que se causará a alredor de 90 mil familias que dependen de la industria de pasaje y turismo, al tiempo de que establezca cambios urgentes como la modificación del acuerdo de chatarrización, para que se puedan destruir unidades de más de 20 años de antigüedad.
"No queremos que nuestros transportistas se vayan de braseros a Estados Unidos, ni que se incremente la delincuencia, ante la falta de empleos. La autoridad debe de entender que el poseer autobuses viejos, no es cuestión de gusto, sino del escaso poder adquisitivo, de las altas tasas de interés, de los vaivenes de la economía, así como de la falta de reglas claras y justas para el autotransporte público federal y de un mejoramiento de las carreteras. Felipe Calderón dice ser el presidente del empleo, pero sus secretarios se dedican a eliminar las fuentes de trabajo a diestra y siniestra. ¡Que mejor prueba que ésta!", concluyó Raúl Díaz.
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1/7/08
CONATRAM, delegación pasaje y turismo del Distrito Federal
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