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Ø Esta inmunización se aplica una sola vez, en las Unidades de Medicina Familiar.
Ø Para diagnosticar esta enfermedad hepática, en el Instituto se realizan análisis clínicos; radiografías de tórax, abdomen y una biopsia.
Cada año, alrededor del mundo, más de 600 mil personas son diagnosticadas con cáncer primario de las células del hígado. De acuerdo con oncólogos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se presenta frecuentemente entre los 50 y 60 años de edad y es más habitual en los hombres que en mujeres.
El doctor Rafael Medrano Guzmán, médico adscrito al Servicio de sarcomas y tubo digestivo alto, del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, comentó que las principales causas de este tumor son la hepatitis B y C, así como el consumo excesivo de bebidas etílicas, que provoca la cicatrización del hígado, mejor conocida como cirrosis.
Subrayó que el cáncer de hígado se puede evitar de manera significativa al erradicar estos tipos de hepatitis. Por ello es importante acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) más cercana para inmunizarse; se aplica la vacuna una sola ocasión a partir de la adolescencia.
“Se trata de la décima causa de cáncer a nivel mundial y quienes se vacunan contra la hepatitis B y C disminuyen en 70 por ciento el peligro de desarrollarlo. En el Seguro Social enfatizamos, como medida preventiva, la inoculación contra este virus para descartar uno de los principales factores de riesgo”, acotó Medrano Guzmán.
El especialista indicó que es difícil detectar esta enfermedad en una etapa temprana, ya que sus primeros síntomas son imprecisos, puede causar una sensación general de poca salud que conlleva falta de apetito, pérdida de peso, fiebre, fatiga y debilidad. Conforme crece el cáncer, se presenta dolor en la parte superior derecha del abdomen, y se puede extender a espalda y hombros.
Algunas personas, dijo, sienten una masa en la parte superior del vientre, que ocasiona inflamación, en ocasiones desarrollan ictericia; condición en que la piel y ojos adquieren una coloración amarilla y la orina se oscurece. Es fundamental tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados también por un tumor benigno, por lo que se debe acudir al médico para un diagnóstico preciso.
En el Seguro Social se realizan análisis clínicos y estudios de sangre para ver el funcionamiento del hígado. Se verifica la existencia de marcadores tumorales, sustancias que se encuentran en cantidades anormales en pacientes afectados; por ejemplo, se ha visto que cerca del 50 por ciento de quienes tienen cáncer primario en este órgano presentan niveles elevados del marcador alfa-fetoproteína.
Además, se efectúan radiografías de tórax y de abdomen, angiogramas (exámenes de los vasos sanguíneos), imágenes por resonancia magnética y se confirma con la muestra del tejido que se examina en el microscopio para verificar si hay células cancerosas; técnica que se denomina biopsia.
Con un adecuado tratamiento, el IMSS puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto depende de la etapa en que se encuentre, la condición del hígado, la edad y salud del enfermo. No obstante, el médico puede recomendar cirugía, quimioterapia (tratamiento con fármacos anticancerosos), radioterapia (con rayos de alta energía), o la combinación de estos métodos.
Finalmente, Medrano Guzmán señaló que otra opción son las terapias blanco o dirigidas; se trata de fármacos que bloquean específicamente las células que producen la proliferación del tumor; procedimientos que también se practican en el Instituto.
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13/12/08
Vacuna contra hepatitis B y C disminuye en 70 por ciento el cáncer hepático: IMSS
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