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“Si tu bienestar depende de una talla específica, si tus fantasías se desenvuelven alrededor de “la figura perfecta”, y de lo perfecta que sería tu vida si tuvieras esa talla, tienes un problema”; Andrea Weitzner
Por Héctor Medina Varalta
Nueve de cada diez personas han hecho una dieta en algún punto de sus vidas, cinco emplean métodos insanos para llegar a sus metas, de esas cinco, cuatro se enganchan en un patrón mental obsesivo que deriva en un trastorno alimenticio. Una de esas cuatro muere a causa de ese motivo. La anoréxica cuando se ve al espejo literalmente ve a la comedora compulsiva, a una persona con sobrepeso. Estamos viviendo últimamente en extremos de la polaridad humana: mientras las tuberías de acero se corroen por la concentración de ácido clorhídrico de cientos y cientos de adolescentes bulímicos, miles de seres humanos mueren de hambre en los lugares más olvidados del mundo.
Seres de plástico
La escritora Andrea Weitzner fue ponente del X Congreso Internacional Avances en Medicina Hospital Civil de Guadalajara, invitó a los asistentes a reflexionar en estos fenómenos históricos mejor conocidos como trastornos alimenticios. “En el afán-subrayó- de ser modelos de perfección, estamos volviéndonos de plástico y de cartón. Entramos a un mal capítulo de ciencia ficción, donde los senos naturales son reemplazados por silicón la capa de ozono es ya una ilusión y a especies animales las mandamos a la extinción”. Es insólito, en verdad, que mientras tantas personas carecen de lo elemental miles y miles pasan hambre.
Producto de la sociedad
Weitzner recordó la etapa de la bulimia por la que atravesó, “es espantoso-comentó-ver la cama cubierta de bultos: pizzas, hamburguesas, bolsas de papas, de churritos, pasteles, etc., etc. Los desórdenes alimenticios nos enseñan claramente que nuestra sociedad se encuentra mundialmente muy desequilibrada: vivimos en el mundo de las apariencias, en el mundo de la doble moral, decimos que la belleza interior es lo que cuenta pero no es cierto”.
Bulimia
Las cifras de quienes entran a este infierno desde y antes de los 10 años se ha triplicado, con la constante de que a menor edad, mayor posibilidad de afectar al sexo masculino. Algunos sugieren que la anorexia infantil femenina comienza a incubarse y entrar en etapa de gestación entre los 4 y 6 años, y en hombres entre los 8 y los 9 años. Por su parte la Dra. Mary Pipher, en sus veinte años de experiencia como psicoterapeuta en múltiples casos de trastornos alimenticios afirma que: “La bulimia constituyó una epidemia en las décadas de los ochenta y los noventa, pero encuentra su apogeo en el nuevo milenio. Esto se convierte en un fenómeno cada vez más común. En estos momentos entre el 8 y 20% de las chicas en edad escolar son bulímicas. Los psicólogos estiman que la tasa de incidencia bulímica entre las jóvenes universitarias es del orden de una de cada cuatro. El porcentaje de muerte es de 1.4 en 10”.
Fundación AW
Weitzner comenta que las iniciales de la fundación no se deben a su nombre, pero las iniciales pertenecen a dos de sus mejores amigas que fallecieron lentamente por anorexia: Anie y Winna. A ésta última se le fue haciendo la piel anaranjada y vio cómo, al final, literalmente, ya no quedaba nada. AW Foundation provee soluciones integrales para personas que padecen trastornos alimenticios: terapia de calidad a las personas de escasos recursos, promover la educación en el tema, acerca del momento en que vivimos y difundir el material educativo y salvaguardar los derechos humanos en el tratamiento de trastornos alimenticios.
Atrapada sin salida
Actualmente, se están utilizando métodos como la psicocirugía, que es muy cuestionable por la falta de tiempo para ver las secuelas de dicho procedimiento. No se puede entrar al lóbulo central de un ser humano, soltar impulsos caloríficos y pensar que lo único que se le va a quitar a la paciente es la anorexia. En efecto, se le va a quitar pero también su personalidad. En otras palabras, la paciente queda “con las luces prendidas pero ya no hay nadie en casa”. Weitzner levantó una denuncia ante Derechos Humanos y la queja se fue a Tribunal Médico y perdió. Es insólito que en pleno siglo XXI los médicos sigan utilizando electrochoks; y ahora la psicocirugía que es la fusión de la lobotomía con el electrochoks ya no entran por el zócalo del ojo sino con un trépano perforan el cráneo hasta llegar al lóbulo frontal para soltar impulsos caloríficos y desprenden el trépano. Entonces, la persona experimenta pérdida de memoria acentuada en los primeros meses postoperatorios. Muchos médicos dicen: “Mira la chica ya no está anoréxica” En efecto, pero no mencionan que la convirtieron en un vegetal. Pero lo más espeluznante, es que a esta barbaridad, se le llame “avance médico”.
Cuidado con las dietas
“Yo creo en la vida-resalta-, pero en la vida digna. Esto lo comento para que la gente tenga más realidad en cuanto a la crueldad de los métodos llegando cada vez más cerca de su casa”. A su vez, recalcó que el Proyecto de la Fundación AW en el 2009 va a ser extendido a tres ciudades: León, Guadalajara y Monterrey. Es una fundación en la que chicas recuperadas ven a hacer su servicio social. Acerca de las dietas que tan en boga están en la actualidad Andrea Weitzner resaltó: “El ser humano-concluye-se ha complicado mucho la vida; el cuerpo es 70% agua y 30% masa, mientras uno coma en esa proporción está sano. Es decir, tres verduras, una porción de pollo y una porción de arroz. No hay que fanatizarse con las dietas, es una locura, hemos hecho de la comida un medio de destrucción y distracción”.
Desordenes alimenticios.
Informes gratuitos:
http://www.desordenesalimenticios.org/
e-mail dirección@desordenesalimenticios.com.mx
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17/7/09
Anorexia, el cáncer social
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