Población económicamente activa, la más afectada por enfermedades reumáticas

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Por: Héctor Medina Varalta

Entre las enfermedades reumáticas que afectan a la población económicamente activa en México se encuentran la artritis reumatoide y las espóndilo artropatías, que incluyen padecimientos como la artritis psoriásica y la espondilitis anquilosante, enfermedades crónicas y progresivas que, además de provocar en la gran mayoría de los pacientes discapacitantes, tienen un alto impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, explicó el Dr. Rubén Burgos Vargas, reumatólogo del Hospital General de México, en el marco del IV Encuentro Multidisciplinario Sobre Terapia Biológica en México, celebrado en Nuevo Vallarta, Nayarit.

Psoriasis
Por su parte, la Dra. Nancy Podoswa, dermatóloga del Hospital Regional “Jorge McGregor” del IMSS, comentó que la psoriasis se caracteriza por la presencia de escamas blancas y/o plateadas, enrojecimiento de la piel y en algunas ocasiones sangrado en las áreas donde se forman, principalmente en los codos, rodillas, cabeza, pliegues de flexión, manos, e incluso genitales. Cuando la psoriasis se presenta en las uñas, éstas se engrosan y tienden a adquirir una coloración diferente, que puede confundirse con los signos de la micosis ungueal. Por otra parte, durante mucho tiempo se ha visto la asociación de la psoriasis y la artritis psoriásica, pero se ha reconocido sólo en una forma de los mecanismos de acción de las enfermedades. Es decir, un 30 por ciento de los enfermos de psoriasis que tienen este tipo de problema, a veces no se les reconoce tan fácilmente por el mismo médico, o el paciente no lo sabe, pero tiene dolores articulares y una serie de problemas. Esta enfermedad es un estigma para los pacientes, pues, en épocas muy antiguas, se les considera como leprosos porque estaban llenos de lesiones y también eran sacados de las ciudades y confinados en diferentes lugares. Actualmente, siguen teniendo problemas en sus relaciones personales, de trabajo.

Artritis psoriásica
A pesar de que aún se desconocen las causas que provocan la aparición de la psoriasis, se ha detectado que existen factores hereditarios y ambientales que pueden desencadenarla o dificultar su tratamiento, cuando hay infección secundaria bacteriana viral, incluyendo faringitis estreptocócica e infecciones de las vías respiratorias superiores, aire seco o piel seca, lesiones en la piel (cortaduras, quemaduras, o picaduras de insectos), algunos medicamentos (entre ellos, betabloqueadores y litio), estrés, escasez y exceso de luz solar e ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, entre otros.
En su oportunidad, el Dr. Sergio Ulloa Lugo, Director de la Unidad de Asuntos externos y Comunicación de MSD México expuso que la presencia de la psoriasis en las uñas es una de las manifestaciones de la enfermedad más difíciles de controlar; sin embargo, las terapias biológicas han demostrado ser una buena alternativa para controlar esta enfermedad. A este respecto, añadió que “el 10 por ciento de los pacientes con psoriasis desarrolla artritis psoriásica, es decir, presentan inflamación, dolor articular, e incluso en algunos casos pérdida de su función.

Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es otra condición artrítica, y es éste el padecimiento que algunos médicos generales confunden con mayor frecuencia con la osteoartritis. La artritis reumatoide es una enfermedad muy severa que afecta no sólo a las articulaciones, sino también muchos otros sistemas de órganos. Por lo general, se presenta cuando la persona alcanza la edad de 40 años. De acuerdo con lo explicado por el Dr. Ulloa Lugo, estas enfermedades reumáticas de origen autoinmune tienen características particulares, entre ellas, la secreción de una sustancia conocida como factor de necrosis tumoral alfa, promotora de la inflamación, que es un mecanismo de defensa contra los patógenos, pero en el caso d estos trastornos ataca a las articulaciones, lo que provoca dolor, inflamación, hinchazón, rigidez y deformación de éstas. La artritis reumatoide puede llevar a serias enfermedades de la piel, pulmones corazón y arterias. Incluso, puede propiciar una condición letal, pericarditis, que es la inflamación y la acumulación de líquido alrededor del corazón. También puede afectar la médula espinal. El diagnóstico de la artritis reumatoide se basa esencialmente en el historial del paciente y en el examen médico. El paciente por lo general presenta una inflamación simétrica (igual en ambos lados) de las articulaciones de brazos y piernas. Pequeños nudos por debajo de la piel (nódulos subcutáneos) también ayudan a que el doctor haga el diagnóstico. Otro síntoma es la presencia de un anticuerpo anormal en la sangre, conocido como factor reumatoide, o sea, células anormales en el fluido sinovial. Mediante rayos X también pueden confirmarse estos hallazgos.

Terapia biológica intravenosa
Los especialistas que participaron en el Foro coincidieron en que los pacientes con psoriasis no sólo sufren afectación en la piel sino también en otras esferas de su vida, como por ejemplo en lo social, pues el aspecto de la piel cuando la enfermedad está activada puede desencadenar reacciones de rechazo social, lo cual influye en el impacto de la calidad de vida de los pacientes. El Dr. Ulloa agregó que “existe una terapia biológica intravenosa que ha tenido resultados satisfactorios en más de un millón de personas tratadas en el mundo, pues se ha comprobado que en periodos de 10 semanas los síntomas se reducen considerablemente, lo que favorece la calidad de vida de los pacientes al permitirles retomar sus actividades laborales y sociales”.

Testimonio: Jesús González
Tengo 57 años y tengo artritis reumatoide, el diagnóstico me lo hicieron hace 20 o 25 años. Comencé con inflamación en las articulaciones: en las rodillas, en las manos, en los pies y en los codos. No tenía ninguna movilidad; tenía mucha rigidez y dolor. Acudí de médico en médico, incluso acudí a la acupuntura. Hubiese dado todo con tal de haber encontrado una solución, desgraciadamente sin tener ningún resultado pues no veía ninguna mejoría: me veía imposibilitado para poder tener un desempeño en mi trabajo, poder vestirme, ponerme una corbata, me tenía que ayudar mi esposa pues no podía valerme por mi mismo y disimular que yo estaba bien en el empleo para no perderlo. En algunas ocasiones me daban cortisona y me quitaban un poco las molestias, y yo feliz, pero desgraciadamente no le daban al “clavo”. Afortunadamente, después de mucho tiempo acudí con un especialista, un reumatólogo que me dijo que yo era candidato a un nuevo tratamiento: Remicade. Las primeras aplicaciones eran cada 15 días. Ahora que tengo aproximadamente 5 años con el tratamiento, me lo ponen cada dos meses. Mi vida dio un giro de 360°, pues la vida me cambió por completo, puedo trabajar y sin ningún problema puedo hacer cualquier tipo de actividad, ya no dependo de terceras personas: hoy, hasta practico box. Recuerdo a mi madre, ella también tenía artritis reumatoide, tuvo muchas operaciones y vivía postrada en la cama. Sin este fármaco yo no habría tenido una mejor calidad de vida. Le agradezco mucho al medicamento, pues ahora tengo un futuro con mi esposa.

Testimonio: Cristina Cruz
Era bióloga. Me dedicaba al trabajo de campo. Tuve mi primer encuentro, cara a cara, con el jaguar en la selva Lacandona. Tenía 23 años, era joven, es cuando te quieres comer el mundo, pero la vida da un chorro de vueltas, y tu cuerpo empieza a fallar. Tristemente, por algo me empezaron a fallara las manos y los pies. Aprovechando una venida a México vi a un doctor, vi a dos, tres cuatro, cinco y seis doctores. Nadie sabía que tenía. Al final consulté a otro doctor que tomó mi caso como un reto: mi diagnóstico fue artritis reumatoide. Bueno, hoy tengo 46 años y padezco esta enfermedad hace 23. Entonces, me empezaron a tratar, pero yo no reaccionaba a los tratamientos normales. Simplemente, llegó un momento en que mi artritis avanzo tanto que tuve que dejar mi profesión. Empiezas a perder la movilidad, vives con dolor crónico, ya no eres la misma. Pasa el tiempo y ya para entonces tengo seis cirugías en la mano, tres en el codo y tres en la rodilla. Pasaron 13 años. Ya me encontraba en la fase más avanzada de la enfermedad, que es casi la invalidez. No podía abrir una puerta, no podía levantar un litro de leche, no podía escribir, no podía hacer muchas cosas. Para colmo de males, mis padres enferman y tengo que cuidarlos. Un día mi médico me ofrece la solución. Se trataba de infliximab o Remicade. Fui la primera persona en México en aplicárselo, el fármaco actúa muy rápido: pude llegar a mi casa manejando, meter la llave y abrir la puerta. Tengo 10 años de usarlo y me cambió la vida, es tan liberador vivir sin dolor. Hoy puedo hacer todo, inclusive escribir. Orar en diferentes posiciones sin dolor. Si yo pudiera decirles algo a las gentes de Schering-Plough, gracias no alcanzaría a expresar lo que siento.

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