Entradas
La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las articulaciones, lo que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional que puede llegar a un estado de discapacidad y provoca un fuerte impacto emocional, laboral y social en el paciente. La AR es un padecimiento que las personas que no son doctores confunden con mayor frecuencia con la osteoartritis.
Enfermedad incapacitante
El Dr. Rubén Burgos Vargas, investigador en Ciencias Médicas del Hospital General de México, explica que la AR es una enfermedad que produce inflamación, disminución de la movilidad de las articulaciones, es una enfermedad crónica, potencialmente discapacitante que afecta alrededor del 1.6 por ciento de la población mexicana. Es más frecuente en mujeres y la edad de la presentación se encuentra entre los 25 y los 55 años de edad, una edad muy productiva. El daño funcional llega a ser tal, que incluso vestirse o girar un picaporte puede ser un gran problema para quien la padece, por ello es imprescindible la detección y tratamiento oportunos para evitar que progrese el daño articular y que los pacientes continúen con su vida cotidiana.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes son: el dolor, la rigidez, la disminución de la movilidad y el aumento de volumen de las articulaciones en forma constante, con subidas y bajadas de la intensidad de las molestias. Ocasionalmente produce síntomas generales como cansancio, fatiga, sobrepeso, fiebre; y lo más característico es que, conforme pasa el tiempo aumenta el número de articulaciones afectadas. Al principio pueden ser dos o tres y al cabo de seis u ocho meses, el número de las articulaciones afectadas pueden ser de 30 a 40. Si la persona no se atiende a tiempo, el dolor produce disminución de la movilidad, y después cuesta mucho trabajo mover las articulaciones. El dolor es constante, a veces aumenta o disminuye y la intensidad depende, por ejemplo, si tiene hinchadas las rodillas es probable que tenga molestias más intensas que estar de pie, subir o bajar las escaleras, ponerse de pie, ponerse a caminar tiene efectos al dolor. Depende de muchas cosas: las características del individuo, hay personas que tienen un umbral bajo al dolor y otras se quejan mucho.
Medicamentos biológicosEl tratamiento del dolor de rodilla depende de los síntomas, generalmente se hace por medicamentos vía oral. En ocasiones, cuando una o varias articulaciones persisten con la inflamación o están muy afectadas por el dolor a pesar de los medicamentos orales, se le hace la aplicación local (en la articulación) pero eso depende de cómo el individuo haya respondido al tratamiento.
El tratamiento de la AR es muy significativo destacar dos aspectos muy importantes: el control del dolor en la inflamación con analgésicos y antiinflamatorios en formas paralelas, el uso de medicamentos que inducen la rendición. Es decir, “apagan” la enfermedad; estos medicamentos se llaman Fármacos Modificadores de la Enfermedad (FME), el otro aspecto es el biológico, son medicamentos que se utilizan en general en combinación con los fármacos arriba mencionados, en el principio o más frecuentemente cuando han fallado los primeros. Entonces, se trata en este estándar con analgésicos, sulfasalazina, antiinflamatorios y Fármacos Modificadores de la Enfermedad. Los medicamentos biológicos son complemento del tratamiento estándar, y lo qué hacen en general es aumentar el porcentaje de eficacia, son medicamentos muy efectivos, especialmente cuando falla el tratamiento estándar.
Interlucina 6 (IL-6)
Por su parte, el Doctor Juan Manuel Miranda Limón, especialista en Reumatología, comentó que Tocilizumab, de Laboratorios Roche, cuenta con un mecanismo de acción único y diferente a las terapias actuales, debido a que bloquea los receptores de la Interlucina 6 (IL-6); esta proteína tiene una función importante en el proceso inflamatorio de la AR, que conduce a la destrucción de las articulaciones y otras manifestaciones como anemia, fatiga, depresión y osteoporosis.
Por tal motivo es fundamental el monitoreo médico para evaluar la respuesta del paciente y asegurar que éste se encuentre en remisión, es decir sin exacerbaciones doloras de los síntomas o el temor de una incapacidad prolongada.
La remisión completa de la enfermedad o, al menos la consecución del menor grado posible de actividad inflamatoria, es la única forma de mejorar el pronóstico y asegurar la evolución más favorable para el paciente. Los pacientes que logran el estado de remisión, tienen un mejor pronóstico que aquellos en quienes la enfermedad se mantiene activa de modo permanente. Y es que, considerar que se ha alcanzado la remisión se refiere a la ausencia de síntomas y normalización en parámetros de laboratorio e indicadores de bienestar funcional.
Dieta saludable y ejercicio
Aunada a la terapia médica, los expertos recomiendan incluir terapia física para disminuir el dolor y la rigidez, mantener las articulaciones en movimiento, lo cual preserva la fuerza muscular y aumenta la resistencia. El simple hecho de salir por la tarde a dar un paseo por el parque es ya una actividad física. También se recomienda contar con una dieta saludable, la cual puede incluir pescados azules como: atún, trucha, sardinas, anchoas y salmón, además de verdolagas, espinacas, pepino, piña, fresas, almendras y todo tipo de nueces. Los alimentos denominados funcionales que contienen ingredientes añadidos al margen de su función nutritiva, ejercen un efecto benéfico para la salud cuando son enriquecidos con Omega 3 como pueden ser algunas galletas y productos lácteos. Finalmente un cuidado integral implica que el paciente con AR puede llevar una vida normal y le permitirá vivir de la manera más autónoma posible.
regresar/home
0 comentarios:
Publicar un comentario