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Por: Héctor Medina Varalta
Hipócrates describió por primera vez las alergias en el siglo V a. C., aunque no fue hasta el principio del siglo XX que se empleó por primera vez el término “alergia”. Hipócrates reconoció al asma y registró la naturaleza espasmódica de la enfermedad. Sugirió que el frío precipita la enfermedad. Hipócrates también reconoció alergias al alimento y observó que mientras el queso era un alimento excelente para la mayor parte de la gente, en algunas, incluso el pedazo más pequeño podía causar una reacción grave. Los términos “eczema” y “asma” estaban en uso más o menos en esa época.
Desde entonces, se han descrito muchas alergias, aunque a menudo se desconocía la causa. John Bostock, médico de Londres, fue la primera persona en describir los síntomas clínicos de la fiebre del heno en un artículo para la Sociedad Médica Quirúrgica Real a principios del siglo XIX. Sin embargo, no fue hasta 1872 que Charles Blackley demostraría que el polen era la causa de la fiebre de heno, que es una de las alergias más comunes.
Rinitis alérgicas
El Dr. Carlos J. Báez Loyola, Alergólogo – Pediatra del Hospital Médica Sur, Ciudad de México Presidente del Consejo Nacional de Certificación en Inmunología Clínica y Alergia (CONICA), expone que, en primer lugar para ser alérgico, se necesita tener una predisposición genética. Entonces, la interacción en esa parte genética y en esa parte es lo que hace que un individuo se desarrollen las alergias. Casi cualquier cosa puede producir alergias: alimentos tan comunes como la leche, los huevos, las fresas, el chocolate, los cacahuates, éstos generalmente crean síntomas digestivos. Por otra parte, algunas cosas que están en contacto con la piel puede producir una dermatitis de contacto alérgica. Por ejemplo, la hebilla del cinturón, el extensible del reloj o los aretes en las mujeres, si no son de oro puro, pueden producir una reacción alérgica de contacto en esos sitios. Algunas otras enfermedades como dermatitis atópica puede deberse a varias causas: inhalables o alimentos, y las más comunes, las alergias respiratorias que serían las rinitis alérgicas y el asma. Esas frecuentemente son causadas por alergenos inhalatorios. Esto quiere decir, que son cosas que uno respira y son pólenes; y los pólenes tenemos los de los pastos, malezas, árboles, principalmente y otros inhalables serían el moho, la humedad, los ácaros que están en el polvo casero, las mascotas como gatos, perros y caballos, etcétera.
Incremento de alergias
Los síntomas de una alergia depende del órgano que esté afectado, por ejemplo, si estamos hablando de una rinitis alérgica, el principal síntoma puede ser el estornudo matutino, puede ser a cualquier hora del día, pero principalmente en las mañanas el paciente estornuda varias veces, comezón en la nariz o en el paladar. Además, tienen dos acciones: les fluye mucho la secreción como agua o se les tapa la nariz, o alternar o tener ambos síntomas. Eso es lo característico en un paciente alérgico. Ahora, un alto porcentaje de ellos, además tienen síntomas oculares: lagrimean o se les ponen rojos los ojos, eso sería cuanto a rinitis alérgica. En cuanto a lo que es el asma, los síntomas más comunes básicamente son: dificultad para respirar y un silbido del pecho.
“Desde hace-añade-muchos años hemos visto que las alergias tienden a incrementarse de forma exponencial. Esto quiere decir, que año con año vemos que las enfermedades alérgicas se diagnostican más frecuentemente. La primera razón porque se conocen más, la otra porque han aumentado su prevalencia. En nuestro medio, por ejemplo, depende de qué enfermedad, pero se estima que entre el 20 y el 40 por ciento de la población en general tiene o va atener una enfermedad alérgica. La más común, como se ha dicho, es la rinitis alérgica que puede tener una prevalencia que varía de estado a estado, según el medio ambiente, etcétera. En algunos estados puede ser el 20 por ciento, en otros, según la edad también, puede llegar tan alto como un 40 por ciento, sobre todo en niños menores de 7 años de edad.
Los estornudos
El Dr. Báez Loyola enfatizó que hay cierta predisposición genética para que una persona se vuelva alérgico más fácilmente, pero esto sucede en el 70 por ciento de los casos, ya que un 30 por ciento de pacientes que no tienen esa predisposición genética; y de acuerdo a la exposición repetida de algo en el medio ambiente se puede hacer alérgico también y entonces serían los primeros casos en la familia.
Por otra parte, el facultativo indicó que el estornudo es algo más que un reflejo, y cuando uno inhala o respira algo, irrita a la mucosa nasal, el reflejo que se desencadena en este caso en la nariz es el estornudo, en las vías respiratorias inferiores sería la tos. Entonces, cuando hay algo que le está irritando o produciendo alguna inflamación, el mecanismo natural del organismo de defenderse es haciéndolo así: estornudar o toser; o ya que se inflama produce secreción; en la nariz sería el moco; y en los bronquios sería las flemas. Un paciente que estornuda ocasionalmente, de repente, sin darse cuenta se expone a algo y estornuda y estornuda, quiere decir que algo inhaló su nariz que le irritó, ya sea por un mecanismo irritativo o un mecanismo directamente alérgico.
Alergias en los niños
Para un niño, en los primeros meses de vida, el alérgeno más común es la leche de vaca, pero las fórmulas que les prescriben también son elaboradas con leche de vaca, modificadas en sus proteínas y en su relación con los azúcares para que sea más armonizante a la fórmula materna, pero algunos niños desarrollan alergia a esa proteína; otros pueden desarrollar intolerancia a la lactosa porque le falta alguna enzima para digerir el azúcar de esa leche. Pero hablando de las alergias, no es raro que algunos pacientes puedan tener alergia en la proteína de la leche. Entonces el tratamiento es quitar la leche y dar fórmulas especiales durante que el paciente se vuelva intolerante o alérgico se pueda alimentar correctamente. Afortunadamente, un gran número de ellos, conforme crecen y maduran, lo superan a los 2 o 3 años de edad, y cerca de un 80 por ciento ya lo han hecho a partir de los 5 años. Hay un 20 por ciento que todavía van a seguir después de los 5 años y a lo mejor durante mucho tiempo más van a seguir siendo alérgicos a la leche.
Las urticarias
En algunos casos, varias personas son alérgicas a los antibióticos como la penicilina, o a los antiinflamatorios como la aspirina, que no sería propiamente una reacción alérgica, es una intolerancia porque el mecanismo es un poco diferente. Pero uno puede ser alérgico a diferentes fármacos, y el tratamiento es hacer el diagnóstico y dejar de tomar ese fármaco para que no vuelva a tener una reacción. También se puede ser alérgico a la picadura de insectos: a las abejas, hormigas, avispas, ese tipo de picaduras pueden ser, incluso, fatales.
Las urticarias son otros de los padecimientos alérgicos que muy comúnmente se ven, se dividen en dos: las agudas y las crónicas. Las crónicas son las que después de un mes, el paciente sigue teniendo intermitentemente ronchas, son ronchas que se hacen como tortas grandes en la piel, dan comezón y que erróneamente, la gente le llama intoxicación pues es una reacción que puede ser alérgica y puede no ser alérgica.
Las vacunas
Las alergias son un panorama muy amplio, hay fármacos nuevos, por ejemplo, en la nariz para la rinitis alérgica lo que más están utilizando los alergólogos son los spray nasal que se llaman esteroides, medicamentos derivados de cortisona, que aplicados en la nariz produce un buen control y un alivio de la inflamación a ese nivel, en los bronquios también utilizan antiinflamatorios derivados de cortisona que no causan efectos secundarios, más broncodilatadores. Hay los antileocutrenos que también es un tipo de tratamiento, son tabletas que se toman y que son útiles para controlar el asma y al mismo tiempo para controlar la rinitis alérgica. Los antihistamínicos clásicos que quitan la comezón, las ronchas y los problemas de la piel; el tratamiento tiene que estr enfocado en tres puntos básicos: evitar el alérgeno lo más posible, cuando no se puede, se tiene que controlar con medicamentos, y el tercer punto que hace el especialista en alergia es la inmunoterapia, que es un tratamiento con vacunas para desensibilizar al paciente, es decir, si era alérgico al polen o al polvo, se le pone una vacuna cada semana, y de esa manera el paciente después varios años a poder exponerse a lo que antes no podía sin tener que padecer ningún síntoma. Y es cómo se puede decir, que la alergia si se cura.
Hay vacuna tomadas sublinguales que se dan cada tercer día y hay vacunas subcutáneas una vez a la semana; y las vacunas inyectadas subcutáneas una vez a la semana. Estos tratamientos se deben tomar de dos a tres años. “La vacuna inyectada-concluye el Dr. Báez Loyola-ni se siente porque es como una jeringa de insulina y se aplica en casa sin ningún problema.
Informes. www.conica.org.mx
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