- Es muy importante no obligar a los niños a comer ni premiarlos con un dulce si consumen todos los alimentos que les dan.
Los servicios de salud tanto públicos como privados en México, se ven diariamente rebasados para tratar a las millones de personas que sufren de obesidad, las cuales llegan a sufrir lesiones irreversibles en huesos, insuficiencia renal, pérdida de la vista y hasta amputaciones en piernas y pies asociadas a la diabetes causada por el sobrepeso.
Sin embargo, lo que en la actualidad preocupa sobremanera son las repercusiones psicológicas que trae consigo la obesidad.
El especialista y coordinador del Instituto de Obesidad y Síndrome Metabólico del Hospital Ángeles Roma, Jorge Enrique Ramírez Velásquez, señala que en México existen aproximadamente 11 millones de personas con obesidad y más del 60 por ciento de éstos presentan alguna alteración siquiátrica: “estar obeso afecta nuestro ego y vanidad y nos predispone a tener una depresión, y al estar deprimido el paciente busca cariño y afecto a través del alimento”, señaló.
Así mismo, consideró que cuando una persona se deja engordar es porque presenta una alteración en el cerebro, pues lo acostumbran al consumo de calorías llamadas “vacías” que provienen del pan, las galletas y la comida chatarra en general. “Desgraciadamente el cerebro deja de necesitar calorías normales y sólo busca las vacías que no nutren”.
Advierte que la infancia es la etapa donde se debe actuar para evitar este tipo de padecimientos, por lo cual exhorta a los padres de familia no obligar a sus hijos a comer todos los alimentos que se les pone en el plato, ya que eso provoca que se alteren los niveles de regulación de saciedad, además recomienda no castigar a los infantes por no comer ni recompensarlos con dulces y/o galletas si consumen todos los alimentos que se les dan.
En este sentido, Ramírez Velásquez enfatizó que la falta de cariño con los hijos y de tiempo para alimentarlos sí influye en los patrones alimenticios. “Si tenemos una madre o un padre descuidado que le dé de comer cualquier cosa a sus hijos, eso propiciará hábitos alimenticios inadecuados, que en un futuro tendrán repercusiones importantes en su metabolismo y como consecuencia sobrepeso.
“Regularmente las personas reemplazan el afecto con satisfacciones alimenticias, por lo que un entorno familiar sano es de vital importancia para el desarrollo físico y mental de una persona. Por eso necesitamos cerrar el círculo vicioso, atender a los niños y niñas obesos, pero sobre todo a los padres con este problema, porque todos aprendemos con el ejemplo”.
Existe la creencia, agrega el especialista, que los “gorditos” son felices, pero la realidad es que las personas con sobrepeso y obesidad sufren fuertes depresiones y los costos para tratar esta enfermedad colateral son muy altos, pues oscilan entre los 500 y mil 500 por consulta, además de medicamentos que van de los 200 hasta los 800 pesos, más los mil 500 pesos que en promedio cuesta un día de hospitalización en caso de ser necesario.
Ramírez Velásquez insistió en que la atención médica para tratar la obesidad y sus complicaciones ha rebasado la capacidad en los hospitales públicos de nuestro país y de seguir así, para el 2017 todos los recursos económicos del sector salud estarán destinados al tratamiento de esta enfermedad, que actualmente ocupa el 2 nivel a nivel internacional en adultos y el primero en niños.
“Gran parte de la población hospitalaria tendrá una enfermedad relacionada con la obesidad y el sobrepeso si no se atiende este problema a tiempo”, recalcó.
Al respecto, abundó que los tratamientos convencionales y los llamados “productos milagro” resultan inocuos en la mayoría de los casos.
“Las anfetaminas no son aconsejables y los tratamientos cortos no sirven, porque una vez terminado el paciente va a tener las mismas tendencias y hábitos. Los licuados y el consumo de cápsulas de alcachofas tampoco ayudan, quizás algunas personas que tienen sólo unos kilos de más podrían verse beneficiadas, pero la gente que tiene obesidad no debe tomarla como una solución al problema”.
Consideró que se puede perder mucho dinero y tiempo con estos productos milagro y los costos de un tratamientos antidepresivo resultan, a la larga, más altos que el de una cirugía bariátrica, que hoy por hoy se presenta como la solución más efectiva para tratar el problema de obesidad.
“La cirugía bariátrica puede resultar costosa porque utilizamos material de grapeo de alta tecnología, con cirugía laparoscópica, pero ciertamente es mucho menor el costo de esta intervención que un infarto, una fractura de cadera o una insuficiencia renal asociada a una diabetes por obesidad.
“La cirugía es la única solución que ha demostrado ser efectiva con estos pacientes. Los demás tratamientos de verdad son pérdida de tiempo, de dinero y sobre todo de salud, porque perdemos tiempo buscando soluciones fantasmas que no sirven. La cirugía bariátrica es la única que ofrece mejoría en el estado general de salud de un paciente”, concluyó el especialista.
Para mayor información y consultas comunícate al teléfono 56 40 94 42 o vía mail a drjorgeramirezv@hotmail.com o jervmd2000@yahoo.com
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