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HOMESTEAD, Florida - Tony Stewart ganó el juego más grande en la historia de las carreras de NASCAR en el que el ganador se lleva todo.
Al recuperarse de una serie de tropiezos, Stewart tomó la bandera a cuadros en la Ford 400 del domingo en el Homestead-Miami Speedway, que fue interrumpida por lluvia, para ganar el campeonato de la Copa Sprint de NASCAR en un desempate con el segundo lugar, Carl Edwards.
Con cuatro neumáticos nuevos contra dos de Edwards - debido a una jugada estratégica que dio frutos cuando cayó la lluvia por segunda vez en la pista de 2.4 Km. (1.5 millas) en la vuelta 213 de 267 - Stewart se escapó gradualmente tras un reinicio en la vuelta 231 y se adjudicó su tercer título en la Copa Sprint para dar fin a los cinco campeonatos consecutivos de Jimmie Johnson de 2006 a 2010.
La victoria fue la quinta de Stewart en la temporada, su quinta en las 10 carreras de la Caza por la Copa Sprint de NASCAR y la 44ª en su carrera. Los puntos de bonificación por ganar permitieron que Stewart borrara una diferencia de tres puntos con Edwards. Terminaron la Caza empatados en el primer lugar de las posiciones. Stewart reclamó el título por sus cinco victorias esta temporada contra una de Edwards.
Martin Truex Jr. llegó tercero el domingo, seguido de Matt Kenseth y Jeff Gordon.
La búsqueda de Stewart de un tercer título sufrió un revés al principio cuando un contacto con restos en la pista - de origen desconocido - hizo un hoyo del tamaño de un plato pequeño en la parrilla del No. 14 Chevrolet. Stewart cayó al 40º en el orden de carrera, mientras su equipo hacía reparaciones bajo bandera amarilla en la vuelta 17.
Para la vuelta 32, Stewart ya estaba en 23º.
"Se van a sentir de la (palabra altisonante), luego de que les pateemos el trasero después de esto", Stewart dijo por radio mientras avanzaba por el tráfico.
El trompo de Dave Blaney al salir de la curva 4 en la vuelta 34 detuvo el avance del No. 14 Chevy. Stewart llevó el auto de regreso al carril de pits bajo bandera amarilla, y durante una larga parada en pits, su equipo aplicó cinta para mantener la parrilla en su lugar.
Stewart cayó al 38º en el proceso, pero durante un largo período bajo bandera verde que incluyó un ciclo de paradas en pits, Stewart rebasó auto tras auto como de costumbre, al entrar a la curva 3 más lejos y más rápido que cualquier otro piloto en la pista.
"Ellos (el equipo de Edwards) de verdad se van a sentir peor porque estuvimos dos veces atrás", dijo Stewart.
En la vuelta 67, Stewart pasó a Denny Hamlin por el 12º.
"¿En dónde vamos en esta competencia?", Stewart le preguntó a su jefe de equipo, Darian Grubb.
Cuando le dijeron que iba en 12º, Stewart contestó, "¡Ah, sí, todavía no se acaba!"
Stewart cumplió su palabra, pues continuó su avance hacia el frente del contingente, y cuando la lluvia causó un largo retraso con 109 vueltas completadas en la carrera, Stewart ya estaba en quinto, y sólo Gordon, Kevin Harvick y Truex estaban entre él y Edwards, quien lideró su 87ª vuelta justo antes de que se parara la carrera.
Por Reid Spencer
Sporting News NASCAR Wire Service
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