La aplicación de técnicas de mínima invasión, como la lototricia extracorporal de onda corta o las ondas de choque para tratar los cálculos renales ha reducido de manera significativa el ausentismo laboral, favoreciendo no sólo la recuperación del paciente, sino también los riesgos y costos que implica una cirugía tradicional.
De acuerdo con el doctor Carlos Sánchez Moreno, especialista en urología, estas técnicas comienzan a ganar terreno en el área de la urología, por lo efectivo de su aplicación.
“Estos métodos son favorables en todos sentidos para el paciente, pero especialmente para el mercado laboral, pues reduce de manera significativa el ausentismo y la persona se reincorpora rápidamente a sus actividades habituales, de las cuales estuvo alejado durante un tiempo debido a los efectos limitantes de la inflamación.
“La litotricia extracorporal de onda corta (ESWL) utiliza ondas sonoras (ondas de choque) para destruir el cálculo en partículas que pueden pasar a través de la orina. La litotricia de ureteroscopia con láser es otro procedimiento posible para hacer frente a cálculos en los uréteres, en el que el médico inserta en el uréter un alcance delgado de fibra óptica, llamado ureteroscopio, que proporciona una observación a través de video en vivo. Entonces, si el cálculo renal es demasiado grande o de forma irregular, se utilizará un láser Holmium para destruir el cálculo renal en miles de pedazos pequeños. Este método permite que las partículas del cálculo renal se eliminen a través de la orina”.
Los cálculos renales son masas sólidas que pueden formarse cuando la orina contiene una gran cantidad de ciertas sustancias, estas sustancias pueden crear pequeños cristales que se convierten en cálculos, los cuales pueden demorar semanas o meses para formarse y también para eliminarse.
Los cálculos de calcio son los más comunes y ocurren con mayor frecuencia en hombres de entre 20 y 30 años de edad. Otro tipo de cálculos son los de cistina, que como su nombre lo indica, pueden formarse en personas con cistinuria, un trastorno hereditario que afecta tanto a hombres como a mujeres.
Existen también los cálculos de estruvita, que se encuentran principalmente en mujeres con infección urinaria y pueden crecer tanto que provocan obstrucción del riñón, los uréteres o la vejiga.
También existen los cálculos de ácido úrico, que son más comunes en los hombres que en las mujeres y pueden ocurrir con gota y quimioterapia.
“Los principales síntomas son dolor agudo en la espalda o costado, con o sin náuseas y vómitos, orina frecuente o necesidad persistente de orinar, ardor o molestia al orinar, orina de color rosa o con rastros de sangre, fiebre o escalofríos y orina maloliente. Ante cualquiera de estos síntomas hay que acudir de inmediato con el especialista.
“Cabe señalar también que la extirpación de cálculos por técnicas de mínima invasión como las que ya mencionamos anteriormente, es una medida que incluye procedimientos que deben ser realizados por un urólogo con experiencia profesional”.
El principal factor de riesgo para los cálculos renales es no tomar suficiente líquido. Los cálculos renales tienen más probabilidad de formarse si usted produce menos de un litro de orina diario.
Una vez eliminado el cálculo renal, usted puede prevenir la formación de nuevos cálculos con medicamentos o cambios en su dieta.
El Dr. Carlos Sánchez Moreno, cirujano urólogo, director de Grupo Clinic 2000, puede ofrecerle el diagnóstico más preciso y darle la mejor información disponible para tratar su condición.
Para mayor información: uroclinic@prodigy.net.mx o a los tels: 5553-3453, 5286-0333, 5211-6687 y 5286-6391.
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