El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, llama
a no admitir la “antidemocracia” como forma de vida ni como sistema de gobierno
Por Enrique Huerta / Luces del Siglo
Candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador |
Cancún, Qna. Roo., a 17 de julio de 2012.-La elección
presidencial está lejos de concluir. No todo terminó con el anuncio del
consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés
Zurita, de la virtual victoria de Enrique peña Nieto en las urnas, ni con las
posteriores felicitaciones; no sólo las del presidente Felipe Calderón, sino de
varios mandatarios del mundo –incluso de lugares tan lejanos como Tailandia,
como presumieron los tricolores–; ahora el PRI enfrenta acusaciones de compra y
coacción de votos, es decir, de ganar ilegalmente y de llegar a Los Pinos de
manera ilegítima.
Como en el 2006, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador,
denuncia que hubo irregularidades en los comicios electorales y señala al PRI
como el máximo beneficiado de esta situación. Inclusive, en conferencia de
prensa el pasado 12 de julio, el tabasqueño acusó que el tricolor “compró” 5
millones de votos.
López Obrador anunció que su equipo jurídico, encabezado por el recién elegido
gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, presentó el juicio de inconformidad
correspondiente ante las autoridades electorales.
"Llamo a todos los mexicanos a no permitir que se viole impunemente la
constitución; que no se cancele en lo hechos la vía democrática. Proceder de
otra manera sería renunciar a nuestros derechos constitucionales. No podemos
admitir la 'antidemocracia' como forma de vida y como sistema de
gobierno", dijo el pasado jueves en conferencia de prensa.
El coordinador del programa denominado “Defiende tu voto por AMLO”, Martí
Batres Guadarrama, presentó 441 denuncias ante la Fiscalía Especializada para
la Atención de Delitos Electorales (Fepade), de las cuales, 297 son por compra
de votos, 16 por desvío de recursos, 12 por actos de violencia, siete por
prácticas fraudulentas tradicionales y 18 por coacción y represión para la
obtención del voto.
El ex secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal dijo que tenían
pruebas sobre propaganda en veda electoral, dinero a cambio de credenciales de
elector, coacción a alumnos para que las credenciales de elector de sus padres
fueran utilizadas para permitirles el ingreso a su plantel escolar; incluso de
“propaganda negra” contra López Obrador y destrucción de boletas electorales.
También se registraron quejas por actos de violencia electoral, entre otras
artimañas.
Martí Guadarrama fue puntual al señalar que de las 441 quejas, 200 atañen al
PRI, mientras que 17 son contra el PAN, 13 contra el Partido Verde.
Evidentemente, el PRI anunció que acudirán al Tribunal Electoral para defender
su triunfo que califican de legítimo, inclusive, la secretaria del tricolor,
Cristina Díaz, instó a López Obrador a presentar las pruebas de sus
acusaciones.
Enrique Peña Nieto, hasta ahora ganador de la contienda electoral, comentó que
esas acusaciones son un “engaño de la oposición”, que buscan deslegitimar los
resultados expresados en las urnas; dijo que el propio Felipe Calderón había
caído en la mentira.
El costo de la compra de votos
Las pruebas de esta compra de votos giran en torno a tarjetas de prepago de la
tienda Soriana, que supuestamente repartieron los priístas a sectores populares
a cambio de su voto.
También se habrían usado monederos electrónicos del grupo financiero Monex y,
según denunciaron Dione Anguiano y Karen Quiroga, recién electas diputadas
local y federal, respectivamente, se repartieron tarjetas de teléfono en las
zonas marginales del Distrito federal y áreas conurbadas.
Ante la ola de pruebas que han inundado las redes sociales, así como algunos
medios masivos de comunicación, el propio presidente Felipe Calderón reprobó la
compra de votos durante la campaña. Un día después, la plana mayor del PAN,
encabezada por el líder nacional blanquiazul, Gustavo Madero, alzó la voz en
contra de estas acciones, aunque advirtieron que no acompañarían al PRD en su
búsqueda por la anulación de las elecciones.
De hecho, la propia titular de la Fepade, Imelda Calvillo, dijo que el
organismo a su cargo investiga la presunta compra de votos mediante los
monederos electrónicos de Soriana, ya que al ser un delito electoral se
persigue de oficio, a pesar de que no se hubiera presentado denuncia formal de
representante o partido político alguno. También dijo que en el caso Monex, sí
se recibió una denuncia y ya comenzaron las diligencias para iniciar las
pesquisas.
Sin embargo, parece que el castigo más doloroso que le pudieron infligir a
Soriana se reflejó con la pérdida de cerca de 414 millones de dólares de su
valor en la Bolsa Mexicana de Valores, en el periodo comprendido entre el 1 y
el 9 de julio.
El panorama poselectoral se ha visto empañado por acusaciones, impugnaciones y
la exigencia de AMLO para que se anulen los resultados de los comicios del 1 de
julio, mientras que los órganos electorales argumentan que están recabando
pruebas, aunque juran y perjuran que las elecciones, si bien no fueron
prístinas, no se fraguó ningún fraude.
Cinco maneras de coaccionar el voto: Movimiento Ciudadano
Ricardo Mejía, representante ante el IFE del Movimiento Ciudadano, y Jaime
Cárdenas, diputado del PT, señalaron que hubo cinco vías para compra de votos
en las pasadas elecciones, lo que benefició directamente al PRI.
1) Los abogados citan el desvío de presupuesto público de gobiernos estatales y
municipales. “Se consumieron todo el presupuesto público con tal de que ganara
Peña Nieto”, afirmó Mejía Berdeja en una entrevista con Animal Político en la
sede del Movimiento Ciudadano.
2) Condonación de impuestos como el predial o la tenencia vehicular.
3) Inyección de recursos a la campaña del PRI en Zacatecas por parte de dos
grupos financieros extranjeros llamados Global Capital Group y Global Net
Services.
4) Presunta compra del voto vía la entrega de tarjetas de beneficios para
canjearse en las tiendas de autoservicio Soriana, o también, con crédito para
hacer llamadas telefónicas. “Sólo en el Estado de México hubo 1 millón 800 mil
tarjetas. Había puñados de tarjetas que iban desde los 100 hasta los mil 750
pesos”, aseguró Mejía.
5) También implica tarjetas, pero con presuntos depósitos en efectivo hechos a
través del Grupo Financiero Monex. “Concatenadas cada una arma una operación
que consideramos es la más escandalosa del país en compra de votos”, afirma
Mejía Berdeja.
Para allegarse de las pruebas que han resultado en la cifra de 5 millones de
votos presuntamente comprados, el Movimiento Progresista acepta que una de las
fuentes a las que más han recurrido son las redes sociales.
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