Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco. En los últimos años vivir en el Norte se ha convertido en un deporte extremo. Regresar a casa por la noche sin tener que arriesgarse a ser levantado, verse atrapado en un fuego cruzado, o encontrase con un cuerpo desmembrado en la acera de enfrente requiere de cierta dosis de buena suerte. En el karma de vivir al norte, Carlos Velázquez describe, en calidad de testigo privilegiado, a veces con fascinación, otras con humor, y casi siempre con horror, lo que significa vivir en una de las ciudades más peligrosas del orbe. Se convierte en observador y partícipe de los bajos fondos más violentos y sórdidos, escandalizado pero también conmocionado por la omnipotencia y los excesos que definen a los distintos grupos criminales. Al mismo tiempo, esta crónica retrata las dificultades que implica ser un padre que se pregunta cómo proteger y alejar a su hija pequeña de la carnicería cotidiana.
Somos una sociedad violenta
El escritor comentó que no es un libro sobre el narcotráfico en sí; este texto tiene una particularidad muy especial, es un libro sobre lo que significa crecer o vivir en un contexto violento y ser el padre de una hija de 6 años: significa lidiar día con día y verse en la imposibilidad de llevarla al ballet porque afuera se está desarrollando una balacera o un fuego cruzado. No es un ninguna historia de ningún cartel, no es un libro que habla de alguien que está infiltrado, es un libro que habla del fenómeno de vivir no solo en el norte, sino de vivir en México en el presente.
La desigualdad social es, en gran medida, la responsable del fenómeno que estamos padeciendo; creo que la poca equidad que hay en la riqueza que existe en este país es uno de los principales responsables de que nos estemos matando prácticamente por nada. Aparte de eso, el grado de barbarie que permea esta sociedad, tiene sobre todo, una gran dosis de irrealidad o fantasía, es decir, México es proclive a la violencia. Somos una sociedad violenta. Nos quejamos del maltrato que recibimos de Estados Unidos, pero nosotros somos igual de verdugos con los sudamericanos y no hemos sabido lidiar con esa condición.
México está sostenido por el negocio del narcotráfico
A partir de los brotes de violencia, yo me estaba dando cuenta que se trataba de tender a simplificar el estado de la violencia, es decir, vemos los titulares en los periódicos y asumimos que la gente mata porque mata. Pero en realidad, considero que hay un mal metafísico, un origen, una raíz, hay un gran trauma en México que está produciendo todos estos fenómenos. Mientras no entendamos y vayamos a resarcir este problema, el estado de las cosas va a seguir igual, no va a ver ninguna modificación. Por otra parte, México está sostenido primordialmente por el negocio del narcotráfico; hay universidades, empresas, el Aparato del Estado, pero realmente no son autosuficientes por sí mismas, detrás está un gran espectro: la industria del narcotráfico que sostiene muchísimos eslabones, en base a lo que se construye o se organiza la sociedad. La clase política a sido un gran colaborador de la corrupción en este país, y la clase política no iba a dejar indemne al narcotráfico. O sea, tendemos a satanizar al narcotráfico, pero ni siquiera el narcotráfico es tan poderoso para eludir a la política.
Legislar la droga
La droga en sí, no es el problema radical, creo que si se legaliza la marihuana sería un gran avance, pero no en el sentido de que menguaría la violencia, sino que nos diría mucho como sociedad. Pero el problema no está en el narcotráfico, sino en la extorsión, en el secuestro, en la corrupción, en la corruptela, está en lo que somos. Por eso es el karma, porque no podemos simplificar la violencia con el hecho de que: "vendes droga y matas gente". No, no; ¿qué con la extorsión? ¿Qué con el secuestro? ¿Qué con el tráfico de muchísimos otros productos? El mismo sistema hacendario que tenemos, es decir, abrir una empresa en este país es la cosa más complicada del mundo.
Pasando a otros asunto, el tema de los niños sicarios siempre ha existido. Cuando escribía el libro hice muchos recorridos para venta de varios puntos de drogas y vi a niños de 8 años vendiendo droga. El sistema o moral de México se ha deslavado de una manera tan preponderante, que es tan ridículo achacar el mal desde una sola vertiente. Los niños sicarios siempre han existido y ahora son un mal recurrente, y ese es el futuro de México, así podrían estar las cosas.
libro electrónico vs. libro tradicional
Velázquez a escrito cuatro libros: El karma de vivir al norte es mi tercero en la Editorial Sexto Piso. Estamos en la recta final para publicar mi novela el año que entra (2014). Estoy muy contento. Ve este stand tan precioso. El trabajo que se hace detrás, es simplemente inigualable: no es estar en una editorial, sino en una familia, nos conocemos, llevamos una relación muy estrecha: los vendedores, los editores y el personal administrativo. No nos conocemos físicamente, pero somos un núcleo y esto lo levantamos todos al mismo tiempo; estamos yendo contracorriente porque ahora todo mundo está apostando por el libro electrónico, pero nosotros seguimos fieles al papel, porque esta editorial es muy vanguardista, pero es muy fiel a la tradición. Nosotros creemos y confiamos en el libro como producto. Por otra parte, somos muy exagerados y muy histéricos: nos gusta fantasear, somos proclives a la exageración. El libro electrónico va a tener su momento, pero, cuántos libros electrónicos se editan: el cinco por ciento de la producción editorial. En este aspecto, la gente está alardeando, pues el libro cómo objeto nunca va a ser superado, ¡jamás!
El lector del futuro
Los índices de la venta de libro son un indicativo muy importante y estamos atravesando por un bache bastante desolador, pero en un momento vamos hasta el fondo y vamos a despertar y dentro de 200 años Dostoievski va a ser el escritor más grande de la historia, es decir, nos vamos a dar cuenta de lo que hemos perdido y de lo que vamos a perder, y lo vamos a recuperar. La historia es cíclica. Esto no se va a acabar. El hecho de que la gente haya dejado de leer en esta etapa no significa nada; en 200 años la literatura, la lectura y la introspección van a cobrar una relevancia que vamos a volver al punto de partida. Estoy convencido de eso. Nuestro trabajo es editar libros; creo que mientras haya industrias o editoriales como esta, no debemos nada por qué tener miedo.
Al preguntarle al escritor qué sucedería si desaparecieran los libros tradicionales, contestó: Si eso sucede, va a ser un nuevo amanecer y lo reafirmo: un día vamos a retomar a Dostoievski de una manera excepcional. Para mi es el escritor más grande; Crimen y castigo, es una obra magnánima.
Mayor información: en FaceBook como Carlos Velázquez y en Twitter @chatfornication
regresar/home
0 comentarios:
Publicar un comentario