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24/6/14

Complejo, el diagnóstico del Síndrome Mielodisplásico

Bienvenidos al Sitio Web www.informanet1.com Director General: Erasmo Martínez Cano… Comentarios y sugerencias: Editor: Erasmo Martínez / Javier Tlatoa ( portal@informanet1.com ) ( erasmocano@gmail.com ) Informanet Videos

-         La enfermedad requiere de mucha experiencia en el diagnóstico
-      Los tratamientos  hipometilantes  son drogas que facilitan que las  células  se desarrollen de manera normal

Para el diagnóstico correcto del Síndrome Mielodisplásico (SMD) es necesario descartar todas esas otras enfermedades que puedan cursar con alteraciones morfológicas en las células de la médula ósea y que pueden confundir al médico en su evaluación, mencionó Guillermo Sanz, jefe de Oncología de Hospital Universitario La Fe de Valencia,  España.

El Síndrome Mielodisplásico es una enfermedad un poco complicada porque tiene manifestaciones muy heterogéneas, a nivel molecular se ha estudiado mucho lo que nos permite utilizar ese tipo de información para caracterizar el riesgo del paciente. Alto riesgo o bajo riesgo”, mencionó el especialista.

El problema de este Síndrome empieza desde el diagnóstico, además de que no existen registros de la enfermedad en la mayoría de los países, “los síntomas muchas veces se confunden con malestares por la edad, los más comunes  son la anemia y debilidad”, además que muchos pacientes tienen otros problemas médicos, por ejemplo del corazón o endocrinológicos, y esto complica un poco el diagnóstico.

La complicación radica en que las alteraciones en la forma de las células de la médula ósea aparecen en muchas otras enfermedades tales como las ocasionadas por infecciones virales (VIH, hepatitis, parvovirus), medicamentos (antineoplásicos, inmunosupresores), deficiencias de hierro, vitamina B12 y ácido fólico, etilismo, así como diversos tipos de cáncer y enfermedades del hígado e inmunológicas.

Los principales factores de riesgo para desarrollar SMD son envejecimiento, exposición a sustancias toxicas (pesticidas, empresa petrolífica o petroquímica y fertilizantes) además  pacientes que han sido expuestos a quimioterapia por otro tipo de cáncer. Es un tipo de cáncer. Dada la complejidad de la enfermedad es de pronóstico muy variable, ya que algunos pacientes pueden sobrevivir con un curso benigno durante años, mientras que en otros progresa con rapidez hacia la leucemia y el fallecimiento.

Se presenta, por lo general, en pacientes mayores de 50 años, y en una tercera parte puede derivar en cáncer de rápido crecimiento de las células de la médula ósea, llamado leucemia mieloide aguda.

Para su identificación se requiere experiencia en el diagnóstico. La exclusión es básica en aquellos pacientes que cursan con alteración en la función de la médula ósea, sin embargo, es necesario contar con suficiente experiencia por parte del médico tratante de preferencia un hematólogo.

 “A diferencia de las leucemias agudas que aparecen de golpe, en el SMD la mayoría de las alteraciones cromosómicas se traducen en pérdidas de material genético. Al final, puede terminar en una leucemia aguda”, explicó el especialista.

Para un tratamiento adecuado, es condición necesaria que el trabajo clínico también incluya un diagnóstico, “por lo que es importante formar a los médicos de cabecera, de atención primaria, para que estén atentos al problema y no pase demasiado tiempo para llegar al especialista”.

A la enfermedad se le clasifica en diversas categorías: pacientes de alto y bajo riesgo. El paciente de bajo riesgo es una persona que puede tener una esperanza media de vida de cinco años, y que tuvo como base principal la transfusión y soporte.

Para los pacientes de alto riesgo, “ya existen fármacos que amplían significativamente su esperanza de vida”, subrayó el Dr. Sans.

Las opciones terapéuticas en los pacientes alto riesgo alto son:
Trasplante de células hematopoyéticas, quimioterapia clásica (intensiva o no), Agentes hipometilantes,  (en combinación con hipometilantes o como segunda línea).

Con Vidaza,  la  expectativa de vida de estos  pacientes se duplica “para quien lo padece es una revolución, pasar de tratamientos super agresivos donde el objetivo era la cura: con quimioterapias muy fuertes, transplantes de medula ósea a tratamientos mucho menos tóxicos,  donde el objetivo  es controlar la enfermedad a largo plazo”.

 “Este tipo de compuesto ha demostrado dos cosas: Vidaza es el primer medicamento que aumenta la supervivencia hasta en un 50% y brinda una mejoría en cuanto a calidad de vida,  y esto es fundamental “, concluyó.


El principal objetivo en pacientes con Síndrome Displásico de alto riesgo es evitar o disminuir el uso de transfusiones de hemoderivados, aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida, evitar o retrasar la transformación a leucemia aguda y prolongar la supervivencia del paciente.

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