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Primero que nada quiero dejar claro que “al igual que muchos mexicanos” que estoy a favor de la vida, y lo hago porque desafortunadamente el tema del aborto ha sido tomado como un botín político por muchos actores y diversas organizaciones económicas, políticas, sociales e incluso religiosas.
Como muy acertadamente lo han dicho otros colegas, el aborto en un tema muy sensible y delicado, por esto ¿cuando alguien, ya sea persona física o moral? se crea con la suficiente autoridad moral para discutir, analizar, ¿pero sobre todo para decidir? “sobre si se aplica o no una Ley”, debe de respetar primero la decisión de la mayoría de la ciudadanía, porque así es la democracia. De hecho, cuando se le pregunto al Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa sobre el tema, recuerdo que simplemente dio su opinión como persona diciendo; “estoy a favor de la vida”, pero como Presidente seré respetuoso de lo que decidan las mayorías, sin duda una posición que yo considero muy congruente y responsable, porque cualquier funcionario publico de cualquier nivel jerárquico, no debe ni puede confundir sus creencias religiosas o su forma de pensar, con la aplicación de sus actividades y funciones como servidor público, porque éste esta para servir a la sociedad, para hacer un bien común.
Sin embargo, a pesar de que el propio Presidente Calderón puso el ejemplo de imparcialidad y congruencia basado en el respeto que se le debe de tener a “un bien común producto de una democracia” según creo yo, diversos tipos de actores políticos, partidos políticos, asociaciones civiles, etcétera, se dieron vuelo y alborotaron de tal forma que se auto proclamaron “personas con calidad moral para decidir unilateralmente sobre la vida y el cuerpo de las mujeres de México”. ¿Como la ve amable lector del extranjero?, simplemente pondríamos como ejemplo al Sr. Jorge Serrano Limón, un dirigente de una organización social llamada Próvida, quien en el sexenio pasado estuvo involucrado en actos de corrupción (compra ilegal de tangas) cuando tuvo una responsabilidad en el gobierno federal.
De hecho ¿hubo de todo para opinar y decidir sobre el aborto y la vida de las mujeres mexicanas?, para decidir sobre la legalización de él, la promulgación de la Ley con los respectivos pleitos postelectorales después de su aplicación, porque hasta diversas organizaciones e ilustres personajes extranjeros se dieron el lujo de decidir sobre la voluntad de las ciudadanas mexicanas y México.
Algo en lo que no se puso mucho énfasis o “al menos yo no lo percibí”, fue que muy pocos hablaron sobre el grave problema social que existe en toda la Republica Mexicana de las muertes de muchas mujeres que se practican el aborto en la clandestinidad, porque la inmensa mayoría de ellas son personas que viven en la pobreza y no tienen dinero para practicar un aborto con un buen medico, hospital o con los menores riesgos posibles. Tampoco nadie se preocupo ¿ni se ha preocupado? por el grave problema que existe en México de “falta de educación sexual para la población en pobreza” que en el país que es de 60 millones de personas, de esta cifra las mujeres representan mas del 50 % según el último censo nacional y tiene muy pocos apoyos logísticos y en especie por parte de las diversas dependencias gubernamentales para el control de la natalidad.
Recordemos simplemente como un ejemplo de lo anterior, lo que paso hace algún par de años con el gobierno federal mexicano cuando a través de la Secretaria de Salud Federal se quiso poner al alcance de la población la píldora anticonceptiva llamada “la píldora del día siguiente”, se presentaron y crearon una multiplicación de problemas de toda índole, porque se argumentaba que intrínsecamente se trataba de un aborto, de hecho realizamos una pequeña encuesta en algunas zonas pobres de la ciudad de México y sus alrededores para verificar si alguien conocía este método anticonceptivo y prácticamente nadie lo conocía.
¿Luego entonces amable lector?, porque todas estas organizaciones, ilustres personajes, partidos políticos, etcétera, no combaten y ayudan a resolver el problema de fondo, es decir, resolver desde la raíz el grave problema de control de la natalidad y los embarazos no deseados “con educación y combate a la pobreza”, ¿qué acaso no será igual de grave y un crimen como el aborto?, ¿ no será grave que exista una enorme población infantil en crecimiento constante que viva en la miseria casi toda su vida?, ¿ no será grave que no tenga una oportunidad de recibir una educación integral para ser un ciudadano con una profesión u oficio para vivir dignamente?
Para ejemplo de lo anterior, usted puede trasladarse a cualquier localidad pobre de una ciudad o de la provincia de toda la Republica Mexicana y cerciorarse que lo que afirmamos es cierto, “no hay un control de la natalidad, con educación y combate a la pobreza”, es algo muy común ver en las esquinas de los semáforos de cualquier ciudad en México a niños en extrema pobreza pidiendo limosna, “a niños de la calle” drogándose porque fueron abandonados por sus padres, o porque tienen y tendrán que trabajar desde su infancia, porque simplemente éstos niños difícilmente tendrán una oportunidad para salir adelante, hablando económicamente.
¿Luego entonces?, reitero, ¿adonde están “aquellos y aquellas personas que echan grilla objetando un bien común que no existe” y que obviamente no aplican a la sociedad, ¿porque en lugar de andar hablando bla, bla, bla y politizando un tema como el aborto, mejor se dedican a ayudar objetivamente con hechos y a revolver el gravísimo problema social de control de la natalidad mejorando la educación y combatiendo a la pobreza?
Por: Carlos Munguía Rodríguez
pluma_dorada1@hotmail.com
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