El NCAM “Quinta carolina”: resultado del trabajo comunitario

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Chihuahua, Chihuahua, 9 de septiembre de 2008. Después de meses de trabajo en el que se han involucrado no sólo las autoridades –federales y estatales–, también los jóvenes músicos tanto de la Orquesta Sinfónica Juvenil como de la Filarmónica del Estado de Chihuahua, así como padres de familia, comenzaron las actividades del Núcleo Comunitario de Aprendizaje Musical –NCAM– Chihuahua “Quinta Carolina”.

“Mi compromiso como padre, va más allá de simplemente traer a mi hija de ocho años –afirmó Jonathan Cansino, habitante de la colonia Quinta Carolinas–, mi compromiso también es estar pendiente de ella. No se trata de traerla y que le enseñen el instrumento que vaya a tocar. También hay que dar seguimiento a los niños para que practiquen en casa, aprovechando que el instrumento que los niños escojan se los van a prestar”.

O bien el caso de Nancy Haydé Carreón quien trajo a sus dos hijos, el primero de ocho y el segundo de seis años, habitantes de Jardines de Sacramento, quien se interesó en esta actividad “con el fin de que los niños ocupen su tiempo en algo positivo, que les deje algo bueno. El reto es que los niños sean constantes. Hacerlos responsables de cuidar el instrumento y de motivarlos a que le agarren cariño a la música”.

Así se expresaron dos de los más de 80 padres de familia que acudieron a la Escuela Primaria José María Morelos de la Colonia Comité Defensa Popular, localizada al norte de la ciudad de Chihuahua, donde cerca de 130 niños inscritos recibieron su primera clase de música.

En ésta, seis maestros egresados de la Orquesta Sinfónica Juvenil Chihuahua enseñaron a niños de entre 8 a 13 años de edad, los diversos grupos de instrumentos, con la finalidad de que en aproximadamente semana y media tengan elementos para elegir el que más les atraiga para aprender a tocar.

Y es que para que este NCAM sea un éxito, los padres y maestros cumplen un papel fundamental considerando que son ellos quienes se encargarán de llevar de la mano a los niños, no para que necesariamente sean músicos profesionales, sino para que encuentren en la música una actividad de sano esparcimiento que les inculque otro tipo de valores grupales. Afirmó durante la ceremonia inaugural, Oliverio Payán, responsable de la dirección musical de dicho núcleo, y principal de la sección de violines primeros de la Filarmónica de Chihuahua.

Este Núcleo Comunitario, tercero en su tipo en todo el país, beneficiará principalmente, a los niños de las colonias populares de la ciudad de Chihuahua entre las que se encuentran además de las Cinco Carolinas, colonias con gran parte de población obrera y un asentamiento rarámuri –tarahumara– localizado del otro lado del Río Sacramento, considerado como una zona marginada.

Aún no existe transporte público desde dicho asentamiento hacia la exhacienda Quinta Carolina, que dentro de dos meses será la sede oficial de este Núcleo, sin embargo, para involucrar desde el inicio a los niños de esta colonia, el Instituto Chihuahuense de la Cultura, a través de la Oficina de Cultura para el Desarrollo Educativo, pondrá a funcionar a partir de la próxima semana, un autobús que realizará circuitos de lunes a viernes y por las tardes, en paradas ubicadas en plazas públicas y escuelas, con la finalidad de llevar y traer a los niños hacia el NCAM.

La sede oficial de este Núcleo Comunitario será la Casa de Boliche de dicha exhacienda porfiriana, pero como todavía está en fase de restauración, las actividades tendrán como sede provisional, la Escuela León Barri ubicada en la misma colonia. Aquí, se utilizarán cuatro salones para que los niños tomen clases de música por lo menos tres veces semanales, mismas que incluyen de manera inicial y obligatoria, dos clases de coro por semana.

En Quinta Carolina, las clases se llevarán a cabo de las 16:00 a las 19:00 horas y parten del principio que los niños aprenden a hacer música, sólo tocando, es decir, con la práctica del instrumento sin siquiera leer notas musicales. Así lo dijo el maestro Arturo Quezadas Luna, coordinador de Bandas del Sistema Nacional de Fomento Musical, quien agregó que los niños aprenden de manera natural tal y como comienzan a hablar.

Este método está comprobado en Venezuela, donde el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles, creado hace 30 años, cuenta ya con 3 mil coros, entre 300 y 350 orquestas sinfónicas juveniles y alrededor de 200 orquestas infantiles: “literalmente transformó el perfil sociológico de Venezuela, es un verdadero fenómeno social; e incluso, desde el punto de vista musical, dio mejores resultados que los obtenidos por los conservatorios y escuelas oficiales de música sinfónica”, comentó.

Este punto de vista es compartido por los padres de familia, tal y como afirma Jonathan Cansino: “en estos tiempos, hacer otra actividad ayuda a que los niños se ocupen y ni siquiera tengan malas compañías. El hecho de mantenerlos ocupados fuera del horario de clase ayuda a que se forjen otros valores, otros pensamientos además de los aprendidos en la escuela”.

Así, como una muestra del trabajo realizado en estos Núcleos Comunitarios en México, se espera que a finales de diciembre, pueda concretarse la realización del primer encuentro nacional de los niños y jóvenes que participan en los núcleos comunitarios de las ciudades de Tijuana, Guadalajara y Chihuahua para hacer un magno concierto, que no sólo muestre el producto musical, también para que los jóvenes empiecen a tener una convivencia entre ellos y se nutran y enriquezcan con sus propias experiencias, afirmó el maestro Arturo Quezadas.

Fotografía: Rosalía González Matías

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