Los mormones Capítulo 3

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Por: Héctor Medina Varalta

Todos Los profetas de Dios se distinguieron por su humildad, más no así el fundador del mormonismo que era muy dado a la pretensión de creerse superior al Maestro Jesús. Leamos la Historia de la Iglesia, Doc. 1,Vol. 6, página 409: Una amplía mayoría se ha quedado a mi lado. Ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Jesús lo hicieron nunca. Me jacto de que ningún hombre ha hecho nunca tal obra como yo. Los seguidores de Jesús se apartaron corriendo de él; pero los Santos de los Últimos Días nunca se apartaron corriendo de mi.

La salvación la da sólo José Smith
En el Doc, 2. Journal of Discurses, vol 7. Página 289, leemos: José Smith tiene las llaves de esta última dispensación... ningún hombre o mujer en esta disposición entrará nunca en el reino celestial de Dios sin el consentimiento de José Smith... todo hombre y mujer tiene que tener el certificado de José Smith, hijo, como pasaporte para su entrada en la mansión donde Dios Y Cristo están... no puedo ir ahí sin su consentimiento. El tiene las llaves de ese reino para la última dispensación... gobierna ahí triunfante... Reina ahí como un ser tan supremo en su esfera, capacidad y llamado, como Dios en el cielo.

La sangre de Cristo no es suficiente para la salvación
No existe ningún hombre o mujer, que viole los pactos hechos con su Dios del que no se exija el pago de la deuda. La sangre de Cristo nunca la borrará, vuestra propia sangre debe expiarla (Doc. 3. Journal of Discurses, vol. 3, página 247).
... bajo ciertas circunstancias hay algunos pecados serios para los que no funciona la limpieza de Cristo, y la ley de Dios es que hay que derramar la propia sangre de los hombres para expiar sus pecados... (B. MacConkie, Mormon Doctrine, Salt Lake, 1958, página 87). Derramar La sangre quiere decir, que el mormón que haya cometido algún pecado grave, tiene que ser asesinado para así obtener su salvación.

Un hecho de sangre
Uno de los crímenes que los líderes de esta secta se encuentra en la página 112 en el libro de Orín Porter Rockwell: man of God, Son of Thunder (Hombre de Dios, Hijo del Trueno), publicado por la University of Utah Press: Harold Schindler, un “sumo sacerdote según la Orden de Melquisedec (sic) de Salt Lake City, revela cómo Smith y Porter Rockwell ahogaron a una anciana en el río Misisipi porque sabía mucho sobre las aventuras del matrimonio “celestial” de Smith en el Templo de Nauvoo.

Profecía ridícula
El “vidente” o “profeta” tuvo la desfachatez de profetizar que había habitantes en la luna, semejantes a los seres humanos, uno de sus seguidores, Oliver B. Huntington recopiló las palabras de Smith en un artículo titulado Los hombres de la luna, en el cual, el lector actual, sin duda, se reirá de los pensamientos desvariados del “vidente”: Los astrónomos y los filósofos, desde tiempos inmemoriales hasta tiempos muy recientes, aseveraron que la luna era inhabitada, que no tenía atmósfera, etcétera, ... Pero recientes descubrimientos, por medio de poderosos telescopios, han hecho que los científicos duden de esta teoría. (...) Aún tan temprano como 1837, yo sé que Smith dijo que la luna estaba habitada por hombres y mujeres iguales a los de la Tierra, y que vivían muchos más años que los nuestros ¡que generalmente llegaban a vivir hasta la edad de mil años! Describió (Smith) a los hombres midiendo cerca de seis pies de altura, y que vestían casi al estilo de los cuáqueros (una secta muy estricta en ese tiempo).

Ataques contra otras religiones
De acuerdo a César Vidal Manzanares, en su libro La otra cara del Paraíso, “la secta ha conseguido infiltrarse en todos los centros de información secreta de Estados Unidos: el FBI, la inteligencia militar, y, especialmente, la CIA. Esta es una organización absolutamente plagada de miembros de la secta. Uno de los doce apóstoles, Neal Maxwell, ha trabajado para ella, pero sólo se trata de un ejemplo”. Vidal sostiene que éstos son aceptados porque pasan entre un año y año y medio en el extranjero, y de regreso dominan una lengua y conocen otra cultura. Por otra parte, los mormones como en casi todas las sectas, atacan a las demás religiones, principalmente a nuestra Iglesia. En un folleto editado por Orson Pratt, en la página 112 leemos: Las puertas del infierno han prevalecido y continuarán prevaleciendo sobre la Madre Católica de Rameras, y sobre todas sus Hijas Protestantes... la Iglesia Católica apóstata, con todos sus papas y obispos, junto con todas sus hijas rameras, serán arrojadas al infierno.

Muerte del “profeta”
El 10 de junio de 1844, el periódico Nauvoo Expositor publicó un artículo que afectaba la reputación de Smith. Éste reunió una muchedumbre para destruir las instalaciones del periódico, pero fueron arrestados. El gobernador Ford le prometió que sería protegido del populacho que quería lincharlo (por sus ideas y, más que nada, por la poligamia a la que era tan afecto). Sin embargo, el 27 de junio de ese año, el populacho tomó la cárcel de Carthage Greys matando al “profeta” y a su hermano Hyrum.
M. Benoit Lavaud, en el libro Sectes modernes et foi catholique, página 93, comenta: Así murió asesinado, más bien que realmente ejecutado, este mito-megalómano, este presunto benefactor de revelaciones que debía trasmitir al mundo, y de una revelación privada (la poligamia), justificación divina de su mala conducta. ¿Era responsable? ¿En qué medida? No podemos decirlo. Tal hombre en vida sería un buen prospecto para un psiquiatra. Responsable o no, enfermo o impostor, fue víctima de un asesinato y se convertiría a los ojos de sus adeptos en mártir.

Conclusión
Aunque los mormones hablen de unión, tienen sus disidencias. La principal de ellas es La Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos del últimos Día. Esta iglesia la fundó un hijo de José Smith con la intención de que desde ese día en adelante la guiara un descendiente del “profeta”; otra de ellas, es la secta de los “josefitas” y tiene su sede en Lamoni, Independence (Missouri), la “ciudad santa” de Smith,,. y la que tiene mayor adeptos, se encuentra en Salt Lake City. De acuerdo a Montefrío en Historia y doctrina de los Mormones: El mormonismo es una mezcla de politeísmo pagano, poligamia islámica, teocracia judaica, interpretación protestante-racionalista, nacionalismo americano y tesón anglosajón. Según Smith, la lengua en que estaban escritas las planchas era el “egipcio reformado”. Sin embargo, el egipcio reformado es un idioma inexistente según todos los egiptólogos y filólogos más eminentes que se han consultados acerca de este asunto; no obstante, los mormones todavía mantienen su pretensión a pesar de conocer los hechos.

Bibliografía
El Libro de Mormón
La Verdad Restaurada, Gordon B. Hinckley
Los Mormones, P. Ernesto P. Bravo
Historia y doctrina de los Mormones, Montefrío
El Mormonismo refutado, Jay Jacobson
Cómo presentar el Evangelio a los Mormones, César Vidal Manzanares
Mormonismo, Dr. Walter Martín, serie Fraudes Espirituales
El Mormonismo y yo, Thelma de Geer
Los Mormones Paganismo con Pantalla Cristiana, P. Flaviano Amatulli
¡Defiéndase... de cuanto lo confunde y desorienta!, Manuel Talamas C.

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