Ø Según información de la Organización Mundial de la Salud, cada día hay en promedio casi 3,000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.
Ø Padecimientos mentales como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, se asocian a mayor riesgo de suicidio
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, especialistas señalaron que la falta de atención y un tratamiento oportuno y adecuado a quienes padecen trastornos mentales puede llevarlos al suicidio. En México, alrededor del 15 por ciento de la población padece o ha padecido algún trastorno mental y sólo el 20 por ciento de estas personas recibe un tratamiento adecuado, señalo la Dra. Liliana Toledo, especialista en Psiquiatría adscrita al Hospital Psiquiátrico “Héctor Tovar Acosta” del IMSS.
“Quienes tienen ideas suicidas, ven un panorama tan adverso que consideran que su única alternativa es quitarse la vida. Cuando, la mente no funciona bien, es entonces, cuando se requiere la intervención de un especialista, de medicamentos y psicoterapia”, comentó la doctora Toledo.
Causas
De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 las víctimas de suicidio podrían ascender a 1.5 millones. En México, la Secretaría de Salud del Distrito Federal reveló que en los últimos tres años los suicidios aumentaron 10 por ciento, al pasar de 307 en 2007, a 336 en 2009, algunas de las causas que se atribuyen son la crisis económica, el desempleo, la inflación y la mala convivencia familiar que en algunos casos, desencadenan problemas de salud mental, los cuales inciden en el incremento de suicidios.
La institución estima que al menos 2 millones de habitantes son propensos a presentar trastornos mentales como ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y depresión. “Las estadísticas del Instituto Nacional de Psiquiatría advierten que dentro de 10 años la principal causa de discapacidad en este país será la depresión y que actualmente 68 por ciento de los habitantes del DF han tenido algún problema mental”, manifestó el especialista en psiquiatría.
Programas de salud mental
Aunque tradicionalmente las tasas de suicidio han sido más altas entre los hombres de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento, al igual que los padecimientos mentales como esquizofrenia y trastorno bipolar, hasta convertirse en el grupo de mayor riesgo. Las tasas de suicidio han ido incrementándose y los casos en jóvenes cada vez son más frecuentes. Las repercusiones en la población y el incremento de casos han puesto alertas para que no se convierta en un problema de salud pública. Las instituciones gubernamentales están dirigiendo sus esfuerzos a desarrollar programas de salud buscando prevenir y mejorar la salud mental.
Suicidio infantil
Dios mío, agradezco todo lo que me has dado, todas las maravillas de la creación, todo el universo y todos los dones que tengo. Perdóname si te ofendo, pero… no me interesa. Nota que dejó un joven de 19 años antes de suicidarse.
Por otra parte, el Dr. Ernesto Lammoglia, en su libro “Las máscaras de la depresión”, escribe: “los niños con predisposición a sufrir depresión presentan algunas veces episodios definidos detonados por alguna pérdida. Muchos chicos deprimidos muestran síntomas como dormir mucho más, perder el apetito, llorar demasiado o estar irritantes; otros niños, en contraste, se vuelven de pronto muy agresivos y cometen actos autodestructivos como tratar de estrangularse a sí mismos. El doctor Richard Hanhardt, director de servicios para niños y adolescentes del Hospital St. Mary’s Hill de Milwaukee, opina que el problema es tan delicado que muchas de las llamadas muertes accidentales de niños, ocurridas por tragar píldoras o ser atropellados, se deben, en realidad, a que están deprimidos y cometen suicidio”
Focos de alerta
Lammoglia insiste en que hay niños que buscan en la televisión los programas de nota roja. “Conozco-escribe-varios casos de pequeños que se inclinan por cosas relacionadas con la muerte o con el vampirismo. Me llama mucho la atención que incluso hay cuentos de vampiros y de brujos ya muy elaborados. Estos niños si uno lo pone a dibujar, dibujan diablos, sangre, ojos llorando y casi siempre lo hacen con carboncillo o con lápiz negro o gris. Estas son características que hablan de una personalidad no acorde con la de la mayoría; de un talante afectivo que no concuerda con el de los demás”.
Por otra parte, el psiquiatra resalta que un niño con depresión o en un episodio depresivo mayor, si ve a alguien sonriendo se siente muy mal. Por lo general los niños deprimidos se asustan con los payasos, les dan miedo, porque la risa para el niño depresivo es desconocida o por lo menos lo es la sensación que produce la risa y al estar caricariturizada así, en la forma de un payaso los aterra.
El niño deprimido no gusta de las fiestas o no sabe qué hacer en una fiesta. En una piñata jamás se va a formar en la cola y no va a participar en los juegos o concursos. Si sus papás le hacen una fiesta se va a sentir el más horrible y tímido del mundo, se va a enojar y probablemente no quiera salir de su habitación (…) Un niño deprimido, si le piden en una reunión que vaya a saludar y a darle un beso a su abuelita, se meterá debajo de la falda de su mamá o se esconderá. Los otros niños, en cambio, saludan, le sacan el domingo o algunos pesos a la abuela y luego se van encantados a jugar. El niño deprimido no tiene el menor interés en ningún tipo de ganancia.
Tratamiento
Algunos trastornos mentales, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar cuando no se han controlado, se asocian a un incremento de riesgo de suicidio. Hacer un diagnóstico oportuno de estos trastornos permite que el paciente acceda a un tratamiento adecuado que permite el control de los síntomas. En México existen medicamentos conocidos como antipsicóticos atípicos que son eficaces para el control de los síntomas de la enfermedad y que adicionalmente ofrecen seguridad, fácil dosificación, menor presencia de efectos secundarios lo que ayuda al apego al tratamiento y le permite al paciente recuperar su vida social, familiar y laboral.
AstraZeneca Neurociencias trabaja por generar mayor conocimiento y difusión acerca de las enfermedades mentales, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia con el objetivo de buscar que el paciente recupere su funcionalidad y se eliminen los prejuicios que relegan y limitan a los pacientes que las padecen.
¿Qué se siente intentar suicidarse?
De acuerdo al sociólogo francés Emilio Durkheim, suicidio es “toda muerte que resulta mediata o inmediatamente de un acto, positivo o negativo, efectuado por la propia víctima, consciente de que su acción produciría ese resultado”. En otras palabras, es la consecuencia de una acción en que el agente y el paciente son la misma persona. Durkheim divide el suicidio en tres categorías: egoísta, altruista y “anómico” (inseguridad ante el futuro).
No obstante, mucho se ha hablado del suicidio, sin embargo, muy pocos se han preguntado qué se siente intentar suicidarse. Ante esta gran interrogante, nadie más que Grover B. fundador de Neuróticos Anónimos lo pude hacer. Resulta que Grover recibió una carta de Fred K., un estudiante de secundaria de New York quien escribió: “En mi clase de Higiene, entre otras cosas, discutimos el tema del suicidio. Tengo que hacer un reporte al respecto y aunque sé que hay disponibles libros y artículos periodísticos, creo que me ayudaría más escucharlo de una persona que ha pensado o intentado suicidarse. La vida es un precioso regalo, y el pensar en terminar con ella es algo que ningún libro puede explicar, solamente una persona que lo ha intentado puede saberlo (…) Sé que le estoy pidiendo mucho, pero creo que un cuadro vale más que mil palabras, y una carta personal suya vale más que miles de libros. Mucho agradeceré si me pudiera ayudar en este asunto para que yo pueda ayudar a otros. Muchas gracias”.
La respuesta de Grover
Estimado Fred, muchas gracias por tu carta y por tu interés en este tema tan importante. Me complace en poder contarte en mis cinco intentos de suicidio, cómo me sentí en esos instantes y cuáles fueron mis razones para tomar tan drástica decisión (…) Aquí está… Qué se siente al intentar suicidarse. ¡No queríamos matarnos; sólo queríamos matar el insoportable dolor que nos carcomía por dentro, si moríamos en el intento de matar el dolor no nos importaba, en realidad era un bajo precio el que tendríamos que pagar si con eso nos liberábamos del dolor, eso no tenía la menor importancia!
Los profesionales de la salud mental han dicho que los intentos de suicidio es ‘un grito de auxilio pidiendo ayuda’. Nosotros diríamos que en los primeros intentos de suicidio esto es cierto, no queríamos morir, sólo librarnos del dolor y queríamos ayuda. Pero cuando sobrepasamos el punto de ‘gritar pidiendo ayuda’ llegamos al punto donde lo único que queríamos era liberarnos del dolor, ¡queríamos morir!, no obtener ayuda, sino ¡¡¡¡¡morir!!!! La ayuda ahora nos disgustaba. Queríamos escapar, queríamos un paro al dolor. Queríamos morir! Cambiamos el ‘grito pidiendo ayuda’ por ‘un grito llamando a la muerte’.
Nota: debido a la brevedad del espacio no pude transcribir todo el comentario de Grover, sin embargo, lo pueden encontrar en el libro “La etiología de la enfermedad y de la salud mental y emocional” en cualquier grupo de Neuróticos Anónimos
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