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Por: Héctor Medina Varalta
Los movimientos anormales corresponden a un grupo de síntomas, signos o enfermedades neurológicas en las que el rasgo predominante es la alteración en la forma o en la velocidad con que se ejecutan los movimientos. Para diagnosticar el origen de un movimiento anormal se realizan diversas pruebas clínicas, entras las que destacan: electroencefalograma, topografía computada, resonancia magnética nuclear, entre otras.
Se deben valorar, en primer término, si los movimientos son involuntarios, voluntarios o desencadenados por movimientos voluntarios. Luego se debe reconocer las diversas características que definen al movimiento. Para esto, se ha establecido niveles jerárquicos de reconocimiento y se organizan de manera tal de establecer las características de los mismos:
Tres niveles
Primer Nivel: El Dr. Jorge Romano Romero, Médico cirujano egresado de la Universidad de Guadalajara, especialista en Medicina de Rehabilitación física por el Instituto Nacional de Rehabilitación y Director Médico de Mundo Físico, indica que hay tres tipos de niveles: Rítmicos vs Arrítmicos, Sostenido vs no- sostenido, Paroxístico vs Contiguos vs Continuos y Sueño vs Vigilia. El Segundo Nivel: En reposo vs con acción y Tercer Nivel: Velocidad: Lento vs Rápido, Potencia: Gran potencia (dolorosa) vs fácil de dominar, Supresibilidad, Vocalización, Auto-mutilación, Movimientos complejos y Combinación de diferentes variedades de movimientos
Una vez que se determinó la categoría de los movimientos debe estudiarse la etiología que lo produce, teniendo en cuenta las características etarias (sexo, edad) y evolutivas del proceso para finalmente dar el tratamiento adecuado.
Afectan la capacidad del movimiento
“Cualquier movimiento-indica el Dr. Romano Romero-que pueda afectar la habilidad y la destreza y la coordinación para elaborar una circunstancia o actividad, se considera un movimiento anormal. Cuando la persona ejecuta un movimiento tiene que tener una habilidad, una destreza y una coordinación para hacerlo. Cuando esto se hace bruscamente o que se hace de una manera más lenta o más brusca, es lo que se considera también movimientos anormales. Cabe mencionar que estos movimientos anormales son involuntarios y muchas veces a afectado la capacidad del movimiento mismo”.
Tratamiento de las distonías con Botox
Guiñar el ojo, parpadear mucho, torcer frecuentemente la boca, sacudir la cabeza o mover las mandíbulas se consideran hemiespasmos, y eso evidentemente se puede considerar un movimiento anormal y las características de los movimientos anormales son las distonías. Los tipos de distonías que son tratadas con Botox son: Blefaroespamo, Distonía Oromandibular, Calambre del Escribano, Distonía Cervical o Tortícolis Espasmódica, Hemidistonía y la Distonía Generalizada. Las Distonías o Movimiento anormal, sinuoso, repetitivo, con contracción de músculos que progresa hasta un puntos en el cual el movimiento tiende a ser sostenido adoptando posturas anormales.
Mejor calidad de vida
La aplicación local de inyecciones de Botox ha revolucionado el tratamiento de las distonías focales y segmentarias, ha demostrado una mayor seguridad y eficacia frente a la aplicación de otras toxinas, en cuadros de distonías generalizadas, si bien no es el tratamiento de base, Botox® resulta sumamente útil para aliviar los síntomas locales de los grupos musculares más comprometidos, ayudando a reducir posturas y en muchos casos aliviando el dolor, Proporciona al paciente una mejor calidad de vida, Se puede aplicar en el consultorio evitando costos y riesgos de hospitalización, a la mayoría de los pacientes que reciben Toxina Botulínica Tipo A se les recomienda el uso de fisioterapia con el fin de potenciar los beneficios y que el paciente aprenda nuevamente las posturas normales y a mejorar el control.
Causas
De acuerdo al Dr. Romano, las causas son muchísimas, pero obviamente, son las “explosiones” del sistema nervioso que pueden causar alteraciones en algún tipo de neuroreceptores que dan un estímulo inadecuado a ciertos músculos que pueden ser en los movimientos anormales, focalizados en los ojos, cuello, a una mano, una parte del cuerpo o todo el cuerpo. “Recuerdo a una paciente que la ausculté por primera vez hace dos años y la estamos siguiendo, pues cerraba los ojos de una manera tan intensa que tenía mucho tiempo sin salir a la calle, pues se apenaba ya que consideraba que la gente creía que le estaba haciendo cierto tipo de gestos. Sin embargo, cuando le aplicamos Botox al rostro, lo siente más relajado, controla mejor este tipo de circunstancias y se siente con mayor libertad porque ya no se apena de salir a la calle. Esto es algo que ayuda a que las personas sean más independientes y con una mayor calidad de vida.
El neurólogo
Términos anormales es un nombre muy generalizado; hay patologías muy específicas que pueden dar movimiento anormal tanto a hombres como a mujeres, pero no hay una selectividad física para alguien. Por otra parte, los movimientos anormales no se consideran como una circunstancia de enfermedad profesional; muchos de estos pueden tener un patrón hereditario, pero otros pueden ser adquiridos. El patrón hereditario tiene mucho que ver con algunas enfermedades que pueden condicionar movimientos anormales.
“El primer médico de contacto-concluyó Romano-debe ser el neurólogo para determinar cuál es la causa que origina ese tipo de movimientos anormales y buscar algún medicamento farmacológico puede ayudar a controlar los movimientos”.
La toxina botulínica, la mejor opción
El Botox es un medicamento que va orientado, sobre todo, a las distonías focalizadas, en donde lo que se busca es disminuir la trasmisión nerviosa para facilitar la calidad del movimiento. Otra de las circunstancias, es que este medicamento es muy noble, prácticamente no tiene efectos secundarios y la duración fluctúa entre tres y seis meses. Esto puede facilitar para que el paciente pueda hacer un programa de rehabilitación para que le ayuda a retroalimentar la calidad del movimiento.
Tipos de movimientos anormales
· Algunos tipos de movimientos anormales o no voluntarios son:
- Corea: Movimiento involuntario, abrupto, rápido y aleatorio; sin propósito que afecta fundamentalmente a las extremidades inferiores.
- Atetosis: movimiento involuntario muy lento y sinuoso, continuo y con imposibilidad de mantener una postura fija. Generalmente distal aunque puede ser proximal comprometiendo lengua, cuello y cara. Puede combinarse con movimientos distónicos.
- Tics: Pueden ser tics motores, tics fonatorios (frecuentes en el Síndrome de Gilles de la Tourette) o una combinación de ambos. Generalmente repentinos, excepto en casos severo que son continuos, y repetitivos.
- Hemiespasmo Facial: contracción continua de la mitad de la cara superior e inferior asociado a periodos de reposo.
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