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- Referente de la danza contemporánea en el mundo.
El Auditorio Nacional reitera su compromiso por impulsar y difundir expresiones culturales de la más alta calidad, presentando, el próximo 19 de octubre a las 20:30 horas a la Compañía de Danza Contemporánea Kibbutz (KCDC), bajo la dirección de Rami Be’er, en el marco de la edición 38 del Festival Internacional Cervantino.
Extraordinaria, sin lugar a dudas, por la limpieza y precisión de su trazo coreográfico, su preocupación por los temas contemporáneos que tocan las emociones del espectador, el hermoso diseño de los cuerpos de sus bailarines, esculpidos a fuerza de rigor y entrega, su extraordinaria vitalidad. Son algunas de las características que la han convertido en un referente de la danza contemporánea, de Israel para el mundo.
Kibbutz trae a nuestro país InfraRed, obra que descubre la profundidad de lo que es el ser humano. InfraRed es una puesta en escena que ha sido catalogada por la prensa especializada como el trabajo visual más sorprendente de Rami Be’er, y que será presentada por la agrupación israelita en el Auditorio Nacional el 19 de octubre, a las 20:30 horas, en el marco de la edición 38 del Festival Internacional Cervantino.
InfraRed es un espectáculo basado en el poema escrito por Be’er, director y músico israelita, titulado In the black garden, el cual resulta en un viaje que explora las caídas de nuestra condición humana donde las debilidades protagonizan el papel principal.
Be’er escribió tanto la letra como la melodía para la puesta en escena, donde mezcla diversos sonidos electrónicos y toca piezas de chelo; lo anterior se combina con ecos de tormenta y sonidos suaves de oasis que modifican el estado anímico de los espectadores.
El director de la compañía se inspiró en el mítico álbum del Sargento Pimienta y encargó los uniformes de los soldados europeos del siglo XIX -que se distinguen por una larga solapa con botones- para darle cimiento a tres elementos importantes dentro de la puesta: los colores rojo, azul y amarillo, aun cuando posteriormente, el negro adquiere importancia en otras escenas de la coreografía.
Lo anterior es parte del contexto que envuelve este espectáculo donde la acción se desarrolla en un jardín negro que oculta todo un mundo, donde cuerpos negros son revelados gracias al uso de luces infrarrojas y los colores que poco a poco surgen de entre los bailarines, quienes muestran gran fuerza interpretativa y arduo trabajo en conjunto en estas ejecuciones.
El coreógrafo y director artístico de la Compañía de Danza Contemporánea Kibbutz, Rami Be’er, siempre ha manifestado interés por los constantes cambios en los movimientos corporales -de la tensión a la relajación-, y, asimismo, por las gesticulaciones que oscilan entre mecánicas y entrecortadas, lo que contrasta con el extraordinario movimiento lírico que imprime el artista israelita a sus trabajos.
Durante los últimos años la Compañía de Danza Contemporánea Kibbutz ha estado ampliamente identificada con la labor de su director artístico, quien gracias a su trabajo creativo ha posicionado a este grupo como uno de los más aclamados no sólo en su país sino también en el extranjero. Su labor es reconocida por alentar el interés y la curiosidad de las audiencias del mundo, aspecto que a su vez ha entusiasmado a los integrantes del grupo para ser más exigentes en cada una de sus presentaciones.
Los orígenes de KDCD surgen en la década de los setenta, bajo la dirección de su fundador, Yehudit Arnon, pionero que introdujo la causa de la danza en el movimiento del kibutz, estableciendo un centro de danza en Gaatón; tiempo después estableció la agrupación. Arnon, en un principio, impulsó la compañía desarrollando estrechas relaciones con coreógrafos como Matz Ek, Jiry Kylián y Gene Hill Sagan.
Así pues, Kibbutz inició como una extensión del Grupo de Danza de la Región de Galilea Occidental, y fue dirigido por Arnon hasta 1996. Al pasar de los años, la compañía se desarrolló como una de las agrupaciones más prominentes de Israel, situación que le permitió tener mayor proyección y ganar reconocimiento a nivel internacional. Resulta importante destacar su interés por introducir a los niños al mundo mágico de la danza contemporánea a través de sus programas dirigidos especialmente a las escuelas.
Rami Be’er nació en una familia de músicos lo que le permitió empezar a tocar el chelo a muy temprana edad, así como estudiar danza con Yehudit Arnon. Se unió a la Compañía Kibbutz como bailarín y coreógrafo en 1980; en 1996 tomó el cargo de director artístico y desde entonces ha creado más de 40 espectáculos para la agrupación, los cuales se caracterizan por describir al mundo que nos rodea a través de coreografías expresivas, bailes dinámicos, escenografías originales y efectos de luces.
Las presentaciones del director artístico israelita han ganado prestigio a nivel internacional, situación que ha comprometido aún más su labor, por lo que cada año crea un nuevo espectáculo para su compañía en donde se involucra con todos los elementos: contenido, forma y diseño.
Boletos en taquillas del Auditorio Nacional, sistema Ticketmaster y al 5325 9000.
Preferente $ 500; Luneta $400; Balcón $ 250; 1er. piso $ 180.
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