- Niños de entre 3 a 9 años presentan síntomas de acidez y reflujo.
México, D.F., a 23 de junio de 2011.- El reflujo gastroesofágico es un padecimiento muy común entre los adultos; sin embargo, estudios internacionales señalan que en los países occidentales, los síntomas de la acidez y reflujo se presentan semanalmente en alrededor del 2% en niños entre 3 y 9 años porcentaje que se incrementa hasta el 8 % en los infantes entre 10 a 17 años.
El reflujo gastroesofágico se caracteriza por la sensación de acidez y quemadura que corre de la “boca” del estómago hasta la garganta, y que puede acompañarse de dolor crónico de garganta y estómago con y sin náusea asociada.
En México, debido al incremento de sobrepeso y obesidad en la población general, incluida la infantil, se espera haya un incremento en los síntomas de reflujo, ya que el sobrepeso es un factor claramente identificado como uno de los principales contribuyentes al desarrollo de la enfermedad.
El reflujo afecta de manera directa la calidad de vida del niño. Los resultados de una encuesta realizada a padres de Estados Unidos arrojó que el reflujo bajó el rendimiento escolar en 53 % de los niños; afectó sus hábitos de sueño en 69 % de ellos y a 48 % les trajo como consecuencia dificultad para relacionarse con sus amigos y familia.
Los niños con reflujo en algunas ocasiones no son capaces de expresar cómo se sienten, por lo que manifiestan su malestar a través del enojo, frustración, ansiedad y hasta depresión, lo que es perjudicial tanto para los pequeños como para sus familias.
Cabe destacar que el reflujo afecta a adultos y niños de manera similar, impidiendo que la estructura entre el estómago y el esófago (cardias ó esfínter esofágico inferior) no funcione adecuadamente.
Por ello, es importante un diagnóstico oportuno y correcto, pues de lo contrario, puede llevar a serias complicaciones como el estrechamiento del esófago, llamada estenosis, úlceras, sangrados y en los casos más severos el esófago de Barret, que es un cambio en el recubrimiento de este órgano que tiene el riesgo de convertirse en cáncer.
¿Cómo ayudo a mi hijo?
Primero, detectando que hay una alteración de la función digestiva a través de los síntomas observados por los padres o familiares cercanos al pequeño y una vez que se tiene sospecha de un malestar de acidez es importante ir con el médico, quien mediante varias pruebas como la endoscopia y la pH metría (medición del grado de acidez en el esófago).
Una vez establecido el diagnóstico de reflujo gastroesofágico, los niños deben ser tratados, dependiendo de sus síntomas y condición.
En lactantes (menores de 2 años), los cambios en el estilo de vida son el primer paso para reducir las molestias, algunas medidas útiles son:
- Alimentarlo de forma vertical para evitar que la comida se regrese al esófago.
- Sentar al niño, ayudarlo a eructar y ajustar sus porciones de comida.
- Modificar la dieta de los pequeños como la reducción de bebidas carbonatadas, chocolate y comidas picantes.
Además, el médico puede prescribir medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones (IBP’s), que controlan la sobreproducción de ácido estomacal, como el medicamento granulado, desarrollado por Laboratorios AstraZeneca para edades pediátricas, el cual está indicado para niños de uno a 11 años de edad. Pero recuerde que lo más importante es acudir al médico y no automedicarse.
regresar/home
0 comentarios:
Publicar un comentario