*** La actriz y cantante recibirá un reconocimiento
por sus aportaciones al patrimonio sonoro
de México, el martes 7 de agosto, a las
19:00 horas
*** María Victoria
hablará de la grabación de discos como una suerte de ritual colectivo
*** Agustín Lara
dijo: “María Victoria, voz que se vuelve carne y perfume al mismo tiempo”
De niña, su ilusión fue
ser modista, nunca quiso ser cantante, actriz ni mucho menos imaginó que su
nombre se convertiría en una leyenda de la música romántica, el mambo y del
cine mexicano en la época de oro. Su canto e interpretación, determinaron una
manera de concebir la sensualidad y trazaron el sello particular de María
Victoria, a quien la Fonoteca Nacional del Conaculta rendirá un homenaje por
sus 60 años de trayectoria y sus aportaciones al patrimonio sonoro de México,
el martes 7 de agosto, a las 19:00
horas.
“Cuidadito,
cuidadito, cuidadito: Homenaje a María Victoria”, es el título de la sesión de
escucha dirigida que forma parte del ciclo La
música popular mexicana a través de sus grabaciones III, donde la actriz y
cantante compartirá su historia
fonográfica, revelará detalles de los procesos de grabación de sus discos,
hablará de su relación con directores artísticos y grandes compositores y
reflexionará sobre la forma en que sus vestidos ajustados, su canto, el
mambo y sus coreografías, fueron elementos liberadores en la segunda mitad del siglo XX.
En esta charla, dirigida por Pável Granados, la intérprete nacida en
Guadalajara, Jalisco, relatará los inicios de su carrera artística en las
carpas de Monterrey, Nuevo León; cuando al ir a ver a su hermana bailar, una empresaria
la invitaría a cantar comenzando a la edad de nueve años, “con cuerpo de señorita,
muy torneadito”, una exitosa carrera impulsada, años más tarde, por el cine y
la televisión.
“Cuando empecé, mi
ilusión fue cantar con el maestro Luis Alcaraz, quien después me contrató para
actuar en el ‘Patio’ de la ciudad de Monterrey. En esa ocasión, me dijo que me
vistiera como grande, pero al llegar al teatro no me dejaron entrar porque era
menor de edad; esa fue mi despedida sin debut”, recordó quien diera vida al
personaje Inocencia en la serie La criada bien criada.
Fue Paco Miller,
quien invitó a la actriz a la ciudad de México para actuar en las carpas al
lado de Palillo, Resortes y Mantequilla,
no sin antes trabajar en el teatro Margo de Guadalajara, donde hizo de todo: sketches y bailó en el Ballet de Chela
Rueda, hacia “cuadros” con Pepe Guisar y cantaba.
Con apenas 15 años,
María Victoria provocaba el asedio del público masculino, gracias a su estilo
característico de caminar y pararse en el escenario mientras cantaba
piezas como: “Soy feliz” o “Todavía no me muero”.
“Cuando interpretaba:
--¡Es que estoy tan enamorada!--, y
yo empezaba a cantar ‘es que estoy
taaaannnn....’, el público completaba diciendo: --¡buena!--, en otra ocasión recuerdo que una vez alguien me pidió
interpretar ‘Todavía no me muero’, siendo respondido por otro que le gritó en
son de guasa: ‘¡qué esperas!’”,
explicó la cantante.
En 1953, Pérez Prado escribió un mambo
de homenaje a María (así como le escribió otros a personalidades como Marilyn
Monroe, Chano Pozo, Stan Kenton). En este caso, la propia María Victoria
colaboró con su voz interpretando fragmentos de algunas de sus canciones más
populares; por su parte, Pérez Prado canta una estrofa elogiando su estilo y su
voz.
Como cantante, María
Victoria tuvo 50 éxitos seguidos, siendo el primero “Soy feliz”; le siguieron “Mil
besos”, “Todavía no me muero”, “Así, así…”, entre otras, en una época donde la
grabación de discos era una suerte de ritual colectivo que involucraba a
músicos e intérpretes.
María Victoria grabó en discos de 78 revoluciones y fue pionera de los
discos de 33, ella relata los procesos de grabación: “Se
grababa con tanto sentimiento como si estuviera actuando en vivo. La orquesta
estaba con uno, pero si ya casi terminábamos el disco y de repente un violín o
un cantante, hacía una nota mal o se le salía un gallito o había una
equivocación, empezábamos otra vez la piezas desde abajo; nada de por pedazos,
completita la canción, así eran como se hacían las grabaciones en aquella
época”.
Gracias a su físico, María Victoria protagonizó las primeras portadas de
discos LP, su rostro y figura fueron distintivos, lo que trajo, además de su
calidad interpretativa, a los grandes compositores que escribieron canciones
para ella, sólo por el gozo de escuchar sus temas en la voz de esta singular
intérprete.
María Victoria
comentó: “Cuando trabajaba en el Margo, en Guadalajara, se me presentó la
oportunidad de cantar con la orquesta de Agustín Lara. El maestro me dijo que
cantara sólo dos canciones de él y me recomendó que saliera ‘seriecita’ y que
no me moviera para que no me empezarán a gritar, pero el público me pedía que
cantará mis éxitos, entonces él me grito que caminara para calmar a la gente.
Tiempo después, tras escribir para mi ‘Tengo ganas de un beso’, me mandó un
recado diciendo: María Victoria, voz que se vuelve carne y perfume al mismo
tiempo”.
María Victoria es erotismo desbordado y contenido, una forma de ser y
actuar en congruencia, protagonista de la moda, talento y figura de los
espectáculos nocturnos de la ciudad de México. Aunque el estigma de
vampiresa la acompañó hasta su interpretación de Inocencia en La criada bien
criada, María Victoria recuerda que no fue fácil llegar al éxito en una
época con muchas trabas morales.
“Letras
como ‘Yo no sé que tengo en mi pensamiento que me roba el sueño, que no sé que
tengo que dormir no puedo’, me la suspendió la Liga de la Decencia en ese
tiempo, me prohibieron cantarla, pero si hubiera cantado algo así como ‘ya no
siento nada al hacerlo contigo’, creo que todavía estaría en la cárcel”, afirmó
la actriz y cantante.
Sobre
su personaje de La criada, María
Victoria destacó que hizo a tres distintas: una Inocencia ingenua, otra coqueta y respondona, y la última: un
poquito de todo. “Este personaje lo hacía primero en las carpas, pero era una
indita, y cuando ya empecé a triunfar y me fui de gira por Sudamérica y los
Estados Unidos, el papel se le quedó a María Elena Velasco, quien le dio vida a
esa indita como la India María, y yo a esa indita la convertí en La criada bien criada”, dijo.
Para festejar sus 60
años de carrera artística, gracias a la tecnología, María Victoria lanzará un
disco en el que canta con José Alfredo Jiménez, María Luisa Landín, Juan
Gabriel y Marco Antonio Solís.
En la sesión de escucha dirigida La
música popular mexicana a través de sus grabaciones III, el público escuchará documentos sonoros del
archivo de la Fonoteca Nacional, que dan cuenta de la trayectoria y
aportaciones a la música popular mexicana de esta intérprete de compositores
como Luis Alcaraz, Agustín Lara, Juan Bruno Tarraza y Consuelo Velázquez, entre
otros.
María Victoria estará acompañada por Iván Restrepo, amigo y conocedor de
la trayectoria teatral de la homenajeada y de Gustavo García, el martes 7 de
agosto, a las 19:00 horas en la Fonoteca Nacional, que se ubica en la calle
Francisco Sosa 383, Barrio de Santa Catarina en Coyoacán. A dos cuadras de la
estación del metro Viveros. Entrada libre. Cupo limitado. Mayores informes en
la página web www.fonotecanacional.gob.mx o en la dirección electrónica informesfonoteca@conaculta.gob.mx
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