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Un órgano nuevo no es una cura, es una mejor forma de tratamiento
sustitutivo.
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El trasplante renal garantiza una mejor calidad de vida, pero también
implica una mayor responsabilidad por parte del paciente.
Durante la celebración de la Semana Nacional de Donación y Trasplantes
2012 es fundamental destacar que la Insuficiencia Renal Crónica es actualmente
la cuarta causa de muerte en nuestro país. La magnitud del problema de la
enfermedad renal crónica (ERC) es cada día más evidente tanto en hospitales
privados, pero sobre todo en aquellos del Sistema Nacional de Salud. Se estima
que al día de hoy existen más de 130 mil mexicanos con requerimientos de
diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante, sin embargo, únicamente hay
poco más de 8 mil en lista de espera. Cabe destacar que el trasplante de riñón
permite mejorar la calidad de vida del paciente renal y reincorporarlo a sus
actividades cotidianas, sin embargo se debe aclarar que el paciente entra a una
nueva fase de tratamiento, ya que el trasplante no es una cura para la
enfermedad renal. Incluso el paciente debe considerar aspectos cotidianos como
el control de la diabetes, control del colesterol, no fumar y hacer ejercicio.
El Doctor Ernesto López Almaraz, destacado Nefrólogo comentó que luego
de que se recibe un trasplante, el paciente asume un compromiso de por vida en
el cuidado del injerto renal, principalmente en la regularidad de los
inmunosupresores, que son medicamentos que modifican la respuesta del organismo
para evitar que se rechace el órgano trasplantado, aunque sabemos que uno de
los principales efectos adversos en estos medicamentos es un incremento en la
frecuencia de infecciones “oportunistas”.
Causas
“El planteamiento sobre el programa de la Insuficiencia Renal Crónica
(IRC) y por qué se necesita un trasplante, es una pregunta fundamental,
posteriormente el estado en el que se encuentra el país. La IRC está definida
como una disminución en el porcentaje del funcionamiento renal; habitualmente
cuando tenemos menos del 60 por ciento o más de tres meses hablamos de IRC.
Posteriormente, tenemos pacientes y el porcentaje sigue disminuyendo, está ya
por debajo del 10 por ciento, que es hasta entonces que da síntomas y, es en
este momento cuando el paciente requiere sustituir la función renal con
hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal. Esto quiere decir, que la
IRC en etapas iniciales intermedias es una enfermedad asintomática, no es hasta
que nos encontramos en un estado muy avanzado de falla renal cuando nos empieza
a dar estos síntomas. Las causas de la IRC en el adulto mexicano, la principal
es diabetes mellitus y, en segundo lugar, la hipertensión arterial. En el caso
de los niños es distinto: la principal causa de IRC se debe a la
glomerulonefritis. La glomerulonefritis, nos habla de inflamación, muchas de
ellas son de origen inmunológico, otras son debidas a una infección de vías
respiratorias, y esto ocasiona una glomerulonefritis postestreptococica, por
alguna malformación en el sistema urinario. Ahora la velocidad con la que se
está deteriorando la función del riñón, obviamente va a depender de la causa de
la causa de la insuficiencia renal. Cuando se hace una detección oportuna se
pueden realizar intervenciones para prevenir el avance de la enfermedad renal,
o inclusive para frenar esta progresión, que en parte, es a lo que se le está
apostando al intentar incluir la parte de causes en el Seguro Popular y el
catálogo universal de salud-explicó.”
El SP no cubre diálisis ni trasplante
El diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal temprana, por
ejemplo, existen ciertos tipos de hipertensivos que protejan al riñón y frenan
el deterioro. Sin embargo, cuando se detecta la enfermedad en etapas muy
avanzadas, los médicos se van hacia otro escenario, que es el de gastos
catastróficos, es la otra parte que cubre el Seguro Popular, enfermedades muy
complejas, en dónde la inversión del tratamiento es muy alta y, en este
sentido, la IRC en fase avanzada, es una enfermedad con un costo bastante mayor
de lo que podemos tener si lo prevenimos.
“Es importante mencionar, si se puede prevenir la IRC, la respuesta es,
se puede prevenir, así como la obesidad o la diabetes con un estilo de vida
saludable. Hay ocasiones en donde la ERC, no se puede prevenir, pero si podemos
hacer cosas para evitar un deterioro rápido hacia requerimientos de diálisis.
Esto es muy importante porque a veces en algunos foros públicos se debe de
hablar de diagnóstico y tratamiento oportunos en etapas tempranas. Lo que se
busca, insisto, es prevenir o retrasar los requerimientos de diálisis. De
acuerdo a diversos estudios, tanto de la UNAM como de otros grupos, el doctor
Alfonso Cueto de la ciudad de Guadalajara, es uno de los principales
investigadores a nivel nacional sobre la epidemiología dela ERC, realizó una
investigación del IMSS y señala que hay alrededor de 130 mil pacientes con
enfermedad renal en etapa avanzada en nuestro país. De estos, únicamente el 55
por ciento cuentan con cobertura de seguridad social para la atención de su
enfermedad, ya que el Seguro Popular no cubre esta enfermedad, es decir, el
Seguro Popular no cubre diálisis ni trasplante en mayores de 18 años.
Desafortunadamente, es el principal grupo de población afectada, los adultos.
En el caso de los niños no hay un valor estimado real, pero son pocos los
casos. Del tipo de terapia sustitutiva, podemos decir que los pacientes con
tratamiento de diálisis, el 70 por ciento se encuentra con diálisis peritoneal
y el 30 por ciento restante en hemodiálisis y, desafortunadamente, el número de
pacientes trasplantados es muy bajo.”
No cualquier hospital puede realizar trasplantes
En los últimos cuatro años, se están realizando alrededor de 2 mil 200
trasplantes al año a nivel nacional, en lista de espera para riñón está un poco
más de 8 mil pacientes. Esto quiere decir, que ni siquiera estamos llegando a
registrar el diez por ciento de los pacientes con requerimientos de un
trasplante, y debemos de fomentar la cultura de donación y de que las personas
tengan en mente que las personas que son susceptibles de un trasplante, que lo
busquen.
“Podemos mencionar que, siempre que no exista una contraindicación desde
el punto de vista médico, como pudiera ser una enfermedad cardiovascular
avanzada, la mejor forma de sustituir la función del riñón es mediante un
trasplante. También quiero resaltar que, si bien el trasplante de riñón es
mejor que cualquiera de los tipos de diálisis mencionados, no quiere decir que
la diálisis sea mala, porque de repente tenemos la tendencia a confundirnos y a
referirnos a la diálisis como una sentencia de muerte o como un tratamiento que
merma nuestra calidad de vida. Estoy de acuerdo que no es lo mejor que hay,
pero si somos buenos críticos, la diálisis puede ser un buen puente al
trasplante, una puerta que se nos abre en lo que buscamos una mejor forma de la
sustitución de la función renal. Entonces, la diálisis, como tal, tiene su
espacio y su importancia, pero como mencionaba antes, por eso la función renal
es mediante un trasplante, por eso la insistencia. Ahora, para realizar un
trasplante se necesita un donador, que puede ser vivo, relacionado desde el
punto de vista consanguíneo o no relacionado, si la ley en México lo permite.
Cuando pensamos en donador cadavérico, es importante mencionar que estamos
hablando de muerte encefálica, es decir, que el corazón no a dejado de latir y
la respiración, por lo general está con la ayuda de un respirador. Cabe
mencionar que en el lugar donde se va a realizar el trasplante debe tener la
licencia correspondiente, pues no cualquier hospital puede realizar un
procedimiento de esta naturaleza: se requieren los permisos, la
infraestructura, el personal adecuadamente capacitado para realizar este tipo
de cirugía-refirió.”
Opciones de vanguardia
El riesgo de rechazo de un órgano trasplantado se mantiene durante toda
la vida del injerto, sin embargo es mayor en los primeros meses después de la
cirugía de trasplante. Los pacientes con insuficiencia renal tienen alteración
en sus exámenes de laboratorio como la creatinina, la urea, el ácido úrico
entre otros, después de la cirugía y de forma progresiva esos parámetros van
normalizándose hasta casi llegar a ser como los de una persona sin enfermedad
renal. En este sentido, la misión de Roche consiste en descubrir y desarrollar
medicamentos innovadores que marquen una diferencia terapéutica en el
tratamiento de enfermedades catastróficas como es la insuficiencia renal
crónica. Estos medicamentos han marcado un antes y un después en los desenlaces favorables a corto, mediano y
largo plazo de estas enfermedades. Al respecto el Dr. López Almaraz mencionó
que dentro de los medicamentos con que se cuenta para la terapia de pacientes
trasplantados, existen excelentes opciones de vanguardia como Valganciclovir,
medicamento que se utiliza con éxito en la prevención y tratamiento de la
infección por citomegalovirus (CMV), una de las infecciones oportunistas
mencionadas previamente y que se lleva a observar hasta en dos de cada tres
pacientes trasplantados, incluyendo los renales, en donde además se ha asociado
con mayor frecuencia de rechazo al presentar esta infección. De acuerdo a
diversos estudios, se considera como estándar internacional la profilaxis con
Valganciclovir por 200 días post-trasplante. El especialista concluyó
calificando como positivos los avances en materia de trasplantes, acorde a lo
reportado en el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes
(SIRNT). En lo que va de 2012 se han registrado 1588 trasplantes de riñón, sin
embargo queda un largo camino para continuar avanzando en el tema de donación y
trasplante de órganos.
Por: Héctor Medina Varalta
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