El Instituto Internacional para el
Cine y el Audiovisual de los Países Latinos en conjunto con la Asociación Gillo
Pontercovo, presidida por Picci Pontecorvo, otorga el premio "Gillo
Pontercovo" a una personalidad de la cultura, de la industria y a una
institución que ha contribuido a desarrollar, mejorar y afianzar el cine en su
interés cultural e industrial. En la idea y la actividad de Gillo para una
política del cine para valorizar la continua sinergia de aquello que llamaba
las dos almas del cine: el arte y la industria.
El premio Gillo Pontercovo en el 66º Festival de Cannes ha sido atribuido a La jaula de oro de Diego Quemada-Diez por las siguientes motivaciones:
La pasión, la vivacidad, la inteligencia política y la integridad con la cual Gillo Pontercovo ha trabajado para el gran sueño del cine y no le ha hecho jamás olvidar la condiciones esenciales para el desarrollo y el progreso de toda el arte: la transmisión del saber y de la experiencia a las generaciones más jóvenes. Gillo siempre ha trabajado para poner a disposición su experiencia y todos los instrumentos necesarios para estimular y apoyar a los cineastas del futuro, sobretodo aquellos que portan la cultura latina.
Es por esta razón que, en el recuerdo de Gillo, el premio que lleva su nombre ha sido hoy atribuido a una joven promesa del cine hispanoamericano y a su ópera prima que, en un camino claramente trazado por Gillo, para contar con el empeño social, vigor narrativo y frescura cinematográfica, la historia atemporal de un grupo de jóvenes migrantes. Gillo decía que "el cine debe estar escrito muy cerca del hombre, dentro del hombre y debe de hablar del hombre, sino no habla de nada": la historia necesaria de La Jaula de Oro y el irresistible candor de los cuatro actores no profesionales que la interpretan, están hoy a la altura de este reclamo.
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